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TRIBUNA / 5ª planta - Pajaritos II y caducidad: Alcalde

Saturio Hernández de Marco, abogado y secretario de primera categoría de administración local, incide en este artículo de opinión en la caducidad de los expedientes urbanísticos y en las modificaciones puntuales tramitadas en el Ayuntamiento, como la realizada para legalizar la quinta planta de Los Pajaritos II.

TRIBUNA / 5ª planta - Pajaritos II y caducidad: Alcalde

Esto de la caducidad es como muy especulativo, pero es muy real y a esos efectos la caducidad puede, incluso, darse de afirmaciones determinantes de un debate, 18-5-23, de que se va a demoler tal o cual cosa, pero eso no es así, porque contra esa determinación, como si fuera terminante, que no se va a ejecutar de inmediato, cabe recurso, si lo hay, petición de suspensión de la demolición, si la hay, habrá sentencia, que es recurrible, si se recurre habrá otra sentencia, que normalmente no será recurrible en casación, unos meses después llegará al Ayuntamiento la firmeza, y el Ayuntamiento habrá de poner los medios para demoler, si se confirman los actos, y si no se confirman se abre plazo de exigir responsabilidad: vamos 5 0 6 años y una corporación similar: y ¿eso está caducado?.

Parece que no, pero sí existe zozobra e incertidumbre, y sin permutita.

Y en ese entretanto, la o las viviendas de la quinta planta se ocuparán o no; tendrán licencia o no; tendrán suministros y no de obras, o no; subirá el ascensor hasta la quinta planta o no, y si no sube cómo lo hará en el futuro, si la propiedad tiene una sentencia estimatoria; vamos todo en la zozobra más intensa.

Y en el Registro de la Propiedad qué; inscrito el bloque con cinco plantas, o con cuatro.

Y si en ese tiempo se aprueba la modificación puntual del Plan general, la permutita y la ejecución ya con cobertura: qué, retirarán el recurso o sólo exigirán al Ayuntamiento responsabilidad, o, quizá, nada.

Y es un hecho el de la caducidad de todo y de todos, y el que no se lo crea peor para él-ella-elle, e incluso será caduco el hablar de hoy por mucho que nos haga gracia, porque de inclusivo o de “empoderado” no tiene nada, y menos de igualdad de las cosas y de las personas, -las cosas no son iguales, las personas tampoco, ni en sus propios ámbitos-, y eso ni es malo, ni es bueno es la realidad de lo que, cotidianamente, se ve o, más bien, se observa.

Esto viene a cuento de las propuestas a miles, en Soria, sólo a decenas, por lo irrelevante que se es, aunque sea irrelevancia, que permite a unos cuantos vivir y transitar por ese mundo, sin haberse bajado del coche y escolta oficial, es notoria y cada vez más se da cuenta el común vulgo, como este comentarista, que espera llegar a convencer a un amigo que, aún, piensa que los denominados políticos están para algo, y “ya” no llegan ni a mantener el número de “botox”, (pues los puestos públicos les han cambiado la configuración)-votos que en un pasado parece que tuvieron, pero no se han atrevido a que se revalidaran o se pudieran revalidar-validar y de futuro, quizá. Eso es aleatorio.

Y quizá habría que indicar, la caducidad no es del territorio, es de ellos/as, de los, de las que dicen eso, porque se ven alarmados/as por si no vuelvan o vuelven a repetir, así se lo han dicho, los que les ponen, y hay algunos/as a los que repetir dentro de cuatro años les puede dar igual por, ya, haberse o ser vencidos por el tiempo, y que el mismo les derrote.

Hay algunos que dicen que si no se renuevan caducarán sus expectativas, y habría que preguntarle a ese o a esa, si pensaba que las tenía, diciendo entre otras monsergas que arreglaría el Cerro, con solo 300 casas, -[más bajitas que diría quien se da de “eco-válida de la nada”, por haber siempre estado con el poder más rancio y ahora en un número de lista de las que pueden no salir, en nada, y tendrá que volver, para decir que hace algo por el mundo, a “organizar paseítos de la nada y ni siquiera del mar de los sargazos]-”.

