La Junta restaura dos libros del Fondo Antiguo de la Biblioteca Pública de Soria
Son dos obras de gran interés por sus textos e ilustraciones
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Dos volúmenes impresos, de viajes y contenido geográfico de los siglos XVI y XVII, procedentes del Monasterio de Santa María de Huerta y que, tras la desamortización de Mendizábal en siglo XIX, integran el Fondo Antiguo de la Biblioteca Pública de Soria, han sido intervenidos en el Departamento de Documento Gráfico del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, adscrito a la Dirección General de Patrimonio Cultural.
El delegado territorial de la Junta en Soria, Manuel López, que ha asistido esta mañana a la presentación de los libros en la Biblioteca Pública de Soria (gestionada la Junta de Castilla y León), acompañado por la directora del centro, Teresa de la Fuente, y el jefe del Servicio Territorial de Cultura y Turismo, Carlos de la Casa, ha manifestado que “se trata de dos libros de estimado valor documental e histórico, dos obras de gran interés, tanto por sus textos como por sus ilustraciones”.
López ha resaltado “el magnífico trabajo que realizan los responsables y técnicos de este centro de la Junta para poner a disposición de los investigadores, en las mejores condiciones posibles, un patrimonio cultural que es de todos y que es necesario preservar para las generaciones futuras. Su labor ha permitido que los cuatro volúmenes de la Biblioteca Pública de Soria que sufrieron expolios en 2009, mediante el desgajo de algunas de sus hojas, hayan vuelto a este centro con las láminas incorporadas a la estructura original de los libros”.
‘Dos libros de Cosmographia’
‘Dos libros de Cosmographia’ (1556) es de Jerónimo Girava, cosmógrafo de Carlos V, y fue impreso en Milán (241 por 193 milímetros) por Giovanni Antonio Castiglione y Cristóbal Caron.
El autor siguió el sistema astronómico de Ptolomeo sin tener en cuenta las nuevas ideas que unos años antes había expuesto Copérnico que, por otra parte, habían sido censuradas por la Iglesia. Sí toma como base, e incluye en una hoja plegada, la carta cosmográfica de Gaspar Vopellio Medeburguense, del año 1547, de la que dice “ser una de las más cumplidas y bien tratadas que aya al presente” (sic).
La obra tiene ilustraciones muy interesantes: la imagen de la portada representa a un cosmógrafo tomando medidas frente a un globo terráqueo y la de la contraportada es un minotauro en el centro de un laberinto con la leyenda “In silentio et spe”. El colofón añade el dato de que fue estampado el 18 de abril de 1556. Otra imagen cierra el libro con el lema “Post tenebras spero lucem”.
‘Tertia pars Indiae Orientalis; Pars Quarta Indiae Orientalis’
El segundo volumen, titulado ‘Tertia pars Indiae Orientalis y pars Qvuarta Indiae Orientalis’ (1601), es obra de Jan Huyghen van Linschoten, holandés comerciante, marino, viajero e historiador, con grabados de los hermanos Bry, Johann Theodor y Johann Israel.
Está impreso en Alemania (303 por 215 milímetros) por Matthäus Becker.
El autor narra todo lo que vio en su viaje de vuelta a Holanda por la India Oriental, acompañado de ilustraciones con grabados calcográficos de escenas costumbristas, marítimas, de flora y fauna, así como parte del océano congelado del norte de la India. Además dispone de láminas desplegables de mapas detallados de ciudades que encontró por su camino. Es un libro pionero en la literatura de viajes, que constituye una minuciosa descripción del mundo oriental de finales del siglo XVI.
Patologías de los libros
Ambos volúmenes presentaban una misma patología principal: mutilación de una y cinco láminas, respectivamente, con un estado de conservación diferente. La obra de Girava ofrecía una conservación aceptable, ya que la costura de los cuadernillos se mantenía inalterada cumpliendo su función.
Aparte de suciedad y manchas, los daños más destacados se concentraban en la cubierta de pergamino, que había sufrido deshidratación por oscilaciones de temperatura y humedad, lo que había provocado su alabeo y deformación.
Por el contrario, el estado de conservación del libro ‘Indiae Orientalis’ era muy deficiente: el despojo de las cinco láminas conllevó el deterioro en la costura y el consiguiente desmembramiento de las hojas, además de otras patologías comunes a la manipulación inadecuada, suciedad general, deformaciones y pérdidas de materia en el soporte de papel por ataque de insectos, a lo que debía añadirse el empleo de tintas ferrogálicas para censurar partes del texto mediante abundantes tachones. La composición de estas tintas, propias de los manuscritos, conlleva la oxidación de sus componentes, afectando a la celulosa del papel que se acidifica con el tiempo, provocando la ruptura de las cadenas moleculares de la celulosa, su debilitamiento y un envejecimiento acelerado. Por ello, las áreas donde se deposita esta tinta sufren un proceso de corrosión que llega a quemar, materialmente, el papel, desprendiéndose partículas paulatinamente hasta poder llegar a desaparecer párrafos enteros de un texto.
Proceso de restauración
La metodología de restauración ha seguido el criterio de respeto absoluto de los elementos originales, sustituyendo o reproduciendo sólo los realmente imprescindibles para devolver a la obra la funcionalidad perdida, pero sin modificar su integridad.
El proceso realizado en el libro de Girava consistió en una mínima intervención en el cuerpo del libro, ya que su estado lo permitía. Sin embargo, el tratamiento realizado en el libro ‘Indiae Orientalis’ ha seguido un proceso de restauración total, que conllevó el desmontaje de la obra tratando por separado cada una de las piezas que la integran. También fue necesario realizar un tratamiento específico para estabilizar el proceso degradatorio de las tintas ferrogálicas.
En ambos casos, las láminas separadas fueron colocadas en su lugar original, una vez identificado, utilizando adicionalmente papel japonés y adhesivos celulósicos que permitieron estabilizar la unión al cuerpo del libro y recuperar los valores físicos y funcionales garantizando su conservación y salvaguardar el contenido documental.
Con esta nueva actuación del Centro de Simancas se recuperan dos nuevos volúmenes integrantes del patrimonio documental de Castilla y León que regresan a la Biblioteca de Soria. Estas intervenciones se suman a las habituales de apoyo que realiza el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales a los Archivos y Bibliotecas de la Comunidad, tanto a los fondos propios de los centros de la Junta de Castilla y León como a los de los ayuntamientos y diócesis del territorio de Castilla y León.
Restaurados los cuatro libros objeto del expolio de 2009
Los dos volúmenes presentados esta mañana, junto con otros dos del siglo XVI que ya fueron restaurados por el centro de Simancas en los años 2011 y 2012, fueron objeto de un expolio en el año 2009, cuando “un bárbaro que se hacía pasar investigador”, ha recordado el delegado territorial, mutiló una serie de libros de diversas bibliotecas españolas (Madrid, Logroño, Valladolid, Toledo, Pamplona y otras) para apropiarse preferentemente de ilustraciones cartográficas.
En el caso de la Biblioteca Pública de Soria, la rápida intervención del Grupo de Patrimonio de la Guardia Civil, alertado por el personal del propio centro, hizo que los mapas de estos cuatro libros fueran recuperados en su totalidad y devueltos.
Los otros dos libros objeto del citado “ataque al patrimonio” -así ha calificado los hechos Manuel López- que ya fueron restaurados son: ‘Geographicae enarrationis libro octo…’ (1525), de Claudio Ptolomeo, y ‘Theatrum Orbis Terrarum’ (1598), de Abraham Ortelius.