Los médicos instan a negociar de forma real, tras seguimiento masivo de huelga
La Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) ha valorado las cuatro jornadas consecutivas de huelga nacional de médicos y facultativos contra el borrador de Estatuto Marco señalando que elevado seguimiento obtenido, con cifras entre el 80 y el 90 por ciento en todo el territorio, demuestran demuestran el éxito de la convocatoria y al mismo tiempo el rechazo unánime de la profesión al proyecto de norma ministerial.
Los sindicatos convocan huelga indefinida en el Sistema Nacional de Salud
Han sido cuatro jornadas en las que, pese a la implantación de unos servicios mínimos abusivos y a los intentos de la Administración por desactivar el conflicto, miles de profesionales han salido a la calle en las numerosas concentraciones convocadas y a las puertas de los centros asistenciales, entre ellos los de Soria, para reclamar unas mejoras en sus condiciones laborales que les permitan ejercer de manera digna en el sistema sanitario.
Ante esta respuesta unánime mostrada por todas las organizaciones del colectivo, desde los estudiantes de Medicina hasta las sociedades científicas, pasando por los Colegios de Médicos, sindicatos y decanos de las facultades de Medicina, CESM ha mostrado en un comunicado su satisfacción por el abrumador seguimiento de los cuatro días de huelga, lo que supone una demostración más del sentir de médicos y facultativos que debería mover al ministerio a una reflexión sincera y a asumir que el colectivo no está dispuesto a que se mantenga un Estatuto Marco que trata al médico de manera diferente al resto de profesionales del Sistema Nacional de Salud.
Además, ha considerado que la imposición de servicios mínimos abusivos para estos días, algunos de ellos denunciados por los sindicatos autonómicos en la vía judicial, lo que ha provocado es animar aún más a los profesionales a secundar el paro.
Por tanto, y con los datos de seguimiento sobre la mesa, la Confederación se ha reafirmado en que la única manera de terminar con este conflicto es abandonar las conversaciones dilatorias para alcanzar acuerdos reales con el colectivo que aborden la capacidad de los médicos para ser interlocutores directos con la Administración; la disposición para contar con una clasificación profesional acorde a la formación y responsabilidad; la imposibilidad de ser utilizados para cubrir huecos con normativa de movilidad forzosa; y la prohibición de sufrir discriminación en su jornada, por el régimen de incompatibilidades o en su jubilación, además de la reivindicación de que la Medicina se reconozca como profesión de riesgo, algo que quedó patente con la pérdida de 125 profesionales en la primera ola de la pandemia de COVID19.