La tradición del arca reivindica a los sanitarios
Jueves, 06 Enero 2022 18:06
Almarza y San Andrés de Soria han celebrado este viernes su tradición del traslado del arca, como lo han hecho de manera ininterrumpida durante siete siglos, en una convocatoria donde se ha homenajeado el papel realizado y que realizan los profesionales sanitarios contra el Covid 19.
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Para este homenaje se ha contado con la presencia de Miriam Pastor, hija del doctor José Pastor Blanco, el único médico fallecido en Soria a causa de la pandemia del coronavirus Covid 19, y con media docena de sanitarios vinculados a Almarza y San Andrés de Soria. Pastor ha recordado en su alocución las vidas humanas que se perdieron en otras pandemias, como la peste negra que se llevó el 60 por ciento de la población de la península, y ha resaltado que todas las pandemias tienen en común que siempre ha habido alguien que las ha transitado preocupándose por los demás, en alusión a los sanitarios. "Cuando a principio de la pandemia le preguntábamos a mi padre si no tenía miedo de contagiarse, siempre decía que cómo iba a tener miedo porque sería tan ridículo como si a un militar le diese miedo ir a una misión porque no puede ver las armas", ha recordado. Por su parte, el médico soriano Patricio Arribas ha elevado el tono reivindicativo al asegurar que quienes no han estado en un centro hospitalario o una residencia de mayores durante este último año y medio difícilmente pueden hacerse una idea de la catástrofe que ha supuesto el Covid 19, una pandemia en la que a los sanitarios les ha tocado estar en la primera línea de batalla. "La mayoría de las cosas que se han vivido dentro del infierno no pueden ser contadas en público. Nunca se entenderían fuera del contexto, pero como la idea que se ha querido imponer es que hemos salido más fuertes y mejores, me veo en la obligación de contar muchas grandezas y algunas miserias que he vivido en primera persona", ha apuntado. En este sentido ha asegurado que ha visto como médicos de todas las especialidades se lanzaron a atender enfermos Covid 19 en "jornadas demoledoras" renunciando voluntariamente a sus fines de semana y vacaciones, sin hablar de remuneración alguna ni condiciones.
"Las dos terceras partes de estos sanitarios son interinos. Y tuvieron que presentarse a unas oposiciones convocadas entre la primera y segunda ola, sin haber disfrutado siquiera de sus vacaciones", ha señalado. Además ha apuntado que ha visto cómo jóvenes veinteañeros, recién acabada su carrera de Medicina o Enfermería, se han encerrado durante horas en habitaciones aisladas asfixiadas por dos capas de plástico y aspiraban secreciones, curaban y consolaban a personas que agradecían su humanidad. "He visto auxiliares de enfermería y celadores asear, cambiar las ropas, dar de comer y confortar las veces que hiciera falta y sin quejas; he visto médicos de familia en condiciones muy precarias pero al pie del cañón al teléfono; he visto a asociaciones de jubiladas convertir bolsas de basura en equipos de protección insuperables; he visto empresarios grandes y pequeños hacer donaciones valiosas a cambio de una foto de grupo que se guardan para ellos", ha recordado. Arribas ha pedido usar responsablemente el sistema sanitario que está "para cuando realmente se necesita". "El homenaje lo merecen las familias que tuvieron que enterrar a sus seres queridos en absoluta soledad, sin ceremonia, muchas veces sin poder estar presente, llorando por wassap y vigilados como delincuentes por si incumplían las medidas dictadas por sabios críticos taurinos que nunca torearon una cabra", ha denunciado. Este año no ha habido limitaciones de aforo en el traslado del arca, como sucedió el precedente, en el que tan sólo una decena de vecinos de cada pueblo participó en el traslado del arca, aunque todos los asistentes han portado la obligada mascarilla sanitaria. El arca ha salido este año desde Almarza para ser entregada en el paraje de Cantogordo a San Andrés de Soria, que se encargará durante este 2022 de su custodia. "Ni el Covid 19 ha impedido que celebremos el traslado del arca. A lo largo de 700 años de historia, este arca ha sido testigo de guerras, pandemias, gripes, pestes, cólera, catástrofes naturales, adversidades climáticas, crisis y más crisis, pero sin embargo hay que reconocer que la pandemia del Covid 19 nos ha situado en una coyuntura nunca antes vivida. Este año y medio ha sido difícil para todos. Este virus invisible nos ha hecho sentir rabia e impotencia", ha señalado la alcaldesa de Almarza, Ascensión Pérez. Pérez ha señalado que la pandemia obliga a hacer compatible la diversión con la seguridad y la salud "y ahí no podemos fallar", pero ha animado a ir recuperando el ritmo de la vida. Además ha pedido desterrar la negatividad en los momentos más complicados y llenar la mente de mensajes cargados de ilusión, amor y esperanza. Pérez ha recordado que el Ayuntamiento sigue esperando la resolución de la Junta de Castilla y León para que el traslado del arca sea reconocida como fiesta de interés turístico regional, por entender que cumple muchos de los requisitos exigidos, como la permanencia en el tiempo -siete siglos de antigüedad- y la originalidad. Cada pueblo tiene una llave del arca, y es necesario accionar las dos llaves a la vez para poderla abrir y comprobar, una vez al año en el paraje de "Canto Gordo", que todos los documentos están en su lugar. El documento más antiguo data de 1329, referente al primer privilegio dado por el rey castellano Alfonso XI cediendo el uso exclusivo de una fértil dehesa -la Dehesa de la Mata- a los pueblos de Almarza, San Andrés de Soria, Cardos y Pipahón, como premio a los hombres de estas tierras que le acompañaron en la batalla y demostraron así su nobleza y lealtad hacia él