El aferramiento a una cosa, caducada, claro, no es significativo, ya que ese hecho transcenderá al propio funcionamiento.

En estos días están apareciendo noticias sobre que tal quinta planta, o tal edificabilidad está “solucionada”: una porque se ha ordenado y finalizado el expediente con la obligación de demolición; la otra porque ya está todo pergeñado o por otro lado que se admitiría unas 300 viviendas que dice alguien, eso sí, sin pensar en lo que es preciso para llegar a eso, (vamos unos cinco años, si tiene votos para ello, que no tiene, ni esperándolos de la tómbola, elecciones medio, o de por medio).

Como hemos narrado el procedimiento, no vamos a reiterarlo, pero, fundamentalmente, para que no me diga, mi amigo, que los comentarios son excesivamente extensos, que, para mí, no lo son, ya que como hacerte entender si no explicas o te esfuerzas en explicar el procedimiento, si eso se lo pretenden saltar los que dicen que deciden y se olvidan de los que han de ser notificados, y pueden recurrir, incluso ejerciendo la acción pública urbanística; eso se ha dicho que existe o está en el más lúgubre calabozo del Ayuntamiento con llave de … quién.

Pues eso ocurre aun con caducidad de las cosas, y de las personas y de su relato, como la cuestión o materia de los territorios sin nadie, y sin posibilidad de que en los mismo haya asentamiento de población, que es un requisito o exigencia para que las cosas, personas y actividades puedan seguir y tener algún efecto, ya que, en caso contrario, se encuentra la caducidad y la nada.

Pero es que, por cierto, las cosas siguen, aun sin nadie, pues los territorios no caducan, sí los quehaceres de las personas, cada vez en menor número, que resisten y no se van de esos sitios o lugares en relación a los cuales no hay, normalmente, reales iniciativas para favorecer esos asentamientos que son esperados y esperables.

Dicho eso, sí se ha de indicar que al hablar hoy de la caducidad de las personas, y de sus iniciativas, y de sus actividades y de sus servicios en donde habitan, se está, preferentemente, señalando la desaparición de efectos y consecuencias, por eso existe la caducidad.

Y se ha de estar de una cierta enhorabuena en que Soria haya  crecido un “poquito”, (como lo de las permutitas a doquier), para así solventar la afirmación de que el Alcalde hace algo, que ciertamente lo hace, como ordenar la terminación con demolición de la Quinta planta, aunque se olvida de adoquilandia, certerísima Carta en el Mirón de Blanca Casado del 17.5.2023; o lo hace con el pergeño en el Cerro, y aquí volvemos a recordar a F. García sobre que Ayuntamiento y promotores no se “molestarán”.

Pero junto a ello y con independencia de esos titulares de poderes públicos que como dice Mario González quieren el voto para seguir haciendo lo mismo, es decir nada, recordamos a los que no se han querido presentar, se alejan de lo que hace la real sociedad civil, como por ejemplo el recurso contra el Callejón del Espolón, en relación al cual el Ayuntamiento se dice por la Asociación recurrente que no les ha notificado nada.

Tampoco es de extrañar, porque tampoco han notificado nada previo, y obligado era, con el adoquinado salvaje, o adoquilandia.

Es por ello que la caducidad o sin efecto de las cosas llega a pasos agigantados y la expande en todos los aspectos, si no, Alcalde, qué es lo que espera: ah, pues seguir y seguir con esa cara y esa querida mayoría absoluta que, ya, tiene, pero ¿y hará por revalidar o revalidarse?, pues seguro, porque lo que existe en el conjunto no llega, ni llegará sobre todo con propuestas como lo de las 300, o lo del Calaverón y cosas similares, pues ir a rebujo o rebufo de lo que están haciendo otros, sin  ideas nuevas, que no han tenido anteriormente, ni por asomo, no genera confianza y no generará, porque no existe continuidad como si lo de antes hubiera estado bien, que no lo ha estado. Y, además, no han hecho nada más que ir por el Collado, mirando a lo alto para no saludar a nadie, y solo han dicho que se oponen sin saber cuál es la alternativa, que no tienen, salvo pagar y pagar a los “pobres” propietarios del Cerro.

