TRIBUNA / Alma de cántaro
Leonor del Río, con ironía y certeras observaciones de la realidad soriana, llama la atención en este artículo de opinión sobre la poco seria actitud esquiva del alcalde de la ciudad frente a pequeños-que no lo son tanto- y grandes problemas cuya solución es competencia suya, y le anuncia, de seguir por ese camino, flacos resultados electorales.
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TRIBUNA / Alma de cántaro
Dedicado al Alcalde de Soria, que se empeña en dejar de serlo.
Pero, hombre de Dios, Alcalde, alma de cántaro, que parece que la tiene tomada con los espacios más queridos por l@s sorian@s. Y mire que comenzó bien la cosa con la senda del Duero hacia los pagos garreños; comenzó bien, pero al llegar a la zona del Arenalejo el proyecto se ahogó no se sabe si por no contar con la colaboración del Ayuntamiento de Garray o la de algún particular propietario de terrenos y álamos que pasaron a mejor vida (eso sí, con todos los permisos en regla; pero, ¿qué papelón jugó el Ayuntamiento que Vd. preside en tamaño arboricidio que nos robó la deliciosa sombra veraniega?). Alguna poderosa fuerza frenó su ímpetu ecologista, sin duda.
Y a partir de ahí comenzaron sus cabezazos contra las paredes de la razón. Eso sí, en sus desvaríos urbanísticos utiliza chichonera de primera calidad. ¡Qué aguante! ¡Qué tozudez! ¡Qué empeño en empeñarse y despeñarse! No le extrañará que le adjudique tan oportunas palabras: “La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra… ¿descordura?” (aquí la memoria me abandona, le ruego me disculpe).
Veamos. El primer paso, que no el más largo, en sus sucesivos empeños contra los más elementales principios que la razón dicta, fue la autorización para rematar el poco afortunado paseo del Espolón con un perfecto embudo que soliviantó -y solivianta- a los más templados espíritus del barrio y la ciudad. Nadie puede entender su cerrazón en asunto tan sencillo de resolver con un mínimo coste económico, salvo, naturalmente, los autores del atropello urbanístico. Ahí comenzó su permanente “mantenella y no enmendalla” caiga quien caiga, aunque sea el biempensante Procurador del Común. Claro, que concejala tiene en su equipo que quiso levantar y desplazar “a pulso” (con un par) el perfecto cerramiento de la Dehesa; cuidado, cuidado.
La joya de la corona, ¡el Cerro de los Moros! Mire que le han explicado con todo detalle cuál era el camino, sin coste para el Ayuntamiento, para detener la tropelía que significaría urbanizar y plantar una horrible barriada en uno de los paisajes sorianos que, aparte de sus valores culturales que ustedes parecen ignorar (¿dónde está el Sr. concejal de Cultura? ¿No le avergüenza su seguro que impuesto silencio?), encierra una enorme potencia de desarrollo paisajístico, deportivo, económico, etc. etc. Pues no, se empeñó primero en los famosos 44 millones de segura indemnización; entendió –parece- lo absurdo del argumento, pero, ay, ¿qué me dicen de los derechos de los propietarios del suelo?; idem de idem, pero, ay, ¿y la espada de Damocles de la reclamación de 2 millones de quienes se burlaron de Soria y l@s sorian@s?; idem de idem, nada que ver, pero siguió –o sigue, vaya Vd. a saber-, aferrado al “mantenella y no enmendalla”. Y en eso estamos.
Para que la fiesta continuara desplazó sus huestes a Valonsadero. ¡A talar, a talar! ¡Tararí, tarará! De golpe y porrazo otro arboricidio (pobres chopos), pero esta vez de propia iniciativa municipal y ya sin remedio, con el consiguiente desfalco de la fresca sombra en la pradera (¿no conoce la expresión “por fases”?) y en las riberas del pequeño Pedrajas. Y mire que se le advirtió, no tendrá el cuajo de negarlo. Adiós a las siestas veraniegas, adiós a las tertulias de la sobremesa amenizadas por las voces y los juegos infantiles. Llevaremos silla y sombrilla para contemplar el crecimiento de los nuevos arbolitos.
