La crítica de un catedrático al descenso de índices de repetición de curso educativo
La noticia del descenso de los índices de repetición de curso ha sido celebrada por parte del sector educativo. Pero sin embargo, el catedrático de la Universidad de Sevilla, Ramón Espejo, no ve motivos de alegría. A su juicio la ley educativa hace casi imposible que un alumno repita, por lo que sería sorprendente que los datos aumentaran.
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“Esconde mucho que no se dice y que conviene sacar a la luz”, ha apuntado Ramón Espejo, catedrático de la Universidad de Sevilla y autor del libro El laberinto educativo y aprendizaje fake.
“Es de manual: el sistema educativo sigue fingiendo que todo va bien, a base de retorcer la realidad y, de manera cínica, hacer pasar como una mejora en el aprendizaje lo que en realidad es el resultado de medidas para que el desastre educativo sea aún más difícil de percibir por parte de la sociedad”, ha explicado Espejo.
Según el catedrático, apoyar la ‘prohibición’ de repetir curso no es un avance, sino que perjudica al sistema.
“Hay una manera: vaciar el sistema de todo contenido y, de ese modo, claro, dará igual en qué curso esté uno. Si sólo se trata de colorear y hacer murales, repetir curso es obviamente una tontería”, ha destacado.
Según el catedrático, apoyar la ‘prohibición’ de repetir curso no es un avance, sino que perjudica al sistema.
“Hay una manera: vaciar el sistema de todo contenido y, de ese modo, claro, dará igual en qué curso esté uno. Si sólo se trata de colorear y hacer murales, repetir curso es obviamente una tontería”, ha subrayado.
Y, además, ha pedido alejar a politólogos y pedagogos de la gestión puramente docente: “No hay mayor favor que le podamos hacer a un chico o a una chica que hacerle repetir curso si no ha adquirido los saberes y competencias necesarias. Es verdad, perderá un año, lo cual es algo que cualquier alumno puede intuir que va a ocurrir cuando no dedica el tiempo necesario a prepararse y que es relativamente fácil de evitar. Pero esa repetición le manda un mensaje importante a ese alumno: nos importas también tú, que no te has esforzado, y no te lo vamos a pasar todo ni te lo vamos a poner sencillo”.
Espejo ha indicado que “ojalá las familias tomaran nota de este mensaje. O sea, te vamos a obligar, sí, obligar, que me disculpe la Institución Libre de Enseñanza, a recuperar las riendas de tu progreso educativo porque esa infelicidad que ahora te causamos puede terminar siendo algo que nos agradezcas toda la vida”.
Además, ha defendido a los docentes y critica que se les señale por puntuar y valorar el trabajo de sus alumnos como es su función: “Basta de demagogia, de mentiras y de sembrar el odio frente a uno de los colectivos más vulnerables y demonizados de nuestra sociedad. Y basta de pretender preocuparse por los alumnos cuando a uno solo le preocupan las próximas elecciones y medrar en su carrera universitaria”.