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TRIBUNA / Pajaritos y pajarracos

Ricardo Mínguez disecciona en este artículo de opinión la penosa actuación municipal en Pajaritos II. Llama la atención sobre cómo es el mismo Ayuntamiento que debería velar por el cumplimiento de la legalidad urbanística el que corre a resolver las manifiestas ilegalidades de promotores particulares con auténticas patochadas que sólo benefician a estos últimos en perjuicio del ordenado y racional desarrollo de la ciudad.

TRIBUNA / Pajaritos y pajarracos

Nuevo espectáculo del circo urbanístico soriano

Los payasos del circo urbanístico soriano andan sueltos y sus gracias las pagaremos los sorianos. ¿No hay nadie que dirija con seriedad el espectáculo?

El penúltimo acto lo escenificó el alcalde (experto funambulista) con la esperpéntica resolución de reconocer el brillante acierto jurídico-técnico de una nueva cubierta (que no es un simple forjado  ¡a tres metros de altura sobre la cubierta del edificio!) ¡para colocar unas futuras supuestas placas solares!

 ¡Y por fin se presenta el anunciado y esperado acto final! La barbarie urbanística en Pajaritos II se pretende resolver con una multita y con la pronta aprobación por Ayuntamiento y Junta de la modificación del Plan General que legalizaría las ilegales cuarta (ya construida) y quinta planta (medio construida).¿Quién pensó en ver la demolición de obras tan queridas por nuestro Ayuntamiento? Aunque algunos pensamos que, si la Junta de Castilla y León no lo remedia antes, los tribunales sí que la ordenarán.

El cuerpo del delito

 El edificio construido cuenta con planta baja (PB) con 8 apartamentos, tres plantas completas (1ª, 2ª y 3ª) de 12 viviendas cada una, una planta (4ª) con 8 viviendas (inicialmente los áticos autorizados por la licencia), y una planta (5ª) sin licencia destinada a áticos y parcialmente construida. En total 6 plantas. La existencia de la 5ª planta hace ilegal la 4ª planta, ya que al demoler la 5ª planta las viviendas de la 4ª pasarían a ser áticos con las terrazas cubiertas, lo que no permite la Normativa Urbanística. Pero es que según la normativa la planta de áticos sólo puede alinearse con la fachada posterior en edificaciones con 12 metros o menos de fondo, y este edificio tiene 13 metros, por lo que también tendrá que retranquearse 3,60 metros en la fachada posterior (artículo 2.6.29 de la Normativa). Vaya faena.

En resumen, son ilegales y por ello deberían demolerse la 5ª planta completa, todo el forjado existente sobre las terrazas de la 4ª planta y un ancho de 3,60 metros de todo lo construido en la fachada Norte de esta última planta (aunque así está definida en el proyecto conforme al que se concedió la licencia de obras, lo que plantea la posibilidad de su denuncia. Se ha formulado una pregunta al Ayuntamiento sobre este tema, por supuesto que sin respuesta).  En cualquier caso hay orden oficial de demolición de las obras ilegalmente construidas.

Cómo salvar la cara y los muebles. Como todo indica que las obras se han realizado con el consentimiento no oficial del Ayuntamiento (obviamente de su estamento político que lo gobierna), éste intenta por todos los medios evitar males mayores al promotor (que inocente, confiada y disciplinadamente adquirió los terrenos que ahora permutará por la parcela contigua del Ayuntamiento) y ha emprendido para ello las siguientes acciones (sólo se indican las principales):

-tramitación de un Estudio de Detalle rechazado por la Junta de Castilla y León por su “inadecuación” al Reglamento de Urbanismo,

-tramitación y aprobación inicial de una modificación puntual del Plan General –la MP-32- con la que se pretendería legalizar lo ilegalmente construido y ampliar las viviendas de la 4ª planta hasta la fachada principal (12 viviendas en vez de los 8 áticos),

-resolución de la alcaldía por la que se suspende la orden de demolición, amparándose en que la ilegal 5ª planta tiene como única finalidad el soporte de las futuras placas solares. (¿Alguna vez nos habían llamado imbéciles mediante resolución oficial? ¿No? Pues ya lo han hecho),

-en consonancia con lo anterior imposición de una multa de 150.000 € al promotor para “solucionar” el problema.

 Y todo ello con la apertura por el Ayuntamiento de sendos expedientes de infracción urbanística y restablecimiento de la legalidad urbanística. Olé.

Los beneficiados

De lo hasta ahora publicado se constata que han aflorado dos claros beneficiarios: los compradores puente de los terrenos llamados de Las Ánimas y la sociedad promotora Domus Nebrija. El saber si habrá  otros más es muy posible que el tiempo lo desvele.

 Y no se olvide a los inefables amantes de Soria, los señores Pastor Ridruejo  (Rafael) y López Ridruejo (Diego), que como presidente y consejero delegado de la sociedad Cerro de los Moros S.L. (¿les suena?) vendieron a terceros los terrenos de Pajaritos II una vez recalificados por el Ayuntamiento como suelo urbano no consolidado en el Plan General de Urbanismo de 2006,  gracias al  malhadado convenio por el que esquilmaron a conciencia al Ayuntamiento de Soria; pero esa es otra historia.

