Fundación naturalista denuncia exposición de niños a espectáculo de toro jubilo
La Fundación Franz Weber ha condenado esta mañana la asistencia de niños para visualizar el Toro Jubilo de Medinaceli de este pasado fin de semana, donde los menores han podido presenciar lo que han calificado como sufrimiento del animal y la violencia que rodea al evento.
El toro jubilo regresa a la noche de Medinaceli con dos posturas enfrentadas
Así, han denunciado que tanto el Ayuntamiento de Medinaceli como la Junta de Castilla y León han ignorado de forma deliberada las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, realizadas a España en 2018 y a todos los Estados parte en 2023.
FFW ha señalado en un comunicado que las objeciones del Comité eran muy claras: adoptar medidas para alejar a cualquier menor de la exposición a estas violencias, que luego contribuyen a banalizar otros comportamientos crueles, también con iguales o adultos.
Las imágenes de redes sociales y algunos medios han dejado a su juicio un panorama preocupante: menores expuestos a un riesgo psicosocial y moral por la falta de responsabilidad de los adultos, que prefieren habituar en la violencia a sus propios hijos que promover un aprendizaje basado en valores éticos.
De este modo los naturalistas se han preguntado si el ejecutivo castellano y leonés confía lo más mínimo en la Convención Internacional de los Derechos del Niño o si consideran que es otro papel mojado que no vincula en absoluto a sus Consejerías en materia de políticas públicas a aplicar.
Los naturalistas han recordado que esta convocatoria fue declarada “Espectáculo Taurino Tradicional de Interés Turístico” de Castilla y León en 2002, abundando en una actividad que expone a niños y adolescentes a la violencia sobre un bóvido entre comentarios positivos y refuerzo de familiares y asistentes.
Ahora, la propia Junta pretende declararlo “Bien de Interés Cultural” de carácter inmaterial, reforzando una práctica aberrante en el ordenamiento jurídico autonómico y buscando su “blindaje” frente a las acciones legales que arrastra.
Rubén Pérez, coordinador de la campaña Infancia Sin Violencia, ha asegurado que "las tradiciones deben mostrar signos de evolución y adaptación a las diferentes realidades sociales. Es evidente que presenciar el sufrimiento de un animal para un niño supone un choque psicológico, y por ello, como mínimo, debería prohibirse su presencia como parte espectadora.”
“En esta Legislatura hemos visto a una Junta de Castilla y León especialmente preocupada por sostener la tauromaquia en la comunidad, regando con miles de euros a escuelas taurinas, fundaciones madrileñas o incluso creando premios para repartirse el sector. Esto no respeta la mínima lógica", ha señalado.