Microrrelatos contra la violencia de género
En la mañana del 25 de noviembre, día Internacional contra las violencias machistas, la Federación de Enseñanza de CCOO daba a conocer el resultado de su concurso de microrrelatos contra la violencia de Género.
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La provincia de Soria es la que más premios ha obtenido, siendo una de las provincias que más relatos ha presentado, y demostrando el compromiso del alumnado y profesorado en la concienciación y educación para eliminar este lastre que supone la violencia de género.
El jurado está formado por responsables de Mujer e igualdad de Enseñanza y personas expertas en el tema.
Los criterios que se han tenido en cuenta para elegir los microrrelatos ganadores han sido: la calidad literaria, su eficacia como elemento para transmitir valores de igualdad y no violencia hacia las mujeres y la originalidad en el tema.
Se establecen tres categorías: Categoría A: 4º, 5º y 6º de primaria. Con tres premios de 100€, 75€ y 50€. Categoría B: 1º, 2º, 3º y 4º de la ESO. Con tres premios de 100€, 75€ y 50€. Categoría C: Alumnado de Bachillerato, Ciclos formativos, Enseñanzas de Régimen Especial y de Adultos. Con tres premios de 100€, 75€, 50€.
El IES Ribera del Jalón de Arcos de Jalón ha obtenido el 1º premio de la categoría C, con el microrrelato “La noche que siempre recordaré”, de Luna llena (Seudónimo), de 1º de Bachillerato.
Por su parte, el IES Antonio Machado se reafirma en la tendencia de obtener premio en este concurso, en esta ocasión el 3ºpremio de la categoría C con el microrrelato “Planes en familia”, de Eneri (Seudónimo)
CATEGORÍA C (Bachillerato, Ciclos Formativos, Enseñanzas de Régimen Especial y de Adultos):
1er PREMIO: “LA NOCHE QUE SIEMPRE RECORDARÉ”, de Luna llena del IES Ribera del Jalón (Arcos de Jalón, Soria)
Aquella noche de luna llena volvió a casa con falsas promesas, mientras yo esperanzada confiaba en sus falacias.
Me prometió un mundo idílico que demolía sobre mí cada día.
Me enseñó a callar mediante miradas convertidas en amenazas.
Me comenzó a tocar, y volví a sentir cómo sus frías manos atenazaban mi pecho, entretanto sus caricias se volvían cicatrices.
Así fue como empecé a dejar de ser yo y ver que la luz de mi interior se oscurecía.
Pero conseguí romper tus cadenas, aprendí a no rendirme y a luchar por una vida que merezco lejos de ti.
Soy mujer, y logré derrotar al monstruo que me intentaba consumir.
3er PREMIO “PLANES EN FAMILIA” de Eneri del IES Antonio Machado (Soria)
Soy Amparo y tengo una hija, pero ya es mayor y no la veo casi, es algo normal. Los hijos llegan a una edad en la que tienen que dejar el nido. Se mudó con su pareja, un chico agradable, pero a mí nunca me ha convencido. Como nos veíamos poco, quedábamos todos los domingos para desayunar. Me contaba que se había apuntado a boxeo, pero… ¡mira qué torpe!, siempre le dejaban moratones. Ya lo decía yo: mi hija no era de deportes.
Últimamente la situación ha mejorado mucho; la veo todos los días y tiene la cara de un angelito, limpia y sin magulladuras ni moratones. A mí, esta nueva situación me agrada mucho. El único problema es que todas las mañanas cuanto me suena el despertador a las siete de la mañana para ir al trabajo, abro los ojos y la dejo de ver.