OPINIÓN/ La tragedia del Cerro del Morro
Leonor del Río ha escrito un folletín histórico en dos actos y un epílogo de actualidad, titulado "La tragedia del Cerro del Morro". La autora reconoce que para ella supondría una inmensa alegría la representación o lectura pública de esta tragedía por algún grupo de aficionados como estímulo, en clave de humor, para movilizar a la sociedad soriana en contra del insensato proyecto de construir 1.361 viviendas en el Cerro de los Moros.
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LA TRAGEDIA DEL CERRO DEL MORRO (Folletín histórico en dos actos y un epílogo de actualidad)
El Narrador… En una pequeña ciudad castellana de cuyo nombre no puedo olvidarme, durante las obras de demolición de una antigua vivienda unifamiliar en lo que en tiempos debió ser el Cerro del Morro (y que según autoridades en la materia debió ser un paraje conocido mundialmente por su excepcional belleza natural –cantado por poetas locales y foráneos), apareció el manuscrito de este folletín que rememora los avatares previos a la explanación del Cerro y la posterior construcción de 1300 viviendas… más las llamadas “bajo cubierta”.
Personajes :
El Alcalde… Repasando un discurso sobre la importancia de la Cultura
El Concejal de Progreso… Siempre a la espera de instrucciones…de la empresa
El Concejal de Cultura… Con la boca bien sellada
El Secretario para todo… Con el puño sobre la mesa
La Ley… Clarividente
Las Asociaciones… Mareadas pero firmes
La ex Alcaldesa… Que pasaba por allí
La empresa propietaria mayoritaria de terrenos… Con saquitos de euros
La Cultura… Exigente dentro de unos límites
Los Medios de Comunicación… Silenciados y que por lo tanto no intervienen
El Fiscal… Alucinado
El Eco de D. A. Manchado… “Mis pobres alcores…”
El Coro… El pueblo paseante
Un Narrador…?????
El Narrador… En las obras de demolición de un lujoso chalet junto al río Río, en las afueras de esta noble ciudad, aparecieron unos legajos de diversos documentos entre los que se encontró el manuscrito sin firma de una obrita satírico-burlona en dos actos intitulada “La tragedia del Cerro del Morro”. Por más que se ha intentado por prestigiosos investigadores localizar este cerro, ha sido imposible alcanzar un acuerdo sobre su exacta ubicación. Quienes más tiempo han dedicado al intento han concluido que el tal cerro debió existir realmente, pero que la expansión urbana de los últimos años del siglo XX lo arrasó literalmente y aquellos terrenos los ocupa actualmente una fea barriada que arruinó el tradicional turismo cultural de la ciudad. Todos los documentos consultados abonan la teoría de que la obra se refiere a un caso real de corrupción en el que se mezclaron inconfesables intereses económicos y políticos en una operación de especulación inmobiliaria. No ha sido posible identificar a ninguno de los personajes que aparecen en la obra, por lo que debe suponerse que todos ellos son ficticios, artificio muy común en la época para burlar a la censura y evitar así represalias contra los autores más críticos con los excesos del poder.
Los hechos debieron acaecer hacia el año 1971, durante los últimos estertores de la dictadura nacionalcatólica, pero el autor, para evitar los largos tentáculos de la censura, los sitúa en 2021, lejos ya, con seguridad, del aborrecible tardofranquismo. Así, la acción, totalmente ficticia, se desarrollaría en una pequeña capital de provincia alejada del fragor político que dominaba la vida nacional.
La trama. El cacique principal, propietario de una pequeña empresa de construcción, ha decidido edificar 1.300 viviendas en unas preciosas colinas, bien plantadas junto al río, que inspiran desde siempre a jóvenes estudiantes, enamorados de todas las edades y a poetas locales y foráneos (con D. A. Manchado a la cabeza). La población, organizada en Asociaciones defensoras del paisaje, y el mundillo cultural se oponen como pueden a tan agresivo proyecto.
PRIMER ACTO
El Coro canta a dos voces superpuestas
A (alto): Mil trescientas viviendas, ni una menos ni una más,
o viviendas o millones, lo afirma el municipal,
el negocio es el negocio y aquí ya no hay más que hablar.
El progreso es el progreso y aquí sólo mando yo.
