Uno de cada cuatro menores, expuesto a violencia machista
Según el estudio, casi 1 de cada 4 menores (el 24,7%) ha estado expuesto a alguna de las 12 situaciones de violencia de género contra la madre (VGM).
Las situaciones más frecuentes (un 14,3%), son las de violencia psicológica: "insultar o ridiculizar" y "hacer sentir miedo".
El 7,1% ha tenido conocimiento de agresiones físicas.
En el 70% de los casos el maltrato ha sido realizado sólo por su padre; en el 24,6% solo por otro hombre y en el 5,4% por el padre y por otro hombre.
Tres de cada cuatro menores expuestos a esta violencia han vivido también maltrato directo hacia el menor por parte del hombre que maltrató a la madre.
Por otra parte, el 19,3% ha estado expuesto de forma repetida a situaciones de VGM, con dos niveles de gravedad y puntuaciones medias diferentes en indicadores de bienestar y desarrollo.
Entre estos menores, expuestos a veces a VGM (13,3%) y expuestos repetidamente a VGM (6%), la exposición a este tipo de violencia no va asociada a un peor desarrollo y las chicas muestran una mayor sensibilidad para reconocer la VGM y a los chicos les resulta más difícil.
En ese sentido, la Delegada del Gobierno Contra la Violencia de Género, ha hecho hincapié en no revictimizar a los y las menores que han estado expuestos a VGM, ya que tal como muestra el estudio, "una gran mayoría de las chicas que han estado expuestas a VGM, no han sufrido después violencia de género en las relaciones de pareja y la mayoría de chicos no la reproducen".
En ese aspecto ha insistido también María José Díaz-Aguado, con un mensaje de esperanza: "la inmensa mayoría de menores salen de la VGM y no lo viven en sus relaciones de pareja".
Prevención
El estudio muestra también la prevención escolar de la violencia de género como eficaz condición de protección.
El 46,8 por ciento de menores recuerdan haber trabajado contra la violencia de género en la escuela.
Ese trabajo de prevención de la violencia de género, hace que las chicas que lo recuerdan tengan menos riesgo de vivir violencia de género en sus parejas.
Esto no significa que la prevención escolar sea suficiente, sino que hay que incluirla en un tratamiento integral, junto con otras medidas desde todos los contextos de desarrollo.
Victoria Rosell ha destacado la importancia "de la educación sexual y afectiva para prevenir la violencia de género y la violencia sexual" y de la formación del profesorado "para dotarlo de herramientas educativas efectivas".
En ese aspecto, el estudio muestra como solo el 4,6% del profesorado y el 1,3% de equipos directivos consideran que no es necesario tratar el problema de la violencia de género.
Tanto profesorado como equipos directivos, destacan como principales medidas para avanzar, la formación del profesorado y materiales bien elaborados, incorporarlo en planes integrales de centro, orientados a la prevención de todo tipo de violencia y que incluyan específicamente la violencia de género. Todas ellas, medidas que van en la dirección de las propuestas del Pacto de Estado Contra la Violencia de Género.
La globalidad de los resultados del estudio refleja que todas las medidas educativas propuestas en el Pacto de Estado Contra la Violencia Género, aprobado en septiembre de 2017 y publicado en el BOE en agosto de 2018, ya están en marcha con distintos niveles de generalización.