Medusas de agua dulce en el pantano de la Cuerda del Pozo
La poca capacidad de agua embalsada en la Cuerda del Pozo y el calor veraniego se han convertido en un caldo de cultivo apropiado para la proliferación de algas de agua dulce en el embalse de La Muedra.
Aprobado el plan dasocrático del monte comunero de Ucero, Nafría y Herrera
El embalse sigue bajando y está ya al 33 por ciento de su capacidad
En España se han encontrado en varios pantanos y embalses ejemplares de Craspedacusta sowerbyi, originarias del río Yangtsé en China. Los bañistas de la Cuerda del Pozo se han visto sorprendido este verano por la presencia de esta especie.
Los efectos para el ser humano son imperceptibles dado que no poseen la potencia tóxica de sus parientes marinos.
No obstante suponen un riesgo notable para las comunidades de peces e invertebrados de lagos y otros ambientes cuyo equilibrio es bastante delicado, ya de por sí amenazado por causa del ser humano.
El cuerpo es transparente o translúcido, presentando un tinte blanquecino o verdoso. Su tamaño es pequeño y su forma recuerda a una campana, con diámetro variable entre los 20 y los 25 milímetros en los ejemplares adultos, según la caracterización ofrecida por la Confederación Hidrográfica del Duero en su página web.
Aparece preferentemente en aguas dulces calmadas, tanto lagos como depósitos, embalses, canales de riego, charcas y ríos de poca corriente.
La primera observación de esta especie en Europa data del año 1901, concretamente en Francia, apareciendo en años posteriores en otros países europeos.
Su primera cita en Europa en libertad fue en el año 1928, en Gran Bretaña, concretamente en el Exeter Ship Canal (Devon).
Posteriormente ha sido citada en varios países europeos, como Italia, Francia, Suecia, España y Portugal.
Se cree que ha sido transportada junto con plantas ornamentales de acuario desde su región nativa.
En determinadas ocasiones, también ha sido introducida (en forma de pólipo) por la traslocación de peces y plantas acuáticas de unas cuencas a otras.
El impacto de esta especie sobre la cadena trófica, así como sobre las comunidades locales acuáticas ha sido poco estudiado. Diversos autores especulan sobre que esta especie consume los huevos de especies piscícolas, aunque en general no está considerada como un depredador importante de huevos ni de pequeños peces.
Sin embargo, el impacto de esta medusa de agua dulce sobre el zooplancton si es considerado como significativo, siempre que la densidad de esta especie supere los 30 individuos por m3.
Otro posible impacto de esta especie, es la disminución de la concentración de oxígeno en el agua provocando fenómenos de anoxia, con el consiguiente daño a las comunidades típicas del ecosistema fluvial.
La medusa de agua dulce es imprevisible en su aparición en las masas de agua. Pueden aparecer en grandes densidades un año, no aparecer el próximo, y regresar de nuevo tras varios años. Aunque muy difíciles de predecir, si es cierto que los blooms de esta especie son más frecuentes en la época estival, cuando la temperatura del agua es más cálida.