B (bajo): Pobres cerros, pobres poetas, pobre Manchado,
pobres paisajes, pobre ciudad,
vaya pufo que ha dejado la panda municipal.
Este asunto tan sencillo huele mal, pero muy mal.
El Secretario para todo… furibundo
No hay más cera que la que arde… ¡O se aprueba el proyecto o se indemniza! Tropecientos millones que dejarán secas las arcas municipales… Lo tengo todo estudiado y algo confuso desde 2004. Es que quizá ustedes no saben que en el año 2004…
La empresa... haciendo sonar los saquitos de euros
¡¡¡Bravo, bravo!!!
La ex Alcaldesa… enfadada
¡Por los clavos de Cristo! A mí que no me miren. Lo de 2004 fue cosa de mi Secretario. Yo sólo firmé…por algo era la alcaldesa. Eran cosas de la política. ¡Yo no sé nada! Fueron las circunstancias, yo sólo pasaba por allí…
El Secretario para todo… como muy poquita cosa
Yo sólo era un simple funcionario. ¿Qué podía hacer? Eran las fuerzas vivas de la ciudad… Yo ver, oír, decir amén y cobrar, digo callar. Ah, y que quede claro que no hubo ninguna oposición al Acuerdo. Se ríe para sí mismo.
El Concejal de Cultura… mostrando su impuesto silencio con aspavientos y gestos que expresan su desacuerdo…no se sabe bien con qué.
¡¡¡Mmmmmmm…….!!!
Las Asociaciones… con pancartas
Pero, ¡por Dios bendito! ¡¡Tropecientos millones!! ¿De dónde salen? ¿Cómo se sabe cuánto han pagado? ¡Y aunque hubieran pagado! Queremos todos esos papeles… quienes transmitieron a quienes… antes… después del Plan de urbanismo… Queremos saberlo todo y con claridad. ¡Lo que podría hacerse con tropecientos millones! ¡Hasta traer el ferrocarril!
Ondean las pancartas que dicen “Queremos una explicación”. “Nada de aprobar sin estar seguros”. “Las colinas y los cuartos son para los vecinos”.
El Alcalde…
Calma, calma, el pueblo puede estar tranquilo… empujaremos las 1300 viviendas hacia los sembrados, aunque tengamos que mover medio monte. Todo menos hacer daño a nuestras cultas colinas. Ojo, eh, que tengo su foto en el dormitorio. ¡Y si sólo caben 1.299, pues lo negociaremos con la empresa, caiga quien caiga!
Para él: Es que a mí la Cultura me moviliza… Pero qué pesados son estos manchados o manchadianos, unos desgraciados que no tienen ni idea… Manda güevos, que tenga yo que dar explicaciones…
La empresa…
Somos el progreso, creamos empleo y fijamos población. Lo “otro” son daños colaterales… desgraciadamente inevitables. ¡¡¡Mis trescientas, mil trescientas!!! ¡Ni una menos!
La ex Alcaldesa… enfadada
¡Las que diga el Acuerdo! Pues no faltaba más. ¿Es que mi firma no vale nada? A lo que estamos llegando con tantas libertades. ¿Hasta dónde, Virgencita de la Sole, hasta dónde?
La Ley… en un dramático monólogo, con voz de robot…
El estudio solicitado por las Asociaciones no hace ninguna falta… stop… el proyecto presentado por la empresa es lo mismo que pretender edificar en la Plaza Mayor; no guarda relación con el Plan de Urbanismo ni con el lógico crecimiento de la noble ciudad… stop… El Ayuntamiento no tiene por qué aprobar la propuesta… stop… Además, la propiedad no ha cumplido los plazos legales para el desarrollo de sus deberes… stop… Mira que sois cabezotas… stop…
La voz de la Ley se va apagando, como sin pilas…
Una vez más… El Ayuntamiento podría recalificar todos esos terrenos como rústicos, ¡y sin tener que indemnizar a la propiedad!... Stoooop…
El Secretario para todo…
¡¡ Maldición!! Para eso he hecho yo tanto informe! Para eso me he esforzado en ser claro como el agua ¡¡ Pues no… no y noooo!! El Alcalde me creerá a mí… La Ley, ¡¡¡la Ley!!! La Ley solo la sabemos interpretar los expertos municipales. Y las Sentencias del Tribunal Supremo… Como para que las entendáis vosotros…
La Cultura… cabizbaja
Pero cuanto jaleo por algo tan sencillo. ¿¡Cómo se puede negociar con el espíritu de la ciudad, con el alma de los vecinos!? ¡Qué tiempos estos, en manos de políticos y traficantes! La Ley sólo es válida si se apoya en la cultura. Por cierto, cómo están los sueldos de los maestros, una vergüenza. Una pena, una pena…
El Concejal de Progreso... que lee en un papelito
Lo digo y lo repito, almas de cántaro. O se aprueba el proyecto o se indemniza. Los derechos de nuestro benefactor, perdón, de la empresa, son inviolables.