Aplaudimos la presentación del proyecto de paseo por la margen derecha del Duero hasta Los Rábanos. ¡Por fin una iniciativa fecunda! ¡Un magnífico anticipo del futuro parque fluvial! ¿Cómo suena un globo al vaciarse? ¿puuuffffff? ¡Vaya por Dios, otros propietarios que no colaboran! Pero, ¿no dispone el Ayuntamiento de medios sobrados para obtener los terrenos, los pocos terrenos, necesarios? Medios legales y medios económicos. Pero ya se sabe, la propiedad manda, así que ¡a mandar! Y aquí paz y… Por cierto, Alcalde, ¿no va a dejarse la piel en la tarea de lograr que Golmayo lleve sus aguas residuales, o sea, sucias, a la nueva depuradora de Los Rábanos? ¿Va a mirar para otro lado cuando compruebe que con la mierda de Golmayo independiente será inviable un parque fluvial en Soria? ¿O piensa que el río Golmayo no acogerá los vertidos “accidentales” de la depuradora independiente? Póngase las pilas, no espere ni un día más.
El pasado invierno ha atacado con sus huestes taladoras algunos valiosos ejemplares de coníferas en el Alto de la Dehesa. Han podado sin compasión una majestuosa secuoya que destacaba por su singular belleza, así como varios cedros próximos y otros árboles, sin posible justificación botánica ni estética. Por suerte, aquí parece que llegaron órdenes de retirada, quizás porque la campaña se debía desplazar ¡al Castillo!
¡Santa María de las Viñas! ¡Cuerpo a tierra, que ataca el Alcalde! ¡El Castillo! ¡El Castillo y la muralla! Como la canción, o casi: “¡saca la muralla!”. Porque, al parecer, de eso se trata, de sacar la muralla destrozando para ello una hermosa colección de árboles que ya forman parte del parque en zona muy concurrida por sorianas y sorianos. Y vuelta a empezar. “Tenemos todas las autorizaciones”. “El proyecto está aprobado” (sólo faltaría, con las obras adjudicadas). “Vamos a hacer un estudio de todos los árboles” (pero entonces, ¿qué autorizaciones tiene?, porque para estudios no se precisarán, ¿verdad? Amén de que los estudios, hasta ahora, eran previos a los proyectos y a las obras). ¡Virgen de los Remedios socórrenos, te rogamos, socórrenos!). ¿No será suficiente “sacar” el frente de muralla que da a la calle asfaltada? ¿Y tanto molestan unos pocos cedros para que luzca ese paño de modesta muralla? Y sí, promete la participación ciudadana… ¿para colaborar en la tala? Porque, como los estudios, eso se hace antes, no al final. ¿No lo entiende?
En resumen, dilecto prócer municipal, quítese de una vez el gorro de Juan Palomo y escuche a l@s sorian@s, que, aunque sólo sea por la mala costumbre de pasear y pasear sin pausa, conocen bien los hermosos parajes de su ciudad. Saben de cada árbol, de cada piedra; aman sus praderas y su río; gozan de sus paisajes (las visuales, que diría su concejal-senador). Y atesoran una sabiduría natural que es una pena ignorar. Póngase a su lado, alma de cántaro, ¡escuchel@s! y aplíquese a resolver los problemas que su tozudez ha creado. Tiene la capacidad y los medios necesarios, no malgaste ni la una ni los otros. Nos lo debe.
En otra ocasión hablaremos del urbanismo, que, en manos de los promotores de viviendas, está consiguiendo hacer de Soria, de sus nuevos barrios, una ciudad fea, hecha a base de barrios dormitorio que son cualquier cosa menos una ciudad moderna. ¿Cómo es posible que en los quince años que el PSOE lleva gobernando en Soria no se haya iniciado siquiera la revisión del Plan de Ordenación que aprobó el PP en 2006?
Por lo que a mí, votante tradicional del PSOE, respecta, le confieso, afectada en mis ilusas esperanzas por sus decepcionantes actuaciones en los asuntos que le he recordado, le confieso que, si no rectifica orientaré mi próximo voto hacia el único partido político que parece estar siempre del lado del legítimo interés de l@s sorian@s; he procurado seguir los Plenos del Ayuntamiento, y ahí sólo encuentro la clara voz de Unid@s Podemos; del resto no consigo descubrir ideas ni iniciativas que aplaudir.
Fdo: Leonor del Río