Solarig presenta documental que muestra camino para luchar contra cambio climático
La docuserie “Hope! Estamos a tiempo” se ha presentado este lunes en Soria para avanzar en la concienciación de la sociedad de la fuerza que tiene para luchar contra el cambio climático, adoptando soluciones que acerquen al Planeta a la sostenibilidad.
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La sede de Solarig, en una de las cúpulas de la energía, ha sido el escenario elegido para esta presentación de un documetnal que aborda una de las principales preocupaciones de la ciudadanía en todo el mundo: ¿Cómo resolver la crisis climática a tiempo, de una forma justa y beneficiosa para la población? ¿Cómo podemos reducir nuestro impacto? ¿Cómo es una sociedad sostenible?
A lo largo de seis capítulos, guiadas por expertas y científicos de renombre internacional, se exploran soluciones reales que ya están regenerando la vida, los ecosistemas, la economía y nuestras comunidades.
El acto en Solarig ha contado con la participación de la concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Soria, Yolanda Santos, la directora general de Sostenibilidad y Comunicación de Solarig, Cecilia Carballo, y el director y productor ejecutivo de la serie, Jaime Bartolomé y Mariano Baratech, respectivamente.
Bartolomé ha recordado que antes de empezar a este proyecto cuando había una rueda de prensa sobre el cambio climático, los científicos siempre decían lo mismo: “si no hacemos algo vamos a morir todos” y al día siguiente el titular en la prensa era “vamos a morir”, lo que es un problema porque, a su juicio, “podemos hacer cosas y sabemos las que hay que hacer”.
“Hay cosas que sentimos como individuos, como ciudades, como pueblos, que no podemos hacer, pero la realidad es que en todo el mundo, y eso fue la maravilla de hacer Hope, descubrimos que había un montón de gente trabajando en Kenia, en Ecuador, en Estados Unidos, en Suiza… en lugares muy diversos y todos se habían dado cuenta de una cosa que es el otro mensaje: el cambio climático es una solución compleja, y no se resuelven con una única solución, necesitan un puzzle de soluciones. Hope quiere mostrar ese puzzle”, ha resaltado.
- ¿Y cómo lo quiere hacer?
- Lo quiere hacer de una manera particular, que es contando las historias de gente que está trabajando en esas soluciones. Como la de esa chavala en Kenia que se va a vivir a una aldea y de repente descubre que hay cortes de luz, y cuando los hay, no se pueden poner vacunas a los niños recién nacidos. Entonces empieza a pensar cómo resuelvo este problema. Y empieza a diseñar sistemas de energía solar autónomos, para que puedan preservar al menos las vacunas y no se estén perdiendo. Diseña un pequeño contenedor. Y luego descubre que las mujeres en Kenia enferman de problemas respiratorios porque cocinan con unas cocinas de coque, que es un subproducto del carbón. Y empieza a pensar como solucionarlo. Es la mentalidad que queríamos retratar en Hope, y que sale a lo largo de los seis episodios, más de 40 soluciones.
- ¿Por qué han presentado este documental en Soria?
- Venir a Soria a presentarlo nos parece que es importante, porque en muchas ocasiones la visión que vemos del cambio climático es muy centralista, muy desde las grandes urbes europeas. La realidad es que las problemáticas que nacen en el entorno rural son diferentes y también las soluciones aparecen con ventajas diferentes. Es muy importante que cuando hablemos del cambio climático seamos capaces de mirar en todas las direcciones. Cuando hablamos de energías renovables, pensamos en nuestra casa y en el coche eléctrico, pero cuando vas a África a alguna de las aldeas donde yo estuve grabando, descubrías que gracias a las placas solares podían arrancar bombas de agua para subir el agua del río en la época de sequia. Y eso suponía que comían verduras todo el año, y que los niños se les dejaban de morir. Esta muy bien abrir la perspectiva, que tengamos la capacidad de entender que al final una tecnología tiene un uso diferente en España que en otros lugares del mundo. Y ese es también el reto al que nos enfrentábamos en Hope.
