Valdegeña recuerda a Avelino Hernández con una estatua dedicada a una boina
La estatua será realizada por el escultor Isidoro Saenz
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Valdegeña, pueblo de medio centenar de habitantes que miran al Moncayo, a una treintena de kilómetros de Soria-capital, dedicará una estatua a la boina, una prenda de abrigo que popularizó su hijo más reconocido, el desaparecido escritor Avelino Hernández.
Hernández (Valdegeña, 1944- Mallorca, 2003), que fue secretario general de la Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Castilla y León y director técnico del programa "Culturalcampo", publicó entre otros "Donde la vieja Castilla se acaba" (1985), "La historia de San Kildán" (1986), "Aún queda sol en las bardas" (1984), "Crónicas del poniente castellano" (1986) y "La Sierra del Alba" (1990).
El alcalde de Valdegeña y hermano del recordado escritor, Ricardo Hernández, ha avanzado que prevé colocar en la zona alta del pueblo un escultura dedicada a la boina, realizada por el artista Isidoro Saenz, con el objetivo de reivindicar el uso de esta prenda hoy en desuso y de recordar a Avelino Hernández, cuya imagen fue siempre unida a esta prenda.
El investigador de los trajes populares sorianos, Enrique Borobio, ha explicado que no se puede decir que la boina esté condenada a la desaparición, ya que las modas pueden volver a revitalizar su uso.
"Antes las llevaban todo el mundo; el llevar la cabeza cubierta ha sido tanto para abrigar o proteger como para reflejar status", ha resaltado.
La boina se popularizó cuando se empezó a vestir con traje largo y americana.
La prenda también se llevaba en los ambientes industriales, aunque a partir de los años 60 del siglo pasado se identificó con los emigrantes de los pueblos a las ciudades y se transformó en un estereotipo negativo, unida "catetismo" rural.
"Avelino reivindicó siempre el uso de la boina, para señalar que el medio rural no era paleta sino que la cultura tradicional popular valía igual que la de las ciudades", ha subrayado.