 Las tesis de Mario González y que, con razón, ha expresado en reiteradas Tribuna en el Mirón, última Tribuna de 3-4-23, con el título de “Vaciada por atontada”, son las que llevan, inexorablemente, a que todo se vacíe y caduque y claro también el alcalde y más quien pretende serlo, varios-varias, pero sin haber hecho nada antes.

Y eso se lo han dicho, que caducarían, ¿no? y eso apareció en prensa sobre todo porque, caducando si no ganan, no es-no son mantenible/s los puestos de poderes públicos, cuando esa situación que hay se le está a eso, haciendo imperecedera, casi, y que no le, que no les muevan el sillón. Y si se lo mueven qué hacer: la nada, imposible e inasumible, están caducados.

Es decir, la caducidad se refería a la persona y situación del de los que hace/n ese tipo de declaración-declaraciones, que ya llevan muchos cuatrienios, sin hacer nada, y manteniendo un convenio insípido, y diluido por su ineficacia, el del Cerro de los Moros, o el adoquinado salvaje en contra de la población, o el embudo embudado del espolón, o la admisión de más de 27 modificaciones de plan, sin hacer nada, porque sólo votar en contra no es suficiente: y eso se ve, pues votar en contra o abstenerse es decir que sí, si no se acompaña con el correspondiente recurso contencioso; y tienen dinero público, el que reciben como grupo para esos gastos; eso se ha visto en la última sentencia de anulación de un acuerdo municipal sobre créditos presupuestarios.

Pero bueno, dejando a un lado lo anterior, lo importante es señalar que la caducidad no es de Soria, ni de su territorio, esa situación sobrevive a todo, como el paisaje del Cerro o la importancia y belleza de los Bienes de interés cultural.

Sí ocurre que hay que solventar, con especial acidez, la crítica, evidentemente ha de ser desabrida, contra el quehacer de la nada de propuestas de subterfugios de apariencia, para que sigan las cosas igual; eso es lo de los 100 folios que se dicen de alegaciones sobre el Cerro de los Moros, (qué trabajos nos manda el Señor), o cuestiones similares que no se han planteado como “ninguno nos vamos a hacer daño”, que diría Fernando García en Tribuna en el Mirón el 19.3.23, pues ni el Alcalde, ni la propiedad se van a hacer daño, y nadie se ha planteado los 19 millones de urbanización, que la propiedad ha publicado en la WEB municipal, en la publicidad por iniciativa privada promovida.

Y, además y, nadie, nadie, se ha preocupado de señalar cuánto tiene que invertir, [parece poco importante, pero lo es, porque el Ayuntamiento tiene que poner una cantidad de tantos ceros para una sola cosa que no parece viable, por falta de liquidez],el Ayuntamiento en los sistemas generales externos de la Unidad, de su competencia, conforme a la Ley autonómica. Y eso se incrementaría con sólo las 300 viviendas que ya fueron expresadas de que se podían hacer una asociación, y eso ya lo he escrito en anteriores Tribunas; pero claro no se han leído nada, porque si leyeran, no dirían cuestiones como lo de las 300, que necesitan tantos trámites que ni siquiera no los han pensado, ni mínimamente.  

Vamos en lo sencillo unos … millones, yo señalo que unos diez e incluso con la “ridícula propuesta” de las 300, que no se sabe cómo se articularían, que no es si no con modificación puntual del Plan y con votos municipales que implique y sean mayoría absoluta, que no va a tener quien propone lo ridículo o de clara incoherencia de los nuevos.

