Qué Ayuntamiento: dudas en el Cerro
El jurista Saturio Hernández incide en este artículo de opinión en que sigue abierto el expediente urbanístico del Cerro de los Moros, ante la pasividad demostrada en este tiempo por el Ayuntamiento de Soria, que no ha dado el paso para declarar la caducidad del mismo.
¿Corrupto yo? ¡Y una mierda, con perdón!
Torrente de falsedades
Qué Ayuntamiento: dudas en el Cerro
Si nos preguntáramos, que no lo hacemos, qué va a hacer el Ayuntamiento en el Cerro y para el Cerro de los Moros o Cerro de los poetas, estaríamos perdiendo el tiempo y quizá lo haríamos perder a quien nos lea, muchos o pocos, pero nos leen sobre todo para ver si hay algún movimiento, que no hay, pues sigue vigente la tesis de F. García que el expuso en esta Tribuna y yo recuerdo en mi Tribuna del Mirón de16.10.2024 “Yo no sé, pero oí decir: Cerro Edificado”.
Y en lo que no lleva razón, aunque bien que me gustaría, F. García es en su Tribuna de 13.12.2023 “Cerro de los Moros Caso cerrado”, pues la continuidad sin solución de no presentar planeamiento de desarrollo y la real inactividad del Ayuntamiento que no hace nada, no dice que sí o no dice que no, sobre la actuación y/o sobre los incumplimientos, siempre presuntos de la propiedad, y la no notificación a la misma de la decisión -la que sea- del Ayuntamiento, hace que el hecho del procedimiento, procedimiento abierto, siga con múltiples posibilidades para todos-todas las partes y, por ello, siga y siga como la pila de Duracell.
Se nos habla de caducidad, concepto viejo y nuevo, que si no se emplea como corresponde es inútil, ineficaz y obsoleto como las asociaciones de toda ralea que pululan por esos mundos de dios o de los intereses de encontrar un poder público que garantice proyectos y no sin ánimo de lucro.
Pero, en todo caso, todo lo que se ha escrito del Cerro, y lo que se va a escribir, por eso F. García nada está cerrado, lleva al hecho incontestable, me parece, que las dudas de un lado y otro sean patentes como lo vuelos de los Pajaritos.
No estoy hablando de Pajaritos II, que ya lo haré; y esas dudas se acrecientan desde en el Cerro el inicio de publicidad por iniciativa privada, que no debería haberse hecho, pues no estaban todos los informes; todos y no unos pocos, que no fueron examinados porque con el intento de publicación, que podía haberse hecho solapando al Ayuntamiento, éste cuando lo hubiera visto tendría que haber reaccionado contra la publicación, y vía legal existe y existía, y además el expediente para la publicación en el Boletín de la Comunidad tuvo que cotejarse, compulsarse o similar por la Administración en relación a la cual se iniciaba el trámite, y si lo presentado estaba formalmente mal presentado, la Administración tenía que haberlo notificado y dar pie de los recursos.
Eso no está hecho, pero pasó: o es que alguien nos va a decir, y si lo dicen por escrito y con documentos, que están todos los informes; y si están y la propiedad tiene todas las alegaciones, que las ha de tener, y las tiene y ha pasado el plazo, la razón de no remitirlo por ella misma a la Comunidad es que pasa algo, no lo sabemos, pero es tan transcendente que “no quieren una devolución que vuelva la pelota al inicio”.
Y eso facilita el objeto de negocios, presentes y futuros.
Se nos ha hablado de caducidad de no se sabe qué, pero se olvidan, caso de que lo hayan sabido alguna vez que la caducidad es de interpretación restrictiva y tiene que ser declarada previa audiencia.
Y eso, en el Cerro de los Poetas el Ayuntamiento, que no se ha movido ni para un lado, ni para el otro, no ha hecho nada, ni va a hacer.
Esos que piensan y escriben sobre caducidades no se sabe, realmente, para qué, tienen que preocuparse, no lo han hecho “esos defensores del medio ambiente tan agudos”, de cuánto cuesta al Ayuntamiento la inversión de las arcas públicas para los sistemas generales imprescindibles para que, si algún día, presentaran el planeamiento de desarrollo, los ejecute el Ayuntamiento, y, sobre todo, los pague.
Ya nos gustaría saber cuánto es eso, y si alguien dice que no es así, pues nada que escriba, mientras tanto eso es así y la ley y reglamento de urbanismo comunitario lo imponen; no se nos diga que eso lo asume la propiedad privada, que podría con condiciones asumirlo, pero, siempre, siempre, le reclamaría el coste a la Entidad Local.
Con estas vicisitudes, y otras de hecho que, claramente indicado, no conocemos, pero que hay o puede haber, las dudas del quehacer municipal son evidentes y el almirante de la mano de hierro, A. Coronado no minimice su importancia y poder, tiene que ir pensando qué hace, salvo que sólo piense qué va a hacer como futuro y cercano Jefe -todopoderoso Más o Menos- del Psoe castellano leonés, si a ello le dejan llegar, salvo dedo magnífico determinante.
Fdo.: Saturio Hernández