La Junta reconoce dos nuevos BIC
El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy la declaración del Palacio Municipal de Ágreda, como Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento. Con esta declaración se resuelve el expediente incoado en 1973. Además se ha resuelto la declaración como BIC de la iglesia de Santo Tomás, en Chavaler.
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Debido a la ubicación del inmueble, en el conjunto histórico declarado de la villa de Ágreda, se delimita un entorno de protección mínimo, como el entorno visual y ambiental inmediato, en el que cualquier intervención que se realice pueda suponer una alteración de las condiciones de percepción del bien o de su propio carácter.
El Palacio Municipal de Ágreda, actualmente edificio consistorial, fue construido en el año 1551 durante el reinado de Carlos I.
Las importantes renovaciones urbanísticas que sufrió la villa de Ágreda en el siglo XVI dieron lugar a la construcción de una plataforma artificial sobre el barranco del Queiles, donde se construye el Palacio.
El actual edificio es el resultado de diversas intervenciones que se han ido sucediendo a lo largo del tiempo.
Se trata de un palacio renacentista construido en la primera mitad del siglo XVI, de planta rectangular, constituido por dos edificios adosados, uno de sillería de traza renacentista con fachada a la Plaza Mayor y otro de mampostería y ladrillo, con arquería de ladrillo sobre columnas jónicas en la fachada sur.
La fachada principal, orientada al este, presenta como elemento más característico una arquería en la planta superior.
Los dos arcos centrales dan paso a un balcón forjado, como tribuna abierta a la plaza en los acontecimientos y solemnidades públicas. La puerta principal se abre en el extremo sur mediante arco de medio punto.
La fachada del lado sur presenta una logia con arcos de ladrillo dispuestos a sardinel y apoyados en columnas jónicas de piedra y se materializa con sillares en las esquinas y ladrillo en el resto.
En planta primera presenta cuatro huecos de proporción vertical con dinteles de ladrillo a sardinel. La fachada oeste está revocada, a excepción de la crujía y la norte mantiene en la planta primera la mampostería de los muros originales con huecos recercados por sillares y alféizares de piedra, mientras que la planta baja está revocada con sillares de piedra en las esquinas.
La cubierta actual de madera laminada a cuatro aguas, con cobertura de teja cerámica curva tipo árabe y con torreón central para iluminación de escalera, es el resultado de la intervención llevada a cabo a finales del siglo XX.
Por otra parte, el Consejo de Gobierno ha aprobado la declaración de la iglesia de Santo Tomas, en la localidad soriana de Chavaler, Garray, Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento. Con esta declaración se resuelve el expediente incoado en 1982.
biental inmediato en el que cualquier intervención que se realice, puede suponer una alteración de las condiciones de percepción del bien o de su propio carácter.
La iglesia de Santo Tomas Apóstol se encuentra en Chavaler, una localidad soriana a 12 kilómetros de la capital, al pie de la Sierra de la Carcaña, que llegó a ser un lugar floreciente gracias a la industria lanera, muy activa en Soria desde finales de la Edad Media hasta el siglo XIX, y que en Chavaler, estaba ligada a la familia de los Castejones, hermanos relevantes del Honrado Concejo de la Mesta.
A la entrada del pueblo, se alza este templo del siglo XVIII, construido a iniciativa de los marqueses de Villavicencio y Alcántara, nobles enriquecidos por la actividad ganadera de esta zona, que construyeron además un palacio y un lavadero de lanas, cuyos restos todavía pueden observarse a la orilla del río.
Al exterior, destaca su fachada con elementos neoclásicos, puerta con arco de medio punto enmarcada por pilastras y frontón triangular, sobre la que se sitúa el escudo de la familia donante. La fachada se compone de tres cuerpos superpuestos en altura.
El edificio tiene una sola nave dividida en tres tramos y cubierta con bóveda de cañón con lunetos.
El crucero está cubierto con cúpula sobre pechinas. Todo el interior estucado se decora mediante bicromía que remarca gallones en la cúpula y nervios en la bóveda. La sacristía adopta la tipología de camarín rectangular por detrás del altar. El edificio se completa con un pequeño atrio de entrada, a los pies de la nave, en el que se sitúa el coro elevado, de pequeñas dimensiones, enmarcado por un arco de medio punto sobre pilastras. Sobre él se levanta la torre campanario.