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Denuncian "lavado ecológico" de macrovaqueria

Geenpeace y la Asociación Hacendera de Soria han denunciado el "lavado verde" que pretenden hacer los promotores de la macrovaquería de Noviercas. Las citadas asociaciones ofrecen datos que ponen a las claras que todo es bien diferente.

 

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El lavado verde es una práctica habitual en empresas que tratan de esconder su mala praxis en cuestiones medioambientales, y Valle de Odieta emplea sin complejos una terminología erronea para parecer ante la opinión pública lo que no es, según han señalado Greenpeace y la asociación Hacendera.

Hay un término nuevo, el “greenwashing” o lavado ecológico, que define el marketing de empresas que, llevando a cabo actividades altamente perjudiciales para el medioambiente con el único objetivo de obtener un creciente beneficio económico, no dudan en engañar al consumidor creando una imagen ilusoria de responsabilidad ecológica, vaciando de contenido los términos de sostenibilidad, economía circular, bio, eco…
"Es el caso de la empresa Valle de Odieta SCL, propietaria de la macrovaquería de Caparroso y promotora del proyecto de Noviercas. Desde que contrataran una agencia de comunicación para lavar su deteriorada imagen por la nefasta gestión ambiental que llevan a cabo en Navarra, su macro explotación de ganadería industrial pasó, de repente, a ser denominada “biogranja”. Seguramente desconocen que el término “bio”, en la UE, sólo se puede asignar a la producción ecológica y no es el caso. Se ha informado de ello a la autoridad competente y se ha llevado también al Parlamento de Navarra", han apuntado.

Ante la insistencia de que sus “prácticas son sostenibles” en Caparroso, y de que lo serán en Noviercas, los datos son concluyentes,  según Greenpeace y Hacendera: 19 expedientes sancionadores acumulados hasta 2020 por infracciones ambientales, de bienestar animal e incluso por infracciones a la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición.

"Puede que la infracción más indignante sea la que muestra el desprecio po lo estipulado en la Autorización Ambiental Integrada: ya en 2013, solo tres años después de iniciar
la actividad, se superó -con mucho- la capacidad máxima autorizada de 3.450 vacas. Por estos reiterados incumplimientos, Valle de Odieta acumula casi 200.000 euros en multas" han señalado.
Greenpeace y Hacendera han reconocido que son conscientes que el papel lo aguanta todo pero, otra cosa distinta son las prácticas reales que durante años ha venido llevando a cabo esta empresa, y que demuestran que su interés por el cuidado del medioambiente es nulo.
Para tener una idea del impacto ambiental que provocan, bastan tres datos: consumo de agua, generación de purines y estiércoles y emisión de gases de efecto invernadero.
Así, según los datos que exponen, la explotación de Caparroso, con la ampliación a 7.200 vacas, consumiría 327.040 m³ de agua al año, como toda la población de Caparroso, Marcilla y Villafranca, los tres pueblos más afectados por su actividad. La de Noviercas, con sus 23.520 vacas, consumiría 775.470 m³ de agua al año, cantidad suficiente para abastecer a 16.000 personas.

"Y sólo estamos hablando del consumo directo en la explotación, sin contemplar el agua utilizada en el regadío de los cultivos de las cientos de hectáreas necesarias para obtener el alimento de los animales" han denunciado.
La explotación de Caparroso generaría 148.858 toneladas anuales de purín y digestatos, equivalente a los residuos fecales generados por casi 1,8 millones de personas, el triple de la población de Navarra. La de Noviercas generaría 368.000 toneladas de excrementos al año, equivalente a 4,4 millones de personas, más de lo que genera una ciudad como Madrid. "“Gestionar” estas ingentes cantidades de residuos, convierte los campos en auténticos vertederos", han advertido Greenpeace y Hacendera

La de Caparroso generaría 215.325 toneladas de CO2 equivalente al año de gases de efecto invernadero, lo mismo que emiten unos 40.000 coches circulando durante el mismo período.
La de Noviercas, 574.200 toneladas de CO2 equivalente al año, lo mismo que emiten unos 120.000 coches circulando en un año.

"La conclusión de estos datos es clara y meridiana: la macroexplotación ganadera de Caparroso, no es una “biogranja”, y nunca lo será. Así mismo, el argumento esgrimido por los defensores de la explotación de Noviercas de que un proyecto de esas dimensiones no va a ponerse en riesgo por no cumplir “alguna” cuestión legal, queda en entredicho con los expedientes acumulados en Caparroso", han apuntado.

Y respecto a la tan “necesaria” y “tranquilizadora” legalidad, Greenpeace y Hacendera han subrayado que urge una legislación exigente y avanzada que regule y limite la ganadería industrial, amparándose en la política europea y que vincule a todas las comunidades autónomas para promover un modelo sostenible de ganadería extensiva: pequeñas y medianas granjas, que proporcionan trabajo digno, fijan población en el medio rural y velan por la salud, la vida y el medioambiente.
Además han apuntado que es necesario garantizar el cumplimiento de las leyes con personal cualificado suficiente en las labores de inspección y control sobre las industrias contaminantes. Así, se evitaría el absoluto desbordamiento de expedientes que el personal de Protección Ambiental de Castilla y León ha dejado patente en un comunicado interno dirigido a la
Junta de Castilla y León.
Este modelo de explotación contraviene todas y cada una de las directrices marcadas por Europa en el Pacto Verde, en la Directiva Marco del Agua y en el compromiso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la agenda 2030 con los que Soria está “especialmente” vinculada.
Y, finalmente, siendo un proyecto rechazado de plano por otras comunidades autónomas como el País Vasco e inconcebible en cualquier país europeo - la media de UGM en las granjas europeas no supera las 200 -, Greenpeace y Hacendera se han preguntado en voz alta si ¿queremos, de verdad, lo que todos rechazan? ¿Vamos a ir en Soria en contra de lo que dicta el sentido común en una situación de emergencia climática como la que padecemos? ¿Aceptamos una explotación que, indirectamente, privatiza el agua, el bien más preciado y escaso que tenemos, y pone en grave riesgo por contaminación con nitratos los acuíferos en una zona cárstica muy vulnerable?

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