Ceremonia bautismal cuatro décadas después en Quintanilla de Tres Barrios
Cuatro décadas después, Quintanilla de Tres Barrios ha vivido una ceremonia bautismal. Leopoldo Torre nos acerca en este crónica los detalles de esta celebración.
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En los núcleos rurales inmersos en la pavorosa despoblación no suelen prodigarse determinadas celebraciones vinculadas a los sacramentos de la iglesia. Bodas, bautizos o comuniones han pasado a la historia, aunque esporádicamente se celebren por manifiestas intenciones.
En la parroquia de San Lorenzo Mártir de Quintanilla de Tres Barrios tuvo lugar este pasado sábado el bautismo de Erick Colmenarejo García, de ocho años de edad, ceremonia oficiada por el sacerdote David Igualador.
La decisión de recibir el agua bautismal en el pueblo y no en el aledaño, San Esteban de Gormaz, donde tiene su residencia familiar, fue debido a la ilusión de la madre en que se celebrase en la iglesia donde ella, sus abuelos y su padrino nacieron y fueron bautizados.
Y en la misma pila bautismal, pieza de piedra monolítica con forma de tronco de cono invertido o de copa. La pila bautismal es de sección cilíndrica, identificada con la concha que tradicionalmente se ha empleado en la administración del agua en el sacramento bautismal.
Ceremonia íntima familiar acompañado de sus padres, David Colmenarejo Barreales y Verónica García García, abuelos, padrinos, familiares y vecinos del pueblo.
Un eslabón que une generaciones familiares, cordón ancestral del núcleo de antepasados.