Y arrogante y ridículo: Nosotros resolvemos problemas, no los creamos.
La empresa… haciendo tintinear sus saquitos
¡¡¡Buffff!!! Menos mal… Ojalá le diera un arrechucho a la Ley…
El Alcalde…
Con música de la Banda Municipal de fondo… “ Si quieres ir a la Saca… que es fiesta muy divertida…”. Mira con cara de confabulación al Concejal de Progreso, que está entre bastidores haciéndole gestos de aplausos.
Eh ¡¡ Qué!!!¿¿¿Qué le habéis hecho a mi Secretario?????? A él, que es todo lealtad y que todo lo sabe… aunque… ¿de dónde ha salido esa voz de la Ley?
Todo se va a arreglar, estamos negociando a sus órdenes y… y… eso, todo se va a arreglar. Pero, ya se sabe, cada cosa a su tiempo y los nabos por adviento.
Y habrá participación del pueblo en la decisión final. Nuestro lema es “transparencia y participación”, pues no faltaba más. ¡Manda güevos! ¡Me cagüen la chorra de Narros!
Todo se va a arreglar, todo se va a arreglar.
Entre risas comenta para sí mismo: (para la empresa, claro, je, je. Que se jo…roben esos manchados o manchadianos de las narices).
El Secretario para todo… anda dando tumbos y buscando en un enorme libro. Ahora, levantando el librote en el aire
¡Lo tengo, lo tengo!
La Ley... abatida, pone cara de aburrimiento mortal.
Ay, si San Saturio levantara la cabeza…
Las Asociaciones… comentando entre ellas…
¡Rayos y truenos! ¡Nos quieren engañar!… La Ley lo dice claro… Claro sí, pero ¿por qué tanta resistencia a aplicarla? Nosotras no lo entendemos; ¡nos quieren liar con su silencio! ¡Que se gasten la pasta y encarguen un estudio clarito!
El que lleva la pancarta más grande se dirige al Alcalde: ¡Queremos ese estudio! No entendemos por qué se niegan a ello desde el principio. Si la Ley es interpretable, como dice el Secretario, ¡¡que la interpreten más técnicos, leche!!
Es nuestro dinero… mejor gastárselo en esto que en luces de colores. Y así hasta que el cuerpo aguante.
El Alcalde…
¡¡Calma!! ¡¡calma!! Un momento, que me llama la propiedad… Sale…
El Fiscal… con gesto muy explícito de asombro
Uy, uy, uy. Esto no me gusta nada… Al final nos cae a nosotros toda la merdé y a ver quién es el guapo que lo arregla.
El Concejal de Cultura… mostrando su impuesto silencio con aspavientos y gestos que expresan su desacuerdo…no se sabe bien con qué.
¡¡¡Mmmmmmm…….!!!
La Cultura… con decepción y suficiencia
Una pena, una pena.
El Coro cierra el Acto con un himno a la Verdad y a la Transparencia de la gestión de lo público, lamentando los injustificados mensajes alarmantes del Ayuntamiento y las nulas transparencia e información facilitada sobre el tema.
Creemos en la Verdad, nos guía la Transparencia,
nos quita el sueño lo público,
y por eso no entendemos
qué coño hace nuestro Alcalde.
Ni los cerros con viviendas
ni los prados sin praderas.
Ni tropecientos millones
por nuestros santos…limones.
El Cerro es de los vecinos,
como las calles y fuentes;
por eso no se hará nada
sin la masa ciudadana.
En una emocionada coda final claman por la participación ciudadana en el desarrollo del proceso:
O todos participamos
o se rompe la baraja.
Continuará.
