TRIBUNA / Ultraconfusión
Mario González denuncia en este artículo de opinión la decisión adoptada por PP, PSOE y Vox para camuflar sueldos de procuradores en las Cortes regionales, Lejos quedan las promesas de cambiar las cosas y de cumplir con la transparencia, para mejorar la calidad de la democracía española.
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TRIBUNA / Ultraconfusión
En estos tiempos de Sánchez uno no gana para sustos y esta mañana, sin desayunarlo siquiera, me he encontrado en el Diario de Castilla y León con una noticia titulada “PP, PSOE y VOX pactan camuflar sueldos encubiertos de 2.000 euros limpios para procuradores sin dedicación” a la que se añade, como subtítulo, “Indignación entre los grupos parlamentarios al enterarse de la argucia urdida en secreto por los tres integrantes de la Mesa y el letrado para acabar con la transparencia que había hasta ahora y no identificar a los parlamentarios sin dedicación que se llevan 805.000 euros en indemnizaciones”.
No es magia, son tus impuestos. Resulta que los enfrentadísimos por la tele PP, PSOE y VOX han pactado, por unanimidad, una Resolución de la Mesa de las Cortes de CYL (formada por Fátima Pinacho y Carlos Pollán de VOX; por Rosa Esteban y Francisco Vázquez del PP, y por Diego Moreno y Ana Sánchez del PSOE), de fecha 19.07.2023, que en el fondo supone la retribución encubierta vía indemnización de gastos y exenta de tributación para los aproximadamente 40 Procuradores en Cortes sin dedicación exclusiva. Como les da vergüenza, decidieron borrar nombres y apellidos y dejar como única información disponible las iniciales y dos conceptos de cobro: indemnización por asistencias e indemnización por kilometraje. No solo se trata de un fraude a la transparencia que debiera primar toda la acción pública sino también un fraude a la AEAT –y por lo tanto a todos los españoles- al considerar dietas exentas de tributación lo que en realidad son sueldos y salarios de 2.000€ mensuales de media a dichos correligionarios que, además, quedan fuera del régimen de incompatibilidades pudiendo así percibir otros salarios públicos o privados.
Mientras las Cortes de CYL se apresuraban a decir que esto se debe a un "equilibrio entre la transparencia con la protección de datos” y VOX denunciaba que sigue siendo “mucho más transparente que en el Congreso, donde no aparece ningún tipo de relación por diputado si no que aparece de forma genérica”, tengo que destacar la sensata intervención de Ángel Ceña, de Soria ¡CasiYa!, poniendo el dedo en la llaga al señalar que lo más razonable sería “que se cobraran sueldos más sensatos, pero todos los procuradores”.
Más allá de que PP, VOX y PSOE se escuden ahora en que todo se hizo a propuesta del Letrado mayor de las Cortes, Marcos Herrero, otro que tal baila, lo más cierto es que las Cortes esconden ese Acuerdo de la Mesa porque "los acuerdos de la Mesa no son públicos", aunque el dinero con el que pagan sí lo sea.
La Mesa es el órgano rector de las Cortes, ostenta su representación y sus funciones se centran en la organización, gobierno y presupuesto de una institución que debiera estar al servicio de los castellanoleoneses pero que está al servicio de los imperantes y su séquito como todo lo que toca la PPSOE.
Solo así se entiende que a mayores de estas ‘indemnizaciones recurrentes’ y con la misma fecha, aprobara una “Compensación por gastos derivados del seguro del vehículo a los Procuradores” por la que les va a sacudir, anualmente, otros mil pavos a los que tengan dedicación exclusiva y la mitad a los que no la tengan. En cualquier empresa privada todo ese gasto va incluido en la dieta, pero las Cortes son otra cosa ya que no juegan con su dinero sino con el nuestro. No es magia, son tus impuestos.
Si alguien pensó alguna vez que VOX o incluso PODEMOS habían venido a cambiar las cosas -aunque fuera a peor- hoy puedo confirmarles que ambas formaciones han sido absorbidas definitivamente por la PPSOE. Si hace unas semanas me cabía aún la duda –ver tribuna ‘¿Quo vadis VOX?’, EMS 19.11.23- la noticia aquí comentada hace que lo tenga ya muy claro. Cambiar las cosas implica rechazar de plano a esa PPSOE y a sus prácticas mafiosas.
Cambiar las cosas significa control del gasto público y rechazo de todo lo que no tenga sentido en la función pública, que se supone de servicio a los demás y no a uno mismo. Cambiar las cosas exige total transparencia de adónde y en qué concepto se gasta cada euro público. C
ambiar las cosas supone que el sector público –y sobre todo el sector político- tribute en las mismas condiciones que el sector privado, porque solo así podrán ser conscientes del nivel de presión fiscal al que nos someten.
Cambiar las cosas supone perseguir la igualdad, la libertad, la fraternidad y la democracia que nos niega la PPSOE para que todos los ciudadanos puedan ver la diferencia entre los franquistas con chaqueta de pana y aquellos que persiguen un cambio para España.
Sin embargo, cuando al poco de llegar, los nuevos actúan exactamente igual que la PPSOE, lo que tenemos no son ultras sino la ultraconfusión de unos meritorios que quieren ser de la PPSOE.
Fdo: Mario González Casado. Abogado. Mautiko Abogados.