Diputación y CRS reducen la exclusión financiera del medio rural
Más de cuatro mil cien habitantes del medio rural de Soria, la mayoría de ellos de avanzada edad, se ahorran desde hace unas semanas tener que desplazarse a un municipio cabecera para realizar sus gestiones bancarias, gracias a la banca móvil puesta en marcha por la Diputación provincial de Soria y Caja Rural de Soria.
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Los presidentes de ambas entidades, Benito Serrano y Carlos Martínez Izquierdo, respectivamente, han “testado” este jueves en Adradas, pueblo con apenas quince vecinos en invierno –la mayoría de ellos mayores-, el funcionamiento de este servicio que ha paliado la exclusión financiera que sufren los municipios de la provincia y, por extensión, de buena parte de la España interior.
Diputación adjudicó en octubre el contrato a Caja Rural de Soria, por 74.899 euros anuales –para los próximos cuatro años- para que la banca móvil llegue a 51 localidades de la provincia en varias rutas que llegan a todas las comarcas.
Serrano ha subrayado que la Diputación llevaba tiempo estudiando las posibles alternativas para reducir la exclusión financiera en el medio rural y, entre las planteadas, se optó por licitar la banca móvil, “un gran servicio que viene a paliar este problema” en una provincia con 480 núcleos de población, muchos de ellos de menos de cien habitantes.
Los vecinos de estos 51 pueblos a los que llega la banca móvil se ahorran, como por ejemplo los de Adradas, tener que desplazarse a Almazán, la cabecera más próxima situada a 16 kilómetros, para realizar sus gestiones bancarias, un servicio que el alcalde de este pequeño pueblo de la comarca de Almazán, César Huerta, ha agradecido y ha invitado a otras entidades a seguir el ejemplo, “para que la gente mayor no se tenga que ir a vivir a Soria o a una residencia”.
Serrano ha resaltado que la Diputación está volcada en dar servicios al medio rural, con la implantación de telecentros, ayudas para vendedores ambulantes y farmacias rurales, porque “además de dar servicios realizan una labor social”.
“Desde la Diputación vamos a seguir trabajando para que nuestros pueblos no se caigan. Intentar que todos los pueblos, por muy pequeños que sean, tengan todos los servicios básicos”, ha resaltado.
Por su parte, el presidente de Caja Rural de Soria, Carlos Martínez Izquierdo, ha mostrado su satisfacción y orgullo por responder al lema de la entidad crediticia “Lo importante, las personas” y, dentro de ellas, las más vulnerables, como los mayores que residen en los pueblos.
“A Caja Rural le ha hecho ser lo que es los pueblos. Y lo que tenemos claro es que nunca les olvidaremos. Vamos a intentar estar donde otros no lleguen”, ha manifestado.
La unidad móvil permite realizar las mismas transacciones bancarias que una oficina fiscal en tiempo real ya que cuenta con las mejores tecnologías para ello, pudiendo conceder préstamos, créditos, retirada e ingreso de efectivo sin coste alguno, ingreso de cheques, pago de recibos, contratación de cuentas y libretas entre otras muchas transacciones, según ha explicado el director de Caja Rural de Soria, Domingo Barca.
La banca rural móvil consta de cuatro rutas diferentes, divididas en las cuatro semanas del mes, que, de lunes a viernes, de 9 a 14 horas, una furgoneta recorre los 51 pueblos donde cada uno cuenta con un horario para poder acceder a los servicios bancarios.
De los 183 municipios de la provincia, el servicio de banca móvil llega a 95, con las rutas financiadas por la Diputación, que llegan a 51 municipios, y los que ya cubría Caja Rural de Soria, desde 2009, en un proyecto pionero en España.
Desde 2008, según un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), han desaparecido casi 25.000 oficinas bancarias en España, de tal forma que el 20 por ciento por de los municipios españoles carece de una oficina bancaria.
Esta falta de oficinas provoca serios inconvenientes a los vecinos que se ven obligados a desplazarse 10,6 kilómetros de media o pagar más comisiones para acceder al efectivo.
El Banco de España ha señalado en un informe que entre 2016 a 2021 la banca cerró el 33,4 por ciento de las sucursales, lo que representa una de cada tres oficinas, la mayoría de ellas en el medio rural.
Castilla y León fue especialmente castigada por la exclusión financiera, con una merma en la Comunidad del 37,4 por ciento