Durmiendo en la calle
Ángel Coronado desea en este artículo de opinión que se cumplan los deseos de una lectora que denunció la situación que viven los sin-techo en Soria y denuncia la falta de recursos municipales para atenderles mejor.
Crear entusiasmo y reafirmar lazos

Durmiendo en la calle
(Citas textuales en bastardilla y negrita. El Mirón “Sin techo en Soria” 27/11/2025)
“En la ciudad de Soria estos días hay un hombre durmiendo en la calle”
En la ciudad de Soria, estas noches, las temperaturas descienden de los cero grados.
“Acabo de verle”
Nosotros lo hemos visto también. Y a la fecha de hoy (07/12/24) lo hemos vuelto a ver.
“…en los soportales del Collado encogido en su saco sobre unos cartones, con los ojos ya cerrados a las nueve de la noche...”
Efectivamente, encogido en su saco sobre unos cuantos cartones, con los ojos ya cerrados y hacia las nueve de la noche.
“Alguien me dijo que a los transeúntes y sin techo se les paga [por parte del Ayuntamiento] una noche de pensión y luego tienen que ir a los servicios sociales y si no lo hacen es su problema.”
Esa es la idea que tenemos nosotros también. Bonita manera esa de situar y jerarquizar los problemas. Bonita pareja. El uno por el otro.
“Los sorianos podríamos estar verdaderamente orgullosos de pensar que en nuestra ciudad se cuida la dignidad de las personas.”
Pues claro que sí. Absolutamente de acuerdo. Y además de suponerlo estamos seguros de ello. Y en su lugar estamos verdaderamente avergonzados de saber que en nuestra ciudad no se cuida, por parte del Ayuntamiento (¿socialista? Antes “sociata” por no llegar, o “socialístico” por pasarse) y por parte de los servicios sociales (y dale que dale), no se cuida, sino al contrario, se descuida la dignidad de las personas.
“Supongo que cuando vives en la calle no es difícil perder un poco la razón o el sentido de lo que te conviene. También será difícil desplazarte a hacer gestiones administrativas abandonando el lastre de tus pocas pertenencias”
Absolutamente de acuerdo. Pues claro que sí. Ahí, precisamente ahí, es donde radica la situación que denunciamos.
“Acaban de colocar el pino de Navidad. Pronto se encenderán las luces.”
En efecto, acaban de colocar el esperpento y pronto se encenderán las luces, pero no las del entendimiento, sospechamos, sino las del esperpento, y además con la pasta de ustedes. Un pastón con el dinero de ustedes. Todavía tendremos que oírles que no con el dinero de los que no tienen techo. Todavía tendremos que oírles alardear del delicado respeto que tienen (¡serán miserables!), por el dinero de los sin-techo.
Deseamos de todo corazón se cumplan los deseos de Soledad Fernández Florez, sin perjuicio de lo cual deseamos también puntualizar, a cuenta del Ayuntamiento y de los servicios sociales, lo siguiente:
Primero: el cumplir con la obligación no está en contra (ni a favor) del don. Cumplir no es donar. El deber a cuenta del sueldo, y el don a cuenta del ser seres humanos (si es que lo somos). Cumplamos con nuestro deber y demos lo que podamos.
Segundo: Que no nos vengan con el cuento de siempre, que si el efecto llamada y zarandajas así. Talar el bosque para evitar el incendio. Cerrar la escuela pare evitar el suspenso. Demoler la calle para evitar el sin-techo, y zarandajas así. Lo que llama, o más bien clama, así en la tierra como en el cielo, no es el calor humano de ustedes, ayuntamiento y servicios sociales, como tampoco su largueza ni caridad. Lo que clama, repito, pero tanto en el cielo como aquí, en la tierra, en Soria y en la calle del Collado (Soledad Fernández Florez lo dice), es lo dicho.
Fdo. Ángel Coronado