Dani Cano: "está todo el mundo esperando las vacunas"
Los usuarios y trabajadores de las cuatro residencias de mayores de El Burgo de Osma ya han recibido la primera dosis de la vacuna contra la Covid 19.
CARTA AL DIRECTOR/ La Junta y el emperador
Iniciada vacunación en residencia San José
Fotografias: Fátima de Pedro
El enfermero Dani Cano, que forma parte del equipo de vacunación, ha narrado en los micrófonos de Cope Uxama la experiencia y la buena acogida que ha recibido de forma general entre los usuarios y trabajadores, tras meses de sufrimiento en los centros asistenciales por la pandemia.
"Dicen que somos los chicos más deseados de Soria; está todo el mundo esperando las vacunas", ha comentado con humor.
La vacunación en las residencias de mayores de El Burgo de Osma se cierre este miércoles en la de San José, dependiente de la Diputación de Soria.
Cano ha explicado que la mayoría de los residentes y trabajadores han acogido bien la vacuna, aunque también ha reconocido que en algún caso se han mostrado reacios.
"La mayoría de la gente tiene ganas de ponérselas. Y muchos trabajadores, se muestran sobre todo emocionados. Nos pasa que cuando vamos a las residencias, mucha gente se pone a llorar. Después de todos los meses que hemos vivido, que venga esta vacuna y es la primera vez en la que de verdad estamos luchando contra el virus", ha recalcado.
Cano ha explicado que las vacunas en las residencias de mayores se ponen en dos tandas, dividiendo los trabajadores en dos días, separada cada vacunación dos o tres días, para comprobar que sienta bien la vacuna y evitar que, de ocurrir lo contrario, se pudiera quedar la residencia sin trabajadores, si se administrase la vacuna de una sola vez.
La segunda dosis de la vacuna se pone justo a los 21 días, "ni 20 ni 22".
Según se vaya acabando con la vacunación en la residencias de mayores de la provincia, se continuará con los trabajadores sanitarios y luego a las personas dependientes.
Los equipos de vacunación trabajan de lunes a domingo y sólo han tenido que parar, de forma obligada, por el temporal Filomena, debido a la necesidad de preservar la vacuna, que es muy inestable y en el transporte por carretera podría perder su eficacia si el vehículo sufriera un accidente.
"Yo y mis compañeros nos quedamos con la cara de satisfacción de los que reciben la vacuna", ha recalcado.