Los olvegueños homenajean a sus antepasados con la "Segunda Numancia"
Quema simbólica de un castillo
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Más de medio millar de olvegueños han celebrado anoche el tradicional homenaje a sus antepasados con una serie de actos incluidos en "La Segunda Numancia".
Los actos se abrieron a las siete de la tarde, en el Centro Social, con la representación teatral "Luz Negra", a cargo de Chiquilandia y La Juve y el concierto ofrecido por Trovadores de la Paz, acompañado por el Coro Virgen de Olmacedo.
La Banda Municipal de Música ha abierto el pasacalles que se ha dirigido hasta la ermita de Los Mártires, donde se ha realizado la tradicional ofrenda de flores.
El acto ha tenido su punto y final, pasadas las ocho y media de la tarde, con la quema simbólica del castillo y la degustación de un bocadillo en la plaza de la calle Fuentes de Suso, en pleno centro de la Villa del Moncayo.
Ólvega es conocida con un heróico acontecimiento como la “Segunda Numancia Soriana” y, de hecho, en su escudo luce desde siempre un castillo o torre almenada en llamas.
Dos veces resultó fallida la donación que había hecho Enrique IV de la villa de Ágreda, con sus aldeas, a otros tantos señores, por el levantamiento de sus habitantes contra la disposición.
Y en una tercera donación, aunque revocada por el rey, el conde de Medinaceli, no se atrevió a atacar directamente el lugar.
Ólvega se negó a obedecer al noble, el cual descargó toda su ira, prendiendo fuego a las puertas de una torre, donde el pueblo se había hecho fuerte.
Las llamas penetraron en el interior, declarándose un incendio tan voraz, que todos perecieron abrasados.
El conde abandonó esta “Segunda Numancia” sin lograr la victoria.