Los españoles, los más optimistas de Europa
Según la encuesta de Final de Año de Gallup Internacional -la red internacional de investigación más prestigiosa y con presencia en todos los continentes, a la que pertenece Sigma Dos-, el 46 por ciento de los españoles cree que el 2021 será mejor que el 2020, frente al 29 por ciento, que cree que será peor, y el 23 por ciento, que piensa que será igual.
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Los españoles somos, por tanto, ligeramente más optimistas que la media mundial, donde los optimistas son el 43 por ciento y los pesimistas, el 24 por ciento.
Pero bastante más optimistas que la media de los países de la Unión Europea, donde los optimistas caen al 35 por ciento, con los italianos a la cabeza del pesimismo: solo un 13 por ciento de los ciudadanos de Italia creen que el año que viene será mejor que este, seguido de los polacos (15%) y los búlgaros (16%).
En la Unión Europea, solo los finlandeses se muestran más optimistas que los españoles (57 por ciento).
Esta cifra contrasta también con el nivel de optimismo del año pasado, donde primera vez en el último lustro, los españoles convencidos de que el año que entraba –en aquel caso, 2020- sería peor, superó a aquellos que miran el futuro inmediato con optimismo (un 35% frente a un 29%, mientras que quienes creen que será igual de bueno o malo asciende al 33%).
Es decir, la pandemia de la covid-19, vivida con especial virulencia en España, nos estaría empujando a pensar que 2021 solo puede ser mejor.
Menos felices que en 2019, pero en cabeza de Europa
En relación a la felicidad, los españoles somos también más felices que nuestros vecinos europeos, aunque la Unión Europea es la zona del mundo menos feliz (siempre y cuando no consideremos Rusia).
El 65 por ciento de nuestros conciudadanos se describe como feliz (54%) o muy feliz (11%), frente a un 7% que se siente infeliz y un 26% que dice no sentirse ni feliz ni infeliz.
Es verdad que el porcentaje de personas felices ha caído en todo el mundo, y en España también (en 2019 se declaraban felices el 72%, siete puntos más que este año). P
ero aun así, son datos que vuelven a contrastar con los de nuestro entorno. En la Unión Europea el porcentaje de ciudadanos felices cae al 50%, y solo el 40% de los italianos reporta felicidad
Pesimismo general en las previsiones económicas
Y de nuevo, esta diferencia se plasma en el ámbito económico. Aunque aquí son mayoría quienes ven el futuro con más nubarrones que claros, los españoles vemos menos nubes que nuestros socios europeos.
Mientras que solo el 26 por ciento de los españoles creen que 2021 será de prosperidad, la media de los países de la UE que han participado en el estudio cae al 15%, con el ránking de pesimismo económico liderado por los polacos, donde solo un 4% cree que vendrán tiempos mejores para la economía) y los italianos (donde esa cifra se eleva ligeramente al 8%).
Un mundo feliz, a pesar de la covid-19
La pandemia ha disparado el pesimismo económico en todo el mundo: si bien en términos generales la ciudadanía mundial es optimistas en relación a 2021 que otros años, el sentimiento no se extiende cuando se les pide que consideren la economía global.
Menos de la mitad (46%) de la población mundial cree que 2021 será un año de dificultades económicas y solo el 25% cree que será un año de prosperidad económica. Son los ciudadanos de la UE los que impulsan este pesimismo: el 61% cree que el próximo año será de dificultades económicas. En el lado opuesto, los más optimistas son indios y africanos (en ambos casos, un 56% de sus ciudadanos creen que 2021 será un año de prosperidad).
Sin embargo, a pesar del pesimismo económico, la felicidad parece brillar: El 54% de la población mundial se describe a sí misma como feliz y solo el 14% dice que no lo está. A la cabeza, de nuevo, los ciudadanos indios, donde un 64% se considera feliz, seguidos muy de cerca por los latinoamericanos (61%). Por países, el más feliz de los 41 que han participado en el estudio es Kirguistán, con un 85% de ciudadanos felices, seguido de Ecuador, con un 80%.
La felicidad, como suele decirse, va por barrios. Ghaneses y macedonios son, por su parte, los ciudadanos más infelices (38% y 32% de su población, respectivamente).