San Leonardo vuelve a solicitar que danzas del paloteo sean de interés turístico regional
El Ayuntamiento de San Leonardo de Yagüe, ha aprobado en su último pleno, volver a solicitar la declaración de interés turístico regional para las Danzas del Paloteo, que todos los años se escenifican en febrero en las fiestas de Las Candelas y San Blas.
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La localidad sanleonardina lleva más de una década insistiendo en esta declaración regional.
El alcalde, Jesús Elvira, ha confiado en que en esta ocasión las danzas del paloteo tengan el reconocimiento que se merecen, lo que incentivaría el número de visitantes que acuden a San Leonardo a conocer estas danzas.
Las once danzas del paloteo -palo a modo de espada y cobertera a modo de escudo- se bailan por ocho danzantes los días 2 y 3 de febrero, fiestas de San Blas y de las Candelas, en el altar mayor del templo parroquial, en un momento de religiosidad y devoción silenciosa..
El estudioso de la historia y folclore de San Leonardo, Carmelo Rubio, recogió en un libro que estas danzas son posiblemente de origen celtibérico y, con el paso del tiempo, se convirtieron en danzas religioso-guerreras.
Los señores de San Leonardo, Juan Manrique de Lara y su esposa Ana Fajardo, transformaron en el siglo XVIII estas danzas, "por la gracia del rey Felipe II, en vasallaje, gala o servidumbre de su misma casa y vistieron a los danzantes con la traza e indumentaria de majos de este siglo que han conservado hasta la fecha.
Estas danzas, según ha dejado escrito Mercedes Rubio Condado en su estudio "Tradición de Pinares: San Leonardo" reconocido con el primer premio del Certamen "José Tudela" son celtibéricas y fueron repartidas mediantes la carretería Duero abajo hasta Palencia, Valladolid, Zamora y Salamanca-
Aparte de las letras, las danzas se diferencian entre sí, no sólo por el ritmo y los pasos sino por los diferentes objetos que utilizan.
San Leonardo demuestra su firme arraigo desde siempre a esta tradición, al haberla mantenido firme pese a tantas prohibiciones eclesiásticas y civiles como ha habido en la historia, entre ellas, la más tajante, la de Carlos III en el siglo XVIII, que prohibía bailar en el interior de los templos.
En los tiempos actuales las danzas han sido representadas en las propias festividades y en otros escenarios como el Palacio Real de Madrid, ante el presidente de la República. Niceto Alcalá Zamora, en 1932; y en acontecimientos tan significados como la Feria del Campo de Madrid
Ser danzante es un privilegio para los sanleonardinos y, cuando toca la retirada, los propios miembros del grupo de danzas buscan a las personas que entienden más idóneas para perpetuar esta tradición, que necesita ensayar desde las fiestas de Navidad para conseguir la armonía en los pasos y en el golpeo de los palos.