Porque qué razón hay para decir -si tiene la nueva artista en el escenario idea o ideas de lo que dice, que no parece, nadie parece que se los haya escrito o enseñado y no es de la incumbencia de la parte que dice eso-. la que el resto se les compensa con “otra permutita”, cuando por no haber desarrollado los instrumentos de planeamiento, plan parcial, de urbanización, y compensación no tienen derecho a la edificabilidad, y eso lo dice la ley autonómica y el Tribunal Supremo, o es que las propuestas se hacen por “ocurrencias o a salto de mata”, y no se lee nada, parece, pues es anticuado defender subrepticiamente a los que participaron en ese convenio del 2006 diluido y sin contenido real, y que no derechos, salvo defensa de posturas ineficaces e inválidas.

Y sin sentido porque eso requiere el acuerdo de los promotores que no tienen ningún derecho a lo previsto en el Plan; ¿eso se lo han fundamentado o se dicen cosas apriorísticas por generales sin pensar; o están motivadas en lo concreto?.

 Y eso que como no se han leído nada, ni los papeles del Ayuntamiento, no ya a los comentaristas, que sabemos algunos que no somo nada, por mucho que alguno o alguna crean que hasta trabajan con escritos y alegaciones -100 folios, qué trabajos nos manda el Señor-, pero que no han sido capaces de publicar las alegaciones y todo el expediente en un link para acceso universal.

Que, por cierto, sí ha hecho Podemos en relación a su programa, y, a la vez y ya, podría haber aprovechado para publicar otros link de documentos.

Por otra parte, nadie de los que se dicen contrarios a la edificación han explicado, nadie ha enseñado el informe de la arquitecta del Municipio, del que se menciona en un pleno del estado del municipio, pero que nadie ha explicitado lo que dice, y nadie ha señalado que se haya o no notificado a la propiedad.

Nadie ha indicado el por qué no ha existido por el Pleno del Ayuntamiento acuerdo de no cumplimiento por los promotores, nadie ha dado plazo de cumplimiento del acuerdo de instrumentos de planeamiento y de desarrollo, nadie ha computado el plazo  y no les preocupa.

Y hasta cuándo durara la situación, como dice F. García, como no se van a hacer daños a reclamarse, ni daño Alcalde y propiedad, indefinido el tiempo.

Y Soria sigue sin estar caducada, y los poderes públicos serán caducados, porque los poderes públicos pasarán, igual que los comentaristas, pero el territorio y su composición seguirá y con población mayor o menor, pero con población.

Y en lo dicho por el Alcalde sobre reclamaciones por el Cerro, no pasaría nada que se pusiera en un link, igual que las alegaciones esas de los 100 folios, que tanto lo de las reclamaciones, como lo de las alegaciones, y no queremos, no debemos querer que, melifluos escribas, nos cuenten, a su manera, el sentido según ellos de esas reclamaciones o esas alegaciones.       

Y, por otra parte, seguirá siendo necesaria la compatibilización de actividades diversas, incluso en el urbanismo, eso lo pone de relieve con especial brillantez Félix Villalba el 4.3.23, en Heraldo de Soria.

En el mismo sentido la publicación del “Día de Soria”, del 1.4.2023 “Emprender en tu pueblo”, por vivir en donde se nace, noticia muy agradable e importante que acredita y refuerza la necesaria compatibilización de actividades, las cuales no son excluyentes como pretenden tanto “intelectual por sí y asimismo llamado”, y que lo único de lo que se preocupan es que en el “ratito” que están no oigan ni una conversación, ni un olor que aspirar, no sea que se les estropee su fina pituitaria y el preciso reposo en su intelecto que no lo mueven ni para pensar, caducado por eso, caso de que alguna vez lo hayan hecho o movido, quizá salvo para recoger setas.

Eso lo sabe el que con mano de hierro dirige como almirante todo, y eso permitirá renovar mayoría absoluta, ¿o no?.

 Fdo.: Saturio Hernández de Marco

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