Almazán lleva a Intur su joya flamenca
Con el título "Almaçan, camino natural entre Aragón y Castilla. El Hallazgo de Memling", Almazán se presenta en INTUR2023 como una villa histórica, poseedora de un patrimonio arquitectónico, patrimonial e histórico excepcional y único.
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La concejala responsable de turismo, Teresa Ágreda, ha explicado que este año, como punto de partida, Almazán reivindica el extraordinario valor de las Tablas de Memling (datadas en 1490-1494) atribuidas a este gran maestro flamenco de calidad soberbia y que lucen magníficas en nuestra oficina de turismo.
Representan a Santa Isabel de Hungría, San Pedro, San Bernardino de Siena y San Francisco de Asís, iconografía específicamente franciscana, con una deliciosa técnica y un detalle estilístico pleno de recursos gráficos dignos de admiración. Visitar las tablas en la villa es entender el valor de las mismas, sumergirse en un audiovisual muy cuidado que nos enmarca histórica y pictóricamente la obra.
Ágreda ha resaltado la historia de su puesta en valor y de su presencia en Almazán es sin duda merecedora de ser contada.
Mezcla, su puesta en valor, de una casualidad, una intuición y del celo de una profesora e investigadora (Anna Muntada Torrellas) y del cronista de Almazán (José Ángel Márquez Muñoz), apoyados sin duda institucional y técnicamente por cargos políticos, investigadores y restauradores de gran talla.
Y su presencia en la villa es fruto del devenir histórico de las visitas monárquicas a la villa en el siglo XV.
Largo de contar, pero no parece ser casual que los Reyes Católicos estuvieran hasta en diecisiete ocasiones en Almazán y que convirtieran a la Villa adnamantina en la casa del príncipe Juan antes de que se casara con Margarita de Austria, que procedía de Flandes… un regalo, un encargo de la reina, parecen razonables.
Aunque también se dice que fue la familia Hurtado de Mendoza la que encargó el tríptico y así llegó a Almazán, posiblemente al convento franciscano ya destruido. Lógicamente la situación privilegiada de Almazán, camino natural entre Aragón y Castilla, juega su papel principal en éste y en otros relatos de nuestra historia.
Importante es que sólo hay siete obras de Hans Memling en España, y son depositarios el Prado (2), Museo Thyssen (1) y la Capilla Real de Granada (3).
Almazán se bate por tanto, culturalmente, con el Prado, Thyssen, Granada… duelo singular y desigual, pero que nos coloca a la altura de esas magníficas colecciones.
Fruto de la historia de Almazán, de una orografía y situación convenientes, donde el Duero vira hacia occidente, cuenta con joyas patrimoniales excepcionales, como su muralla de 1700 metros de longitud dotada con tres puertas y dos postigos conservados, que tiene la consideración de Bien de Interés Cultural (1949).
Una joya románico-mudéjar extraordinaria, Monumento Nacional desde 1931 que es la iglesia de San Miguel, singular donde las haya.
Y el Palacio Hurtado de Mendoza, corte de los Reyes Católicos a finales del XV e inicios del XVI, que completa una plaza bella y rica de una villa con mucha historia.
De la mano de Diputación de Soria, Almazán ha presentado ayer en Intur las tablas de Memling, atractivo turístico singular y único en la Feria de Valladolid, acompañado de una réplica de las tablas y de un original photocall que no pasará desapercibido.