Ólvega celebra la matanza de cuando "las casas no eran un televisor"
Ólvega ha compartido la décimo cuarta edición de sus jornadas tradicionales de la matanza.
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Cerca de un millar de personas se han congregado en la plaza de España de la Villa del Moncayo para asistir al ritual de la matanza del cerdo y degustar algunos de sus productos.
Los participantes han dado buena cuenta de 40 kilogramos de morcilla, la misma cantidad de lomo, 20 de chorizo, 15 de longaniza, 12 de morcilla y en torno a 40 kilogramos de torreznos.
Con música de los gaiteros de fondo, los asistentes han presenciado cómo se elaboran las morcillas, los chorizos y el enajado y han presenciado el torreado del cerdo.
El pregón ha corrido este año a cargo de tres jóvenes de la asociación "La Juve".
Leire, María y Carmen han resaltado que para los más mayores la jornada de la matanza les traerá recuerdos de su niñez y de su juventud.
"Las casas no eran un televisor y unos dormitorios, eran escuelas del vivir cotidiano. La chimenea era punto de encuentro y la cocina, testigo de todos los sucesos familiares. La cuadra, el corral y la pocilga eran el complemento mínimo necesario para la vida familiar", han subrayado.
Las pregoneras han destacado que la matanza era rito, fuente y origen de toda la cocina familiar a lo largo del año.
La jornada, organizada por el Ayuntamiento de Ólvega, ha contado con la colaboración de las asociaciones Los Mártires y Niña del Moncayo, el centro de día de mayores, Chiquilanda y Bricomat.