Monseñor Martínez Varea ya es obispo de Ciudad Real
Alrededor de 1.500 personas han presenciado esta mañana en la Catedral de Santa María del Prado la toma de posesión de don Abilio Martínez Varea como Obispo de Ciudad Real.
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Cientos de estos fieles han podido participar en la misa desde los jardines del Prado, a través de una pantalla que se ha instalado para la ocasión.
Además de los 153 sacerdotes que han concelebrado (119 de Ciudad Real, 13 de Osma-Soria, 9 de la diócesis de Calahorra, La Calzada-Logroño y 13 de otras diócesis), han acompañado a Mons. Martínez Varea en su toma de posesión un total de 23 obispos de toda España.
Entre ellos, el cardenal arzobispo de Barcelona, Mons. Juan José Omella; el arzobispo de Toledo, diócesis Primada de España, Mons. Francisco Cerro, y el arzobispo de Granada, Mons. José María Gil Tamayo. También cabe destacar a los arzobispos eméritos de Toledo y Zaragoza, Mons. Braulio Rodríguez y Vicente Jiménez que fueron obispos de Osma-Soria. Junto al resto de fieles, han participado en la celebración el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page Sánchez; el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares Jiménez y el alcalde de El Burgo de Osma-Ciudad de Osma, Antonio Pardo.
El obispo de Ciudad Real, por razones históricas conserva el título de prior de las Órdenes Militares españolas. Por esta razón, varios caballeros han participado en la misa.
Ceremonia
La celebración ha comenzado con la recepción del nuevo obispo en la catedral.
Acompañado del arzobispo de Toledo, metropolitano de la Provincia Eclesiástica de Toledo, Mons. Francisco Cerro Chaves; y del administrador apostólico de Ciudad Real, Mons. Gerardo Melgar Viciosa, el obispo electo, Mons. Abilio Martínez Varea ha sido recibido por el Colegio de Consultores y el Cabildo Catedral en la Puerta del Perdón del templo.
Allí, el presidente del cabildo, Bernardo Torres, le ha dado a venerar el lignum crucis, una reliquia de la cruz de Jesucristo, que Mons. Martínez ha besado; y el acetre, con el que el obispo electo se ha asperjado a sí mismo y a la comunidad reunida.
Después, los sacerdotes y los obispos se han dirigido a la capilla del sagrario de la catedral, donde han rezado unos momentos.
Después del acto de recepción, ha comenzado la misa de inauguración del ministerio pastoral de don Abilio
. El que también fuera obispo de Osma-Soria, Monseñor Gerardo Melgar, como Administrador de Ciudad Real; ha presentado al nuevo obispo y después ha tomado la palabra Mons. Roman Walczak, consejero 1.º y Jefe de Negocios de la Nunciatura Apostólica en España.
Al término de las alocuciones, el canciller-secretario general del Obispado, Juan Carlos Fernández de Simón, ha presentado las Letras Apostólicas del papa León XIV con el nombramiento del nuevo obispo al Colegio de Consultores, leyéndolas a continuación. Justo después, el nuevo obispo, Mons. Abilio Martínez Varea, ha tomado posesión de la cátedra de Ciudad Real, mientras ha recibido el aplauso de toda la comunidad.
En sus primeras palabras a la diócesis, Mons. Abilio Martínez Varea ha realizado el recorrido biográfico que le ha llevado hasta la diócesis manchega dando gracias a Dios "porque el Señor se ha hecho presente a lo largo de toda mi vida: en Autol, Roma, Aldeanueva de Ebro, Salamanca, Logroño, la diócesis de Osma–Soria,… y ahora aquí, en esta querida Iglesia de Ciudad Real".
"En una tierra marcada por la cultura del vino", ha dicho el obispo, las palabras de Jesús sobre la vid y los sarmientos "nos resultan especialmente cercanas".
Citando al papa Francisco, el que ya es prelado de Ciudad Real ha subrayado la necesidad recíproca de pertenencia de la vid a los sarmientos, haciendo hincapié en la necesidad de estar unidos a Cristo.
En segundo lugar, don Abilio ha hecho una llamada a ser «piedras vivas», subrayando que "la comunión eclesial no nace del esfuerzo humano solamente, sino de nuestra unión con la Trinidad" y explicando la llamada a que la Iglesia se abra a todos para que todos participen en su construcción.
En tercer lugar, ha hablado de los pastores, presentándose "con el corazón dispuesto al servicio y a la comunión. Como obispo, deseo trabajar para fomentar la comunión entre todos los bautizados que formamos la Iglesia diocesana de Ciudad Real", ha apostillado.
Por último, Mons. Martínez Varea ha recordado a "los grandes santos que ha dado esta querida tierra": santo Tomás de Villanueva, san Juan de Ávila y san Juan Bautista de la Concepción.
Ha tenido también presente al beato Narciso Estenaga, obispo de Ciudad Real que «no dudó en ofrecer su vida por su rebaño, permaneciendo fiel hasta el martirio».
Para concluir, ha pedido la intercesión de la Virgen María en su advocación del Prado, para que «nos cuide y haga de esta Iglesia diocesana una comunidad viva, fraterna y misionera».
Al concluir la celebración, el nuevo obispo de Ciudad Real ha recibido las felicitaciones de las autoridades civiles, militares y eclesiásticas, además de los fieles que han participado en la eucaristía.