Entrega de premios de "Carta a un militar español"
Irene Montes Gamero, alumna del colegio de Los Escolapios, de Soria, ha recogido al mediodía de hoy el premio que le acredita como la autora de la mejor carta a un militar, en el concurso organizado por el Ministerio de Defensa en la provincia.
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El salón rojo del Instituto de Educación Secundaria (I.E.S) “Antonio Machado” ha acogido este jueves la entrega de los premios “Carta a un Militar Español” a nivel provincial, en un acto presidido po el Subdelegado de Defensa en Soria, Coronel Miguel García Pérez y al que asistido el Subdelegado del Gobierno en Soria, Miguel Latorre y la delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Soria, Yolanda de Gregorio,
El origen de este certamen se remonta a 2013, cuando el Ministerio de Defensa y la Subdirección General de Reclutamiento y Orientación Laboral promovió este concurso dirigido a estudiantes de 4º de la ESO, 1º y 2º de Bachillerato y Formación Profesional de Grado Medio de toda la geografía española y a aquellos localizados en el extranjero, con el objetivo de acercar y dar a conocer las Fuerzas Armadas a los jóvenes, como garantes de la seguridad y la defensa.
En esta edición han participado un total de 109 alumnos de los Institutos de Educación Secundaria (I.E.S) “Antonio Machado”, “San Leonardo”, “Margarita de Fuenmayor”, “Castilla”, y el Colegio “Nuestra Señora del Pilar”, siendo el tema elegido “Expediciones Militares. Contribución al conocimiento”.
CARTA GANADORA
A SOLIS ORTU USQUE AD OCCASUM
Desde la más profunda admiración y con todo el afecto: gracias.
Gracias por arriesgarte y armarte de valentía para descubrir hasta los más recónditos lugares de nuestro planeta.
Gracias por circunnavegar el mundo dejando una inmensa estela de saber a tu paso.
Gracias por dar tu vida al conocimiento y a todas aquellas expediciones que hicieron posible la realidad en la que vivimos hoy.
Por eso y por todo lo que ello conlleva, el objeto de mi misiva eres tú. Tú, un innominado protagonista que junto a Vasco de Gama exploró Oriente. Galera compartiste con Ponce de León y llegaste al Nuevo Mundo hablando un idioma que nadie entendía, mas todos comprendían: el de la hermandad. Recorriste la Tierra a lomos de la Victoria y a muchos compañeros perdiste por el camino.
Perteneces a los “otros”, aquellos cuya participación fue decisiva y, sin embargo, su nombre no fue recordado. Tu labor ha marcado la historia de la humanidad. Tu espíritu ha permanecido incólume allá donde estuviste. Incluso después de que los Últimos de Filipinas abandonasen Baler, se podía reconocer tu eterna ánima en cada susurro sibilante del viento, en cada pedazo de tierra investigado, en cada especie descubierta y en cada pizca de conocimiento compartido.
Deseo dedicarte esta epístola para saldar la ineludible deuda que todos y cada uno de nosotros tenemos contigo. Me dirijo a ti porque tu nombre no ha perdurado en la historia, pero tu legado sigue y seguirá vigente para siempre.
Te escribo por todo lo que, en pos del saber, la ciencia y la cultura, tuviste que sacrificar. Para que nunca seas del todo olvidado. A ti, que desde una colina y acompañado por el véspero y Vasco Núñez de Balboa vislumbraste aquel al que llaman Pacífico.
Sobre tu rostro, hirsuto tras largos y tediosos meses en altamar, refulgían los colores propios de un nuevo océano. Un indómito sentimiento debió surgir de entre tus entrañas ¿Te sentiste, por acaso, abrumado ante tanta grandeza? Una lágrima serpeó a lo largo de tu semblante y junto a ella, un ligero suspiro de aliento abandonó tus labios: no solo había más tierra.
A ti, que fuiste de los primeros en comprobar con asombro que sí hay tierra más allá y, embriagado por la verdad, te lanzaste a descubrir todo aquello que se desconocía con el claro objetivo de dotar al conocimiento primigenio de mayor veracidad.
A ti, infatigable trotamundos, y a todos aquellos que, aun sin nombre, conforman una parte esencial de nuestra historia. Hay una miríada de razones que podría dar para expresar la grandeza de tus actos, sin embargo, el lenguaje es insuficiente para definir su magnitud. Lo único que puedo decir es que mientras de mí dependa, tu recuerdo seguirá recorriendo el globo desde la salida del sol hasta el ocaso. Estimado, querido y olvidado viajero, el epítome de esta historia, nuestra historia, eres tú.
Autora: Irene Montes Gamero (1º Bachillerato del colegio Nuestra Señora del Pilar, de Soria.)