- ¿Cuál ha sido el objetivo de este documental?
- Para nosotros, el objetivo es que esta serie sirva para que quien la vea, al terminar, sienta el impulso de decir “que es lo que puedo hacer yo mañana para aportar”. Se trata de que cada uno se pregunte lo que puede hacer porque desde demasiado tiempo hemos recibido ese discurso de vamos a morir todos, no podemos hacer nada. Sigue habiendo margen para las soluciones. No podemos permitir que estas cifras nos hagan sentir que ya vamos tarde, ya no llegamos. No es verdad. Si llegamos al 1,5, llegaremos al 1,5, pero si hay algo que aprendi en estos tres años es que es muchísimo mejor que el 1,7.. El que dice que es igual tiene un interés oculto.
- La docuserie se extiende en seis capítulos ¿se pueden resumir?
Son seis capítulos. Los paraguas que unen los temas de cada episodio son bastante elevados, es decir, no hay un capítulo donde se hable solo de electrificación, u otro de agricultura… porque creíamos que había un peligro. Y el peligro era que la gente creyese que ya lo sabe todo de electrificación, por poner un ejemplo. Con lo cual buscamos otro tipo de analogías o ideas paraguas que sirviesen para cubrir cada capítulo. Entonces el primer capítulo nos habla de lo importante que es entender que estamos ante una gran oportunidad. El capítulo dos nos habla de la importancia de hacernos las preguntas correcta cuando estamos ante un problema y ser capaces de visualizar esas soluciones. El capítulo tres nos habla de la capacidad para la metamorfosis, para el cambio. Habla de gente que ha vivido grandes transformaciones en su relación con el Planeta. Como un tipo que empezó disparando a gaviotas en un barco pesquero y terminó montando un movimiento global de cultivo de algas en el mundo. Y tenemos el capítulo cuatro que nos habla de soluciones invisibles, de cosas que no se ven pero que están ahí. Y en el capítulo cinco hablamos un poco de lo importante que es imaginarnos un futuro y partimos ya de la primera vuelta al mundo que dio alguien en un avión solar. Y decía que tenemos que entender que cuando estamos en periodos de cambios nos cuesta mucho entender hacia dónde van los cambios. Y el capítulo seis está vertebrado en torno a la figura de una mujer de Ecuador, indígena, que da una perspectiva marginal pero que creíamos imprescindible. Al final hay dos voces que se oyen menos el mundo –pero cada vez más, afortunadamente- que son la de las mujeres y la de los pueblos indígenas.
- Zonas despobladas como Soria, que papel pueden desempeñar en la lucha contra el cambio climático? ¿Se puede pensar en que conseguirán su desarrollo?
- Nosotros sí que hablamos en el capítulo 1, de los problemas de la desertificación. Y de cómo revertirla porque hacer los territorios habitables es fundamental. Hay un problema de fondo, que es sociológico, añadido al ecológico, pero cuando hablamos de los criterios para las soluciones de Hope, uno de ellos es que no queríamos soluciones que fuesen tecnológicas y elitistas. Es decir que fuesen solo aplicables en un entorno urbano o gente con muchos medios. Con lo cual sí que hemos intentando mantener esta perspectiva. La historia que contamos es como un grupo de gente está intentando en el altiplano murciano-almeriense, que es una comarca donde llueve muy poco, están haciendo un esfuerzo por revertir la desertificación, a base de repoblaciones y de la gestión del poco agua que cae. Es muy espectacular y está basado en una experiencia previa en China, que es algo poco conocido pero donde consiguieron frenar la desertificación en un área que equivale a la Península Ibérica. Y de hecho consiguieron que esa población, que era muy pobre, de repente en una generación estaban mandando a sus hijos a la universidad y llevando una vida digna con el cultivo del campo. No nos hemos centrado específicamente en un territorio como Soria, no hay ninguna historia soriana en Hope, pero sí que hablamos de ese enfoque. Lo que no nos parece bien es convertir territorios en solares que producen cosas para otros territorios.