Trece sonetos para una nueva "Saturiada"

La Saturiada, un recorrido a pie por la Soria que describió Juan Antonio Gaya Nuño en su reconocida novela "El Santero de San Saturio", celebra una nueva edición el próximo 23 de abril. Los sonetos, hasta trece, han sido compuestos por José María Martínez Laseca.

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Nombramiento y posesión de la ermita

Soy aspirante al puesto de santero
para cuidar la ermita del patrón.
Muy meditada está mi decisión
de vida retirada. Soy sincero.
Harto ya de ciudades, solo quiero
reencontrarme conmigo, en comunión
con la naturaleza. Esa emoción
de ver pasar los días junto al Duero.
Que esta es la senda que también siguieron
los pocos sabios que en el mundo han sido
y de la que jamás se arrepintieron.
Atrás quedará aquel tiempo vivido,
las tentaciones que me sedujeron.
Seré santero: un hombre redimido.

1 Concentración de gentes

Poner en orden las palabras quiero,
pues vienen a mi mente en torrentera,
y pregonaros esta primavera
con el trino del más dulce jilguero.
El veintitrés de abril es pebetero
que alcanzará mi flecha, tan certera
para prender la llama que libera
de su cárcel al gozo prisionero.
Es la fiesta del libro, compañeros.
Celebramos que Gaya, en “El Santero
de San Saturio” nos abrió senderos.
Para así discernir lo verdadero
de los muchos disfraces embusteros
con que se encubren poder y dinero.

2 Del mito de Numancia

Traer Numancia a colación me toca:
alta colina en tierras pantanosas,
gente sencilla, abejas afanosas,
trágica historia, que mi mente evoca.
Enfrentarse al poder siempre disloca
el pensar del servil. Impetuosas
decisiones invocan virtuosas
razones, que corren de boca en boca.
Numancia frente a Roma poderosa.
Audaz, te inmolas en desigual liza,
sitiada de hambre y sed, pero orgullosa.
Ansia de libertad nos moviliza.
Tu noble ejemplo superó la prosa:
águila, sobrevuelas la ceniza.

3 Sobre tauromaquia

Tres veces milenaria es la amistad
entre el hombre español y el bravo toro
las pinturas rupestres son tesoro
que corroboran esta gran verdad.
Por tu potencia, encarnas la deidad.
¡Qué orgulloso te muestras, negro toro!
Y el pueblo te celebra y te hace coro
por contagiarse de tu potestad.
Soria es tierra de toros sin igual
con sus sagradas fiestas de San Juan
y doce toros dentro del ritual.
Ritual de sacrificio en el afán
de que comulguen todos por igual
de la carne y del vino que les dan.

4 Sobre gastronomía

Hay un arte de hacer en la cocina,
de destrezas y de conocimientos,
por preparar sabrosos alimentos
gratos al paladar y a la retina.
A veces el olfato ya adivina
por sus aromas tales condimentos,
antes de que esos platos suculentos
sirvan al comensal de golosina.
Habrá quien guste asado de cordero,
otros prefieren la micología,
bien regados con ribera del Duero.
Siempre alabada la gastronomía:
típicas migas junto al ajoarriero,
de trashumancia y de carretería.

5 Sobre lujuria

Incontrolable apetito sexual
la lujuria es. Codicia y posesión,
según la Biblia, llevan a perdición.
Y es, por demás, pecado capital.
A hombre y mujer les mueve lo carnal
como algo propio de su condición
y uno y otra se buscan con pasión
dentro o fuera del lecho conyugal.
¿Hay lujuria en los ojos con que miras
a tu complementario en su hermosura
cuando es de corazón y sin mentiras?
Fue allá en el paraíso, en su natura
con esa calma y paz a la que aspiras:
Adán y Eva, manzana y mordedura.

6 Sobre la cultura

Todo el mundo presume de cultura,
cuando es bagaje del que carecemos.
Con más cultura como hombres crecemos,
porque de la barbarie ella nos cura.
Que es la cultura herencia que perdura
de saberes. Creencias que tenemos,
comportamientos, valores supremos
que nos elevan en nuestra estatura.
Son cultura y trabajo armas de amor
como Machado ya se lo advirtió
a sus alumnos, cual docto profesor.
Si no se nos parió con ciencia infusa
y la cultura es algo redentor
cultivemos su tierra, sin escusa.

7 Sobre el mercado

Dos cosas hay, según sabio criterio,
que conocer al visitar ciudades
-aunque lo extrañen vuestras facultadesuna
el mercado, es la otra el cementerio.
Cada uno de ellos guarda su misterio.
Alfa, el mercado de localidades,
Omega, el cementerio de oquedades,
que tratan de vida y muerte muy en serio.
Era el mercado de la ciudad centro,
donde llenar la cesta de la compra,
un lugar de referencia y de encuentro.
Tradicional mercado se le nombra,
también de abastos: plaza y epicentro
de un bullir ciudadano, que aún asombra.

8 Sobre la provincia

Soria quiere futuro, oigo se grita
en la provincia que está más vaciada
de habitantes. La más abandonada
por los gobiernos ciegos, y eso irrita.
Yo apuesto por la Soria que medita,
que lucha con tesón, ilusionada,
esa que por perdido no da nada
y sabe qué futuro necesita.
Si hemos sido hasta aquí tan indolentes,
no culpemos a otros y seamos
primero, con nosotros, exigentes.
¿Qué proyectos tenemos entre manos,
que aúnan voluntades, convincentes,
y abren el porvenir a los sorianos?

9 Educación y emigración

No cabe duda, que es la educación
nuestra mejor herencia recibida,
pues cura la ignorancia que es herida
de conocimiento y preparación.
Por eso siempre fue preocupación
de padres que sus hijos enseguida
entraran en la escuela y que su vida
fuera mejor, con buena ocupación.
Y este pensar así, tan coherente,
de contar con sorianos bien formados,
cae en contradicción muy evidente.
Los jóvenes emigran a otros lados,
fuga cruel de talento y de simiente,
quedando nuestros pueblos desolados.

10 Nuestra manera de ser

Son el papanatismo y sorianismo
dos actitudes propias del soriano
de las que este se siente muy ufano,
aunque le están llevando hacia el abismo.
También resignación e inmovilismo
han fijado en su vivir cotidiano
inercias negativas que no en vano
van parejas al individualismo.
Hay que romper modorras y apostar
por una Soria más emprendedora
y para ello tenemos que cambiar.
No cabe esperar más. Llegó ya la hora
de unir las voluntades y avanzar
para atrapar los gallos de la aurora.

11 Fiesta de la cultura

Es la cultura un caldo de cultivo
en el que proliferan actitudes
y valores, cargados de virtudes,
innovadores en lo creativo.
Así el Casino en estas latitudes
es corazón que late redivivo
siempre con un sentido positivo
acogiendo plurales inquietudes.
Y nuestra conocida Saturiada
encuentra en él la desembocadura
de su procesional gentil riada.
Es fiesta que celebra la cultura
que surge desde el pueblo, fermentada,
y no entiende la vida sin lectura.

12 Despedida y cierre
Decir adiós es siempre triste cosa
porque comporta una separación,
por mucho que el recuerdo en la emoción
desprenda su perfume, cual la rosa.
Mas, para andar hacia otra dirección,
aunque resulte situación penosa,
difícil de expresar, embarazosa,
es siempre una exigida condición.
Por eso os digo adiós, amigos míos,
agradeciendo el tiempo compartido,
a salvo de intemperies y de fríos.
Con este fuerte abrazo, me despido.
No os olvidaré nunca, amigos míos.
¡Lleva quien deja y vive el que ha vivido!