TRIBUNA/ ¿Por qué solo 25...?
Un grupo de personas cristianas manifiesta públicamente en este artículo de opinión su disconformidad sobre la limitación a la permanencia de personas en lugares de culto, que establece que: “respetándose las medidas generales de prevención, no se supere un tercio de su aforo, con un máximo de 25 personas”.
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TRIBUNA/ ¿Por qué solo 25…?
La Junta de Castilla León ha prohibido que se reúnan más de 25 personas en las iglesias.
Con fecha 16 de enero de 2021 el gobierno regional publicó el Acuerdo 3/2021 de 15 de enero y en el punto Tercero, sobre la limitación a la permanencia de personas en lugares de culto, establece que: “respetándose las medidas generales de prevención, no se supere un tercio de su aforo, con un máximo de 25 personas”.
Resulta difícil comprender cómo se impone la misma limitación a templos con capacidad para 100, 200, 500 o 1000 personas. Y más sabiendo que, a día de hoy, las celebraciones litúrgicas católicas no son un foco de contagio.
Y es que la Iglesia, desde el comienzo de la pandemia, ha asumido siempre con responsabilidad el estricto cumplimiento de las medidas y normativas marcadas por las autoridades.
Los equipos de voluntarios se preocupan por mantener la salud de las personas que acuden a las celebraciones religiosas, hasta en el pueblo más pequeño, cuidando escrupulosamente la desinfección, tanto del templo como de los fieles y respetando la limitación de aforo.
Es nuestro deber, como ciudadanos, ser responsables en el cumplimiento de la ley para prevenir y evitar el contagio del virus. Y en esa línea actuamos.
Sin embargo, en esta situación, la medida adoptada por la Junta de Castilla y León nos parece injusta y arbitraria. La asumimos pero tenemos que manifestar nuestro profundo malestar, nuestra absoluta incomprensión y nuestra queja más dolorosa por la irracionalidad de la medida y la postura de nuestros dirigentes.
Para nosotros los cristianos, es una situación muy triste y lamentable porque esta norma que nos imponen, no tiene una fundamentación racional. No respeta los derechos fundamentales de las personas, ni el derecho a la libertad de culto, que es un derecho esencial de los ciudadanos.
Son muchos los cristianos que no pueden acceder a la Eucaristía dominical cuando los templos están prácticamente vacíos.
Ojalá nuestros políticos de la Junta de Castilla y León nos comprendan y rectifiquen, optando por la limitación proporcional al aforo y no por la limitación en términos absolutos de 25 personas.
Fdo: Un grupo de cristianos laícos
