Las camareras visten a la Virgen de la Soledad
Las camareras de la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, posiblemente la que arrastra más devoción en Soria, han preparado de nuevo a la imagen que saldrá esta noche en la procesión del Silencio, tras dos años de suspensión por la pandemia.
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Se trata de un un acto íntimo y repleto de sensibilidad, en la que las camareras visten a la Virgen en la jornada del Miércoles Santo y le colocan el manto que lucirá la imagen durante la procesión del Silencio, que partirá esta noche, a las once y media, desd ela ermita de la Soledad para dirigir sus pasos, en silencio sepulcral, hasta la concatedral de San Pedro.
Las camareras son las únicas que pueden estar con la Virgen para vestirla, en un cargo que es vitalicio, según ha explicado el secretario de la cofradía, Óscar Jiménez.
Una de las primeras actuaciones de la nueva junta directiva de la cofradía fue regular el trabajo de las camareras, en enero de 2013 y no sólo tienen que acompañar a la Virgen en la procesión del Silencio y vestirla en la víspera sino atender durante el año en las misas y limpiar y cuidar la ermita, enclavada en el parque de la Alameda de Cervantes.
Los estatutos marcan que no hay límites de número para las camareras honoríficas pero sí para las que están en activo, que nunca pueden ser más de diez ni menos de siete.
Jiménez ha resaltado que la reglamentación obliga a ser primero cofrade durante al menos cinco años para ser camarera.
Las camareras tienen el privilegio de encabezar la procesión del Silencio, delante de la propia imagen de la Virgen, vestidas con un riguroso traje negro y mantilla española del mismo color.
A las 23,30 horas la procesión partirá desde la ermita de la Soledad, para cruzar la Alameda de Cervantes, dirigir sus pasos por la plaza de Mariano Granados, y tomar el Collado, para dirigirse después a la concatedral de San Pedro, este año por la calle Real y Zapateria, debido a la existencia de una casa en peligro de ruina en la calle Mayor, que ha obligado a cambiar esta parte del recorrido.
La banda de trompetas del Ecce Homo acompaña a la cofradía de la Soledad desde 1954.
Posteriormente se creó la banda de cornetas y tambores de la Soledad y ambas agrupaciones se siguen acompañando de forma simbólica en las dos procesiones hasta el día de hoy.
Imagen
El rostro de María refleja el dolor ante la pérdida de su Hijo, muestra la boca entreabierta y dirige la mirada hacia el cuerpo muerto que se muestra abandonado, recostado sobre el regazo de la Madre.
En 1878 se adquirió la vestimenta que hoy día luce Nuestra Señora de la Soledad (pues se trata de una imagen de vestir).
Fue donada a la Virgen por doña Vicenta Bonilla, consistiendo en un manto de terciopelo negro de Lión con delantal blanco, ambos bordados en oro.
Antes de 1960 deja de ser portada a hombros en las procesiones para hacerlo sobre una carroza rodada.
La corona de oro que luce la Virgen de la Soledad, fue regalada por Serafín Torroba y Carmen Sainz en 1929, según refleja una inscripción grabada en su parte posterior.
En 1994 un cofrade regaló a la Virgen un alfiler con barra de oro y una piedra en el centro de color rojo que pasó a formar parte de su patrimonio formado por un considerable número de broches y joyas donados por los sonanos.
Por su parte, la imagen del Cristo en el Humilladero representa a Cristo en la cruz, tres clavos, ojos y boca entreabiertos, corona de espinas trenzada, barba corta en dos picos y mechón que cae sobre el hombro derecho, inclina la cabeza hacia ese lado y llaga en costado con abundante goteo de sangre por todo el cuerpo.
Constituye un buen ejemplo de la imaginería de la época a tamaño natural.