Tarde de poco lucimiento por mal juego del encierro
Tarde con poco que reseñar en la que la corrida de Las Monjas, en la plaza de toros de El Burgo de Osma, no ha permitido el lucimiento de los toreros entre los que ha destacado el buen concepto de Galván.
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Plaza del Burgo. Tercera de feria. Corrida de toros de Las Monjas para Javier Castaño, David Galván y Leo Valadez. Este último, mejicano, debutante en esta plaza. Tarde nublada y ventosa. Media plaza.
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Castaño no terminó de estar a gusto con el que abrió plaza, un toro que no fue claro y con el que no supo sacarle partido si bien es verdad que lo intentó sin lucimiento. Lo mató de un bajonazo infame que hizo guardia y un descabello siendo silenciada su actuación.
Muy torero ha estado David Galván con el segundo de la tarde, un animal que tuvo un gran pitón derecho que supo aprovechar en tres series con mucho gusto. Lo intentó también con la zurda pero ahí el toro le protestaba. Terminó su labor de muy buen concepto con unos molinetes de rodillas y unas manoletinas rematando todo con una buena estocada por lo que pudo pasear la primera oreja de la tarde.
Meterse entre los pitones es lo poco que pudo hacer Leo Valadez ante un tercero parado y cobardón que no embestía de ningún modo. Valentía sin mayor lucimiento pues el burel se desatendía de la muleta. El mejicano mató a la tercera tras dos pinchazos y un descabello y fue silenciado.
El cuarto toro tampoco fue bueno. Embestía a oleadas,con la cara arriba. Castaño lo intentó a media altura y esta vez sí que mató arriba a la primera. La petición de oreja fue escasa así que todo quedó en nada. Silencio.
Otra vez tuvo que hacer Galván su faena por el pitón derecho. Este quinto toro tenía una embestida brusca pero por lo menos por ese lado embestía por lo que con gran disposición y firmeza el gaditano pudo brillar. Buenos derechazos compusieron una faena pinchada en varias ocasiones que le impidieron cortar la oreja. El público no se manifestó.
Lo mejor que pudo hacer Valadez con el que cerraba el festejo fueron sus pares de banderillas, pese a que repitió el par al violín. Con la franela poco pudo hacer pues el toro de embestida bruta echaba la cara arriba y el torero no fue capaz de domeñarlo. Mató de media estocada y cortó la oreja porque el toro cayó rápido.
En definitiva, una tarde con poco que reseñar en la que la corrida de Las Monjas no permitió el lucimiento de los toreros entre los que destacó el buen concepto de Galván.
Lo mejor, como ayer, lo bien que suena la banda de música y la variedad de pasodobles de su repertorio.