TRIBUNA/ La mosca detrás de la oreja
Ángel Coronado incide en este artículo de opinión en la reunión mantenida por el Consejo Municipal de Urbanismo para abordar el plan director de la muralla, cuando las obras ya están en marcha.
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TRIBUNA/ La mosca detrás de la oreja
Como no es posible decirlo más claro ni mejor, y como no pertenezco a ASDEN sino al conjunto de personas en el mundo que vemos con buenos ojos eso a lo que llamamos naturaleza (como nos parece que hace ASDEN), y como no tenemos conocimientos sobre las especies animales ni vegetales ni minerales pero sabemos que descendemos del mono y que de vez en cuando tropezamos como los burros en la misma piedra y además numerosas veces seguidas, queremos hacer lo posible para que naturaleza y cultura, en algo diferentes, no lo sean tanto como para que ocurra lo que ASDEN dice (léase El Mirón de ayer, 10 de mayo de 2022 en su artículo titulado “El Plan Director de la Muralla, al Consejo Municipal”), y no sean tan parecidas tampoco como para que al final, el parque del castillo parezca una selva virgen con hipopótamos y cocodrilos. Me parece que ASDEN va detrás de unos cuantos pajaritos, árboles incluso viejos, que los viejos también tenemos derecho a seguir viviendo mientras la cultura lo reconozca y la naturaleza nos conserve salud, y sobre todo va detrás, como todos nosotros los muchachos sorianos, detrás de aquello que, según se dice (porque se nos dice y a la vez decimos, debería ser lo que fuese detrás) pero no, se nos pone por delante. ¡Esto detrás de los muchachos sorianos!, pero se nos pone delante a la vez que nosotros no queremos, que se nos pongan por delante como hechos consumados y consumidos y como que si no te gusta te aguantas o aguantes. Y esto es lo que a nosotros nos preocupa más y por eso insistimos en ello.
Los Consejos Municipales (¿Territoriales?), yo no sé si de nacimiento, después de haber hecho la primera comunión, o al llegar a los mágicos diez y ocho años, son, que yo sepa y también lo sabe ASDEN, órganos netamente culturales pero tan importantes como el corazón entre los órganos naturales, para que una llamada Democracia funcione. Vamos, un punto en el que naturaleza y cultura se dan tan amigablemente la mano.
Bueno, pues no. La naturaleza cumple intachablemente su papel de ofrecer su mano, y al punto en que tiende su mano franca a la cultura, ésta le hace la cobra.
¿La cultura? ¿La cobra?
Sí. Entiendo que un Ayuntamiento municipal es puramente cultura. Sobre “ayuntamiento” a secas habría que ver. También en la naturaleza hay ayuntamientos entre los machos y las hembras, pero en este caso no nos estamos refiriendo a esa clase de ayuntamientos sino a los Ayuntamientos Municipales como el de Soria o como el de Londres, para poner dos ejemplos cualquiera. Pura cultura. Si al Ayuntamiento Municipal de Soria le quitas la Cultura no queda ni rastro. En Londres igual, y lo mismo en Carrascosa de la Sierra (Soria) o en el Cacabelos gallego. Igual.
¿Y la cobra?
No me refiero con eso a la serpiente homónima. Ni hipopótamos ni cocodrilos ni cobras. Se dice de cuando no quieres dar la mano a alguien, y en público, que le haces la cobra.
¡Ah! ¡Ya! Dices a la gente, con el gesto, lo que no quieres decirles con palabras. Lo entiendo muy bien, se entiende muy bien. Como el ayuntamiento municipal, cosa pura de cultura, cosa pura de cultura, que ahí queda la rima.
¡Muy bien! Yo diría que te llamas Jaimito, el maestro de la cobra.
Y animado a que a partir de aquí nos vamos a entender, prosigo. Oye, ASDEN, me parece que al ayuntamiento municipal hay que repetirle que hay cosas que van delante y cosas que van detrás. Como en la escuela. A la pizarra y con la tiza, escribir cien veces que hay cosas que van delante y cosas que van detrás. Y otras cien veces que lo de delante es la tormenta de las ideas, que llueva que llueva. Lo de la Virgen de la cueva se lo vamos a perdonar para que no tenga que estarse con la tiza todo el tiempo.
Otras cien veces que lo de en medio es a ver lo que hacemos, muchachos, y como sobra sitio, a coger otra vez la tiza y a escribir una sola vez pero con letras mayúsculas, todas mayúsculas y sin faltas de ortografía, para que los muchachos lean lo que hay de lo de en medio, lo que se ha convenido en hacer con los muchachos en el parque del Castillo después de lo primero, que no vamos a repetir lo de la tormenta de las ideas porque lo de las letras mayúsculas es el sol que sale por entre las nubes de la tormenta que ya escampó.
ASDEN. ¿te parece bien?
Me contestó que sí.
Y ya en plan de juerga, con lo de la cobra, nos echamos unas risas con Jaimito. Eso sí, Jaimito estuvo educado. En una de las orejas de ASDEN, por detrás, pude ver, según se marchaba después de los adioses, una mosca bastante gorda posada. Yo por mi parte me guardé la pizarra y el paquete de las tizas sin decirle ni pío a nadie.
Fdo: Ángel Coronado