Soria rinde homenaje a los 188 policías nacionales asesinados en actos terroristas
La Comisaría Provincial de la Policía Nacional en Soria ha acogido esta mañana el acto conmemorativo del Día de las Víctimas del Terrorismo en la Policía Nacional, instaurado oficialmente en enero de 2024.
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Se trata de la segunda ocasión en la que se celebra esta jornada en la provincia, en torno al 16 de junio, fecha elegida por ser el aniversario del asesinato de la inspectora jefa María José García Sánchez, primera mujer policía víctima del terrorismo, asesinada por ETA en 1981.
El acto ha estado presidido por el subdelegado del Gobierno en Soria, Miguel Latorre, y por el comisario principal jefe provincial, Francisco Moñux.
En su transcurso se ha rendido tributo a los 188 policías nacionales asesinados entre 1968 y 2015 por organizaciones terroristas como ETA, GRAPO, MPAIAC, FRAP o el Movimiento Ibérico de Liberación, además de recordar a centenares de heridos y a sus familias.
Uno de los momentos más emotivos del acto ha sido el recuerdo a Bernardino Ortega Ransanz, policía nacional natural de Boos (Soria), asesinado por los GRAPO en Madrid en 1988 mientras prestaba servicio en las oficinas del DNI.
Su familia ha recibido una placa conmemorativa como testimonio del afecto y gratitud de la sociedad soriana.
Durante su intervención, el subdelegado del Gobierno ha afirmado que este homenaje “es una expresión de memoria, de respeto y de firme compromiso con quienes, desde el servicio público, ofrecieron su vida en defensa de nuestra libertad, nuestra democracia y nuestro Estado de Derecho”.
Ha añadido que los policías asesinados “no eran solo agentes del orden, sino padres, hijos, hermanos, compañeros y amigos. Personas con sueños, proyectos, vocaciones y lealtades, truncadas por el fanatismo y el odio”.
Latorre ha subrayado el papel fundamental de la Policía Nacional en la defensa del orden democrático, también en la provincia de Soria: “Gracias a sus mujeres y hombres, los sorianos viven más seguros, más protegidos y más libres. La ciudadanía lo sabe. Lo reconoce. Y lo agradece”.
El subdelegado ha reivindicado también el valor educativo del acto: “No es solo un homenaje. Es un mensaje a las generaciones futuras: para que no olviden el precio de la paz, para que sepan que nuestra democracia se construyó con dolor, pero también con esperanza y con coraje”.
En este sentido, ha recordado que la lucha contra el terrorismo “sigue presente con nuevas formas, y debe combatirse con unidad, legalidad, memoria y tecnología”.
Por su parte, el comisario Francisco Moñux ha destacado que “las fuerzas de seguridad del Estado son la primera línea de defensa de las instituciones. Los terroristas atacaron a los policías como símbolo del Estado democrático que querían destruir”.
Moñux ha recordado también la necesidad de mantener vivo el recuerdo de los 188 compañeros asesinados: “Ellos son el espejo en el que se tiene que mirar la sociedad”.
El acto, que ha comenzado a los sones del himno nacional, ha concluido con la interpretación del himno de la Policía Nacional y un aplauso para los 188 policías víctimas del terrorismo cuyas fotografías han sido proyectadas en un emotivo vídeo.
Como ha señalado el subdelegado, “la libertad no se negocia, la dignidad de las víctimas no se olvida y la democracia española sabrá siempre honrar a quienes dieron su vida por ella”.