Herrera y Barcones visitan el monasterio cisterciense de Huerta
El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y la delegada del Gobierno en la Comunidad, Virginia Barcones, visitan esta tarde el monasterio de Santa María de Huerta.
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La visita de ambos mandatarios está anunciada para las cuatro y media de la tarde y en la misma podrán conocer de primera mano los desperfectos que ha provocado la inundación producida en la tarde del 9 de septiembre, cuando un fenómeno pluviométrico muy localizado, con más de 36 litros por metro cuadrado, según el análisis realizado por la Confederación Hidrográfica del Ebro, afectó a Santa María de Huerta y el agua se acumuló en un barranco que muere en el río Jalón y que discurre paralelo a uno de los muros que delimita el monasterio cisterciense.
La dañina inundación se ha debido claramente, según la CHE, a un fenómeno pluviométrico muy localizado que produjo un incremento súbito en el barranco sin denominación que transcurre por el propio núcleo del municipio y que coincide en parte con la calle San Bernardo y otro cauce secundario de la población.
Es lo que se denomina "Inundación pluvial", única y exclusivamente por la lluvia acumulada, que produce una inundación relámpago o "barrancada" que no tiene ninguna relación con un fenómeno hidrológico de avenida en un cauce principal.
El río Jalón no tuvo participación en estos efectos y tampoco la situación de mantenimiento ni del río, según ha puntualizado la CHE, ni de los propios barrancos del núcleo, ya que todos habían sido revisados por la CHE este mismo año tras las crecidas del mes de abril y estaban en buen estado para el desagüe.
La lluvia que se produjo en la zona se puede calificar de "torrencial", con un acumulado registrado en el pluviómetro de Monteagudo de las Vicarías (el más cercano de que dispone la Confederación en la localidad) de 36 l/m² en una hora, entre las 18 y las 19 horas del pasado domingo.
Tras el análisis de los técnicos, se considera que el acumulado en Santa María de Huerta pudo ser superior.
El efecto de la lluvia se agravó en la localidad por la situación urbana del barranco de muy pequeña superficie y por las distintas actuaciones que se han ido realizando produciendo una mayor exposición en la llanura de inundación de este cauce, que aunque no porte agua durante el año, no significa que un cauce no siga siendo un camino natural para las aguas, algo que la Confederación Hidrográfica del Ebro recuerda en todos sus mensajes públicos a través de sus redes sociales, en las que indica que ante avisos amarillos y naranjas de AEMET hay que tener precaución por posibles incrementos súbitos de caudal en cauces secundarios.
Tras las inundaciones, el director general de Patrimonio Cultural y de Protección Civil de la Junta ofreció poner en marcha una mesa de trabajo para analizar las causas de las inundaciones y poner en marcha medidas que eviten, o al menos palíen, que se vuelvan a producir inundaciones.
