"Cráneo 4" se exhibe por primera vez desde su descubrimiento en Atapuerca
La muestra del Museo de la Evolución Humana podrá verse de manera gratuita hasta noviembre
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El Museo de la Evolución Humana (MEH) acoge desde esta tarde la exposición temporal "Cráneo 4" en su Sala de Pieza Única de la planta 1.
La muestra se podrá ver de forma gratuita hasta el mes de noviembre de 2016.
Este cráneo, de la especie Homo heidelbergensis, fue descubierto en julio de 1992 en la Sima de los Huesos de los Yacimientos de la Sierra de Atapuerca, junto con los cráneos 5 y 6 y tiene una antigüedad de 430.000 años.
Durante su presentación, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha destacado que en la actualidad Atapuerca está demostrando su interés universal y su enorme potencial investigador, científico y divulgativo, lo que la configura como una de las mayores empresas colectivas de los ciudadanos e instituciones de Burgos y de Castilla y León.
En este sentido, Herrera ha destacado que "Sistema Atapuerca" -conformado por el MEH como cabecera, y por una serie de centros dependientes (Centros de recepción de Atapuerca y de Ibeas y Parque Arqueológico), vinculados (Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana) y asociados (Universidad de Burgos y Fundación Atapuerca)- ofrece la oportunidad de aprovechar al máximo un esquema de funcionamiento integrado a través de tres áreas fundamentales como son la investigación, la difusión y la dinamización.
El protagonista de esta exposición es un neurocráneo o calvaria, es decir, un cráneo al que le falta la cara.
Posee un gran volumen encefálico para su antigüedad y es ancho y de bóveda baja.
Además, presenta un reborde óseo sobre las órbitas o torus supraorbitario que recuerda al de los neandertales, posteriores en el tiempo.
El torus neandertal se caracteriza por que los arcos de las dos órbitas se fusionan en la región interorbitaria o glabela -sobre los huesos de la nariz- y porque su sección es redonda.
El hueso occipital presenta un torus recto y delgado y sobre él existe una superficie semicircular plana, llamada área suprainíaca. Esta morfología prefigura la de los neandertales, pero no es igual.
1992, un año clave para Atapuerca
Antes de que empezara la campaña de excavaciones de 1992, el nombre de Atapuerca ya era conocido y apreciado en el mundo de la investigación prehistórica y de los orígenes del ser humano, pero no era todavía uno de los yacimientos señeros en paleoantropología. Esto cambió en el mes de julio con el hallazgo de dos grandes cráneos; el Cráneo 5, también conocido como Miguelón y que se exhibe en la exposición permanente del Museo de la Evolución Humana, y el Cráneo 4, al que se le dedica esta exposición temporal que rememora aquellos momentos históricos.
Además de la exhibición del Cráneo 4, en la exposición se pueden contemplar dos moldes: uno del Cráneo 5 y otro de un Homo sapiens para que el visitante pueda comparar las distintas morfologías y tamaños. Además, se exhibe una reconstrucción del Cráneo 5, realizada por el paleo-artista Fabio Fogliazza, que ya realizó la reconstrucción del ‘Neanderthal Emplumado’ que se puede ver actualmente en el MEH.
También el visitante podrá contemplar un audiovisual de Javier Trueba, con imágenes reales del proceso de excavación del Cráneo 4, su presentación al resto del equipo de excavación y a los medios. Asimismo, por primera vez en un montaje expositivo, se exhibe la secuencia del genoma mitocondrial del material genético humano más antiguo jamás recuperado de un fósil