 Los pobres compradores

Siempre hay perjudicados por las hazañas urbanísticas de los ayuntamientos. En este caso los compradores de buena fe de viviendas en el mal nacido edificio de Pajarracos II, perdón Pajaritos, que ya el mismo nombre anunciaba tempestades. Las irregularidades del edificio suponen un importante retraso en la entrega de las viviendas, con los consiguientes perjuicios de todo tipo para esos desafortunados compradores y las seguras indemnizaciones a cargo del promotor.

Lotería para todos

 Sin problema. El Ayuntamiento se ha reunido con los compradores y les ha prometido una prontísima solución… mediante la entrega de las licencias de primera ocupación de las viviendas legalmente construidas. Pero parece que olvidan que para dar esas licencias debe contarse, además de con el proyecto de fin de obra (¿de qué edificio?) y los boletines de todas las instalaciones (¿qué pasaría con los ascensores?), con el certificado de fin de obra emitido por su arquitecto director. Y ¿qué arquitecto en su sano juicio va a firmar ese certificado sabiendo que cuenta con dos demandas inmediatas: una ante su Colegio profesional por falta ética y otra en los tribunales por falsedad documental? Y ¿qué Notario y qué Registrador de la Propiedad van a admitir una División Horizontal de un edificio en esas condiciones de ilegalidad, que no se sabe cómo terminará siendo y con una planta completa, la 5ª, dedicada según promotor y Ayuntamiento a soporte de placas solares, y la 4ª pendiente de no se sabe aún con qué reformas pendientes?

Porque si se hiciera un certificado de fin de obra parcial, conforme al proyecto de ejecución aprobado,  se concedieran las licencias de primera ocupación de los pisos de las plantas baja a 3ª inclusive (para la 4ª es impensable) y se escrituraran las compras de esas viviendas, ¿cómo iban a lograr en el futuro la unanimidad de los propietarios para modificar los coeficientes de la División horizontal?

Y aquí llegamos al problema principal: es muy improbable  que la Junta de Castilla y León (aunque no hay nada imposible para esta Junta), con los antecedentes jurídicos conocidos, apruebe definitivamente la modificación puntual del Plan General de urbanismo, la MP-32, ya que se trata abiertamente de una modificación orientada a la legalización de unas obras ilegales, por muy beneficiosas para el interés general que arquitecto redactor (qué casualidad, el arquitecto Ignacio Cabrerizo) y Ayuntamiento se empeñen vanamente en demostrar. Y si no se aprueba la MP-32 habrá que demoler sí o sí.

Pero es que, aún en el caso de que la aprobara, serían imprescindibles, además de las obras de terminación de  la 5ª planta, las de adecuación a la Normativa Urbanística de la 4ª planta, obras que harían prácticamente inhabitables las viviendas de los pisos inferiores. Las viviendas ya construidas en la 4ª planta dejarían de ser áticos y se ampliarían esas viviendas hasta la fachada Sur, pasando de 8 a 12 unidades, verdadera lotería para el promotor, pero con importantes modificaciones de tabiquería, pavimentos e instalaciones. ¿Y qué pasaría entonces con los compradores de los áticos proyectados para la 4ª planta?

En resumen, que la lotería no es cosa de los ayuntamientos y que estos, y en concreto el de Soria, deben velar por el cumplimiento de la legalidad en vez de dedicarse a negocios propios de las empresas privadas. Para las Administraciones públicas hay una cosa que se llama interés general y transparencia en y de sus actuaciones, cosa que parecen haber olvidado. ¡Cuántas trabas, así no se puede trabajar!

Responsable/s de la chapuza

Últimamente han saltado a la prensa varios casos de abusos urbanísticos de promotores particulares amparados por la innecesaria e injustificada complacencia de los responsables políticos del urbanismo en el Ayuntamiento de Soria. ¿Ignorancia? ¿Beneficencia municipal? ¿Corrupción? ¿Dejación de funciones en manos de los promotores? ¿Falta de medios técnicos y jurídicos o insuficiente cualificación de los existentes? ¿O falta de independencia profesional de esos medios? Ninguna excusa es válida cuando están en juego el patrimonio y el interés general que debe presidir todas sus actuaciones.

En el caso de Pajaritos/Pajarracos II las dos últimas resoluciones del Ayuntamiento son de tal calado contrarias al buen hacer exigible a sus responsables que, en mi modesta y fundada opinión, son más que suficientes para pedir, como mínimo, la dimisión del irresponsable concejal responsable de Urbanismo. Sería un buen ejercicio de dignidad y transparencia democráticas.

Y alguien preguntará  qué se le ha perdido a Ricardo Mínguez en este circo. Pues a mí y a todos los sorianos, sobre todo a los de las futuras generaciones, se nos ha perdido la esperanza de contar con un Ayuntamiento que vele y trabaje para hacer de Soria, o de lo que queda de ella, una hermosa ciudad en vez de una colección de horrendos edificios con desproporcionadas alturas y sin atender a unos mínimos criterios de buen urbanismo (por ejemplo terminar un nuevo barrio reduciendo las alturas de los edificios a medida que la ciudad desaparece para sumergirse en el paisaje, y no al contrario, como en el caso de Pajarracos II). Y si los sorianos no tomamos conciencia de este continuo atropello y exigimos un cambio radical a nuestro  Ayuntamiento, el urbanismo seguirá en manos del egoísmo y la rapacidad de particulares promotores inmobiliarios.

Fdo: Ricardo Mínguez Izaguirre, Doctor Ingeniero de Caminos, Urbanista.

 

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