Mil quinientas personas piden alternativas al puente medieval en San Esteban de Gormaz
Más de mil quinientas personas han salido a la calle esta tarde noche en San Esteban de Gormaz para reclamar al Gobierno de España que construya una variante definitiva, que evite sufrir nuevos aislamientos si el puente medieval vuelve a dar problemas.
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La concentración, que ha partido desde las antiguas escuelas de San Esteban de Gormaz bajo el lema “¡Por una variante definitiva!”, ha reiterado que ante el deterioro que arrastra el puente medieval –con ocho siglos a sus espaldas- y que soporta el tráfico rodado, la única solución que puede dar el Gobierno de España es poner en marcha el trámite administrativo para planificar una variante definitiva al municipio.
El alcalde ribereño, Daniel García, ha asegurado que el Gobierno tiene planos con esa variante, que saldría del enlace junto a la fábrica de Tudor, en la A-11, pero que ha escondido.
Además ha denunciado que el puente medieval de San Esteban de Gormaz es el único que soporta tráfico en España de una carretera nacional como la N-110.
A la manifestación ha acudido el presidente de la Diputación provincial de Soria, Benito Serrano, y una representación de cargos del PP, así como de Soria ¡Ya!.
No ha habido representación del Gobierno de España, a pesar de haber sido invitado, según ha señalado el alcalde.
El Partido Popular de Soria ha denunciado la inacción, negligencia y desprecio del por todos los niveles del PSOE, tanto en Soria como en el
Ejecutivo nacional, hacia una comarca que se siente abandonada.
Por ello, ha exigido la autorización inmediata para retomar las obras del puente provisional, la declaración de zona gravemente afectada por emergencia y la planificación y ejecución urgente de una variante definitiva.
Fracaso en las reparaciones
Tras el derrumbe parcial del tajamar el 10 de marzo de 2025, el puente fue reabierto el 7 de mayo tras una intervención que, lejos de resolver el
problema, según ha apuntado el PP, ha derivado en un segundo colapso ocurrido el pasado 17 de julio, mientras se ejecutaban obras en la segunda fase.
El tajamar afectado volvió a caer sin presencia de agua ni lluvias, reflejo de una planificación y ejecución desastrosas por parte del Ministerio de Transportes.
Riesgos diarios y condiciones indignas
El tráfico pesado sigue cruzando el puente medieval, provocando daños continuos a su estructura. Cosechadoras y camiones deben invadir aceras estrechas, con el consiguiente peligro para peatones y conductores.
Esta situación, insostenible, afecta de lleno a vecinos, comercios, agricultores y turistas.
Bloqueo político a soluciones eficaces
La Junta de Castilla y León había comenzado a construir, junto al Ejército, un puente provisional que aliviaría la presión sobre el puente antiguo durante los meses de verano.
Cuando la obra alcanzaba el 60 % de avance, la Confederación Hidrográfica del Duero —dependiente del Gobierno central— denegó el permiso necesario para continuar, argumentando que “no tenía sentido”. Poco después, el Ministerio de Defensa también se retiró del proyecto. Una vergüenza administrativa y política, según ha denunciado el PP.