TRIBUNA / ¡Gestación subrogada Ya!
Mario González defiende en este artículo de opinión la gestación subrogada como uno de los derechos inherentes a la libertad personal. A su juicio, España necesita, entre otras cuestiones, una ley de adopción, que actualice el Código Civil en esta materia.
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TRIBUNA / ¡Gestación subrogada Ya!
Ana Obregón ha vuelto a demostrar que, en España, el famoseo y el cotilleo están por encima de la reflexión sosegada que debiera conducirnos a dar soluciones a los problemas que presenta este país de manera fría y ordenada. Gracias a ella, la ‘Gestación Subrogada’ ha devenido en un tema de primera plana cuando hasta ayer sólo era residual, parecido a una de esas enfermedades raras (afecta a mil personas al año en números redondos). Algo que hasta ahora era procrastinado se ha convertido de repente y sin ninguna reflexión en algo a… condenar. Así lo entiendo al leer la Carta al Director de Javier Jerez (“Gestación Subrogada”, El Mirón de Soria, 05.04.2023) en la que afirmaba que en su “humilde opinión deberían ser juzgados los españoles en España que practique este tipo de gestación en otros países. En España tenemos muchos niños a la espera de que familias los adopten. Protejamos a los menores”.
Ciertamente en España, el 10.1 LTRA señala que “será nulo de pleno derecho el contrato por el que se convenga la gestación, con o sin precio, a cargo de una mujer que renuncia a la filiación materna a favor del contratante o de un tercero”, pero no es menos cierto que la DGRN y el Tribunal Supremo han facilitado soluciones jurídicas a una situación compleja en la que hay que conciliar varios extremos: (i) el anhelo natural –ecológico, si así se entiende mejor- de ser padres; (ii) el superior interés del menor, que debe primar siguiendo la Doctrina del TEDH; (iii) el hecho de que ese niño, nacido en el extranjero fruto de una gestación subrogada, al final entra en España y se integra de manera estable en un núcleo familiar español, y (iv) el que las agencias actúan y se publicitan libremente en todo el mundo.
Precisamente por eso, en España se ha terminado por reconocer esa relación de filiación tanto para aquellos padres comitentes que no aportan material genético, que tendrán que ir por la vía de la adopción, como para aquellos otros que sí aportan ese material genético, que irán directamente a la inscripción en el Registro Civil, siguiendo las instrucciones dictadas por la DGRN, siempre y cuando dispongan de una resolución judicial firme dictada por tribunal extranjero competente para controlar el cumplimiento de dicho contrato.
En los casos normales –que son el 99%- no nos encontraremos con ningún tipo de abuso o violencia, sino simple y llanamente ante una técnica de reproducción asistida más que, en este caso, consiste en un contrato entre partes independientes para satisfacer sus mutuos intereses (así es como funciona y funcionará el mundo de los hombres). La prohibición es lo que trae problemas y obliga a nuestros compatriotas a buscar soluciones allende nuestras fronteras cuando las ‘técnicas permitidas’ en España han fallado.
En la sociedad moderna que aspiramos a construir se tienen que reconocer todos los derechos inherentes a la libertad personal entre los que se encuentran el divorcio, el aborto o la eutanasia, que ya están reconocidos –lógicamente con ciertos límites-, mientras otros como la gestación subrogada o la prostitución legal no quieren reconocerse porque no y punto. España necesita –y aquí abogamos por ello y por todo lo que tenga que ver con la libertad personal- tres leyes nuevas para regular tres temas que la sociedad demanda: (i) una Ley de Prostitución; (ii) una Ley de Maternidad Subrogada superadora de la actual LTRA, y (iii) una Ley de Adopción, que actualice nuestro Código Civil en la materia, porque frente a lo que apunta el Sr. Jerez en su carta, lo más cierto es que el sistema de adopción actual en España no funciona hsta el punto de que todos los niños adoptados por españoles que conozco los trajeron también del extranjero. Todo esto llegará, lo que no entiendo es el porqué tenemos que esperar tanto.
No hay que juzgar a nadie, Jerez, por la ‘Gestación Subrogada’, porque sería algo muy parecido a cuando usted acude a cualquier sitio para conseguir algo que de verdad necesita para vivir (que es lo que le ha pasado a Ana Obregón). Aquí no hay delito ni delincuente. Lo que hay es la mala leche de algunos con complejo de superioridad moral que les quieren decir a otros como vivir su vida. Y por ahí no, Jerez, por ahí no.
Lo que debe hacer la PPSOE es ponerse a trabajar para dotar al Ordenamiento Jurídico Español de normas que resuelvan y faciliten las necesidades reales de los ciudadanos. Lo demás sobra, pero ya vemos como continuamente se legisla sobre lo que sobra, soslayando lo que se necesita e interesa. Protejamos la Libertad porque sin Libertad no hay Nada. Hoy voy a terminar con una de las siete palabras: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
Fdo: Mario González Casado. Abogado. Mautiko Abogados