Tierra Comunera urge a la CHE a adoptar medidas eficaces en Santa María de Huerta
El Partido Castellano-Tierra Comunera (PCAS-TC) ha urgido hoy a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) a adoptar, sin cicatería ni falta de medios, medidas eficaces para evitar nuevos desbordamientos del Jalón en Santa María de Huerta.
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La cuenca del Ebro abarca territorios de las comunidades de Castilla y León, Castilla-La Mancha, La Rioja y Cantabria en los que las inversiones de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para prevenir desbordamientos de ríos son muy insuficientes o incluso brillan por su ausencia, según el citado partido político.
El ejemplo más reciente de esta falta de inversiones de la CHE y de no atender a las peticiones de quienes mejor conocen el territorio, sus habitantes, se ha cobrado numerosísimos daños materiales y patrimoniales en la localidad soriana de Santa María de Huerta, que ha padecido gravísimas inundaciones por el desbordamiento del río Jalón.
El alcalde de la localidad las atribuye a la falta de mantenimiento del cauce por parte de la CHE.
Una idea de la magnitud de lo ocurrido ha sido ofrecida por los medios de comunicación, ante los que el alcalde de Santa María de Huerta, Juan Pascual, ha dicho que “en poco tiempo vivimos el diluvio y estábamos achicando agua”.
El PCAS-TC ha urgido a la CHE a adoptar, sin cicatería ni falta de medios, medidas eficaces para evitar nuevos desbordamientos del río Jalón, afluente del Ebro, que tengan en consideración las demandas hechas de limpieza del cauce y su entorno, algunas ya antiguas, pues episodios semejantes de inundaciones se produjeron en 1996 y 2015.
Además hace extensible su petición de inversiones preventivas, que salvaguarden la vida de personas, bienes, patrimonio cultural y medio natural, en los territorios citados anteriormente de Castilla y León, Castilla-La Mancha, La Rioja y Cantabria: territorios del Alto Ebro; las Hoces del Ebro burgalés; la totalidad de La Rioja, llena de fuertes pendientes; el Alto Jalón en la Tierra de Medinaceli; el Alto Queiles y Alto Alhama en noreste de Soria; la Tierra de Molina que vierte sus aguas a la cuenca del Ebro...
El buen mantenimiento de los cauces en las cuencas altas beneficia a todos, incluso a la parte media y baja de las cuencas.
Contar con habitantes y patrimonio en la parte alta de las cuencas hidrográficas es una riqueza que suma, puesto que sus habitantes son los mejores guardianes del territorio, lo conocen desde siempre y, a diferencia de un funcionario recién venido desde la capital, están fuertemente arraigados. El cuidado de cauces irregulares también es un modo de fijar población en el medio rural y de lucha contra la despoblación.