Sanidad recomienda no consumir alcohol durante el embarazo para evitar trastornos en el feto
El Ministerio de Sanidad ha recomendado hoy que no se consuma alcohol durante el embarazo para evitar el desarrollo de trastornos en el feto y recién nacido. El 9 de septiembre se celebra el Día Internacional para la Prevención del Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF).
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Según estudios experimentales realizados en hospitales españoles, seis de cada diez personas gestantes en España consumen alcohol durante el embarazo, siendo el principal causante de Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF).
La prevalencia de consumo de alcohol durante el embarazo podría situarse en un 40-60% entre las mujeres de nuestro entorno, según estudios realizados en hospitales españoles.
El término TEAF agrupa a un amplio rango de anomalías físicas, mentales, conductuales y cognitivas permanentes que una persona puede presentar cuando ha estado expuesta al alcohol durante su gestación.
El alcohol atraviesa con gran rapidez la placenta dejando al feto expuesto a las mismas concentraciones de alcohol o incluso superiores que las de la gestante y ello le produce malformaciones y daños permanentes.
Estas afecciones son de difícil diagnóstico, pueden ser desde leves hasta graves y perdurarán toda la vida. Pueden tener repercusiones a nivel físico, del comportamiento e intelectuales.
El Síndrome Alcohólico Fetal (SAF) es su manifestación más extrema. El TEAF se considera en los países de nuestro entorno la causa adquirida y evitable más frecuente de trastorno del neurodesarrollo.
La prevalencia del TEAF en la población de nuestro entorno no ha sido establecida de forma definitiva. Estudios de prevalencia basados en evaluaciones clínicas completas en países similares al nuestro revelan prevalencias que pueden ser hasta del 4-7%.
Por otro lado, se sabe que esta prevalencia es especialmente importante entre los/as niños/as adoptados/as en países de Europa del Este, pudiendo llegar al 50%. Por ello, debería incorporarse el cribado del TEAF en el programa de seguimiento del niño/a sano/a (con antecedente o riesgo de consumo de alcohol durante la gestación) y de atención a los/las niños/as adoptados y pertenecientes a otros grupos de riesgo.
Además, es preciso poner en marcha estudios para establecer la prevalencia del TEAF en la población general.
Embarazo
La única causa del TEAF es el consumo de alcohol durante el embarazo, en cualquier momento. N
o se conoce una cantidad de consumo que se pueda considerar segura para el feto, por lo que los y las profesionales sanitarios deben desaconsejar el consumo de alcohol durante cualquier momento del embarazo.
La evidencia científica es clara en relación al grave efecto que produce la exposición prenatal al alcohol en el desarrollo cerebral y del comportamiento. El alcohol puede causar problemas para el bebé incluso antes de que la gestante sepa que está embarazada.
Cabe resaltar que todos los tipos de bebidas alcohólicas son igualmente dañinas, incluso el vino y la cerveza, incluida la cerveza “sin”, que de acuerdo con la legislación, contiene una cantidad menor al 1 por 100 en volumen de alcohol (generalmente un 0,6-0,9%). Incluso la cerveza 0,0%, aunque no está definida en la legislación y se entiende que no debería contener alcohol, podría tener hasta un 0,04%, ya que los procesos de extracción de alcohol no son perfectos.
Salud de la gestante y otras implicaciones
El alcohol también afecta a la salud de la gestante, ya que es un agente carcinógeno implicado en al menos siete tipos de cáncer, incluido los más incidentes y prevalentes en mujeres: cáncer colorrectal y cáncer de mama, siendo este último además el que causa mayor mortalidad en mujeres.
Por otro lado, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, infecciosas o respiratorias, entre otras.
Los factores sociales y culturales de género que afectan a las mujeres contribuyen a los impactos negativos del alcohol a través de un mayor estigma, presión social, influencias comerciales y mayor vulnerabilidad a la violencia sexual y de género.
Estrategias de prevención
Los embarazos libres de alcohol son aquellos en los que la persona gestante no ha consumido bebidas alcohólicas durante todo el curso del embarazo.
Además, el consumo por parte del hombre en el periodo previo al embarazo (denominado pre-concepcional) también puede tener un impacto en la salud infantil (aumentando el riesgo de cardiopatías congénitas). Y el consumo de alcohol por parte de la pareja durante el embarazo, puede tener un impacto en el consumo de alcohol de la gestante.
Por ello, no sólo es importante recomendar no consumir alcohol durante el embarazo, sino crear entornos saludables, en los que se favorezca no consumir alcohol, para potenciar los embarazos libres de alcohol y prevenir el TEAF.
Las gestantes y aquellas personas con deseo gestacional deben evitar el consumo de alcohol durante toda la gestación y desde que se planifica el embarazo. Por ello, las estrategias preventivas deben dirigirse a la reducción del consumo de alcohol desde la etapa de preconcepción, tanto a la gestante como a su pareja.
El TEAF es 100 por ciento prevenible, y es responsabilidad de todas las personas y de la sociedad en su conjunto.
Esto también implica generar entornos saludables en los que se favorezca no consumir alcohol y poner en marcha iniciativas internacionales como las de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En ocasiones el contexto social no ayuda y es importante que las gestantes tengan el apoyo del entorno.
No solo su prevención es importante, sino que su detección temprana y atención es fundamental.
El diagnóstico precoz del TEAF es esencial porque puede mejorar el pronóstico funcional y vital de estos/as niños/as y la efectividad de la atención temprana con la correcta implantación de estrategias terapéuticas, sociales y educativas. Además, permite a las familias, así como a los y las profesionales del entorno elaborar planes de intervención adecuados a las necesidades del niño/a o adolescente y acceder a los servicios y recursos disponibles.