Semana de una sorianita actual
Juana Largo repasa en este artículo de opinión su experiencia vital en Soria en esta última semana, marcada por la celebración del Día de la Comunidad y el fallecimiento del papa Francisco.
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Semana de una sorianita actual
Lunes, 21 abril
Por la mañana, me toca –voy una hora antes- consulta para la inyección con María Ángeles, en el Centro de Salud Mental. Resulta que veo por los pasillos a la sicóloga Elena. Me llama, en varias ocasiones, y me dice: “Juan”… Es evidente que, aunque se lo haya apercibido, o se quiere cachondear de mí o no sabe, que sí lo sabe, que me llamo “Juana”. En fin, otra afrenta, en este caso en un hospital público. ¿Cuándo te jubilas, Elena?... Por otro lado, Mª Ángeles, me habla de que allí hacen todos los empleados todo por mi bien y sigo sin hormonarme, y me pone una inyección que no sé ni lo que significa. Hay una enfermera de prácticas, jovencita, y le digo a la enfermera mayor, Mª Ángeles, que no quiero hablar hoy porque estoy cansada, pues he dormido poco, y la enfermera de prácticas no me inspira la suficiente confianza para que le hable a Mª Ángeles de cosas de mujeres. Claro, me digo, con un tío sería peor.
23 abril
Ah, esto sí que no me lo pierdo, por la tarde acudo a la Saturiada, inspirada por José María Martínez Laseca, ya fallecido, y me llego a la puerta del Casino Amistad Numancia, para oír hablar de la “Sociedad”, es un punto en el itinerario desde San Saturio. Bueno, no me gusta el tema de la Sociedad, pero aguanto en la calle escuchando. Aún hay personal y me digo, sin embargo, que hay menos que otros años. ¡Mejorará!, me conforto. Además he visto a algunos fieles que este año no han aparecido. La noche anterior, la del 22 al 23 estuve atenta a Duncan Dhu y me pregunto si realmente la cantante Bebe no ha venido a Soria por el cuidado de su voz o porque hay un mogollón terrible de personal en la plaza que no iba a entender su música.
Viernes, 25 de abril
Por la mañana, me tengo que ir a las actividades de Asovica, en Duques de Soria, y veo que va mucha gente por el despacho del local a comprar entradas para la “Gala Mira quién canta”, para el viernes tarde en la Audiencia. Una Gala que me parece que es ridícula, mejor: dejémoslo en “humorística”, pero para eso se hace, y que el personal aguanta porque quiere reírse un poco, tan faltos de risa estamos en Soria, lo que demuestra que todos estamos locos, y a ver si nos podemos tomar unos chocolates con la ganancia... ¡Para que se luzca el exdirector de psiquiatría del Hospital! Fue idea suya, ¡genial!... ¡brutal!,,, el invento éste.
Por la mañana, también, en este local de esta asociación privada, ando un poquito mareada con lo de tantas órdenes que nos dan. Protesto contra el “darwinismo social” que nos aplican y ni entienden las empleadas ni quieren entender. Mi opinión es que el darwinismo social nos lo aplica la Sociedad para quitarnos de en medio. Mi lamento queda en saco roto.
Me dejo otras protestas en el tintero. Mejor no nombrarlas, porque se pueden herir sensibilidades. Pero no está una para causar ese horror, en otras partes del país y del Globo hay horror verdadero comparado con lo nuestro. Recuerdo el espacio en la Televisión Española de la noche anterior. El grupo de chavales y chavalas, muy sincero y muy sensible, el papa Francisco muy acogedor y comprensivo. Me interrogo: ¿Seguirá siendo sensible el nuevo papa de Roma?... ¡La que nos espera, porque los cantos de guerra dominan el mundo! Desde luego no son tiempos para andar hablando con el corazón, lo digo por los jóvenes. Tampoco son tiempos para que yo reivindique ser mujer y llamarme Juana. Y, como me decía una chica que conocía hace tiempo: “las mujeres no valemos nada”. ¡Vaya que sí valemos!...
Se pasa mal, se vive peor, eres explotada y humillada y es un verdadero sacrificio para que los machotes estén contentos… “Pues por eso quiero ser mujer, porque se pasa mal”, le dije a aquella chica que conocí… Cada una lleva su sambenito… Y por otro lado, Soria vuelve a su tiempo ordinario. En una semana el Uno de Mayo, y el Catapán. ¿A que hay más personal asistiendo al Catapán que al Uno de Mayo?... ¡Ojalá me equivoque!... Tremendos días, aparte de la lluvia, estos días de principios de la primavera. Una corre asustada a escribirle al editor de este medio, una crónica que deja en la boca el sabor agrio de ser mujer, y escritora, en Soria. Si no acabas puta es porque luchas por salir de la miseria, pero en Soria a los faltones se les oye bien… ¡Hasta te asustan y te insulta algún otro periodista local de otro periódico!... Fin.
Fdo: Juana Largo