La Junta ultima la restauración de las pinturas murales de las ruinas de San Nicolás
La Junta de Castilla y León está ultimando los detalles de la finalización de la restauración de las pinturas murales de las ruinas de la iglesia de San Nicolás, en la capital, que con una inversión de 12.463 euros adjudicó a la empresa castellano y leonesa Pablo Yagüe Conservación y Restauración.
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Con la intención de preservar estas pinturas y poder conservarlas in situ, de forma que mantengan todo el significado y valor que aporta el entorno para el que fueron concebidas, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Soria, dentro del programa desarrollado por la Consejería de Cultura y Turismo ‘Uno por uno’, planificaron una intervención que conlleva la propia restauración de las pinturas, así como actuaciones en el inmueble, creando protecciones físicas que las protejan de la intemperie y permitan su disfrute y contemplación por parte de la sociedad.
Las pinturas que restaura la Junta de Castilla y León fueron ideadas para decorar un absidiolo o capilla en el interior en la iglesia de San Nicolás.
Fechadas en el siglo XIII, tienen un gran valor patrimonial por su singularidad temática: representan una curiosa temática iconográfica, como es el martirio de Sto. Tomás Beckett de Canterbury, según ha subrayado en un comunicado el gabinete de prensa de la delegación territorial de la Junta en Soria.
Tras el derrumbe de la iglesia, en la segunda mitad del siglo XIX, las pinturas permanecieron a la intemperie, aunque afortunadamente fueron emparedadas en fecha indeterminada, permaneciendo así hasta 1977, año en el que fueron descubiertas, quedando expuestas a unas duras condiciones climatológicas exteriores que nada tenían que ver con el espacio interno, hoy en ruinas, para el que fueron concebidas.
Proceso de restauración
El proceso realizado hasta el momento por el restaurador contratado por la Junta de Castilla y León, a través del Servicio Territorial de Cultura, comenzó con la limpieza inicial de las pinturas y toda la hornacina.
Los trabajos posteriores han sido: protección provisional de las zonas que se encontraban debilitadas y en peligro de pérdida material; consolidación de los estratos del soporte mediante inyección de morteros fluidificados de cal; consolidación y fijación de la pintura existente en las zonas que presentaban descohesión material con silicatos mediante inyección; limpieza definitiva de la superficie pictórica y eliminación de los materiales empleados en la protección previa, por medios físicos y químicos neutralizados posteriormente; reintegración de las pequeñas faltas y bordes de las mismas con mortero de cal y entonación cromática de estos y de los antiguos morteros de reintegración; aplicación de un producto bactericida fungicida en la superficie de las pinturas y su entorno, y producto herbicida en el entorno del interior de la hornacina; y limpieza final de la superficie de las pinturas y su entorno.
Finalmente, estudiado el sistema de protección mediante el acristalamiento y el planteamiento inicial de aplicación de filtros, se ha optado por mantener el existente, puesto que las características técnicas del actual, con triple vidrio y doble protección de seguridad y filtro ya protegen de más de un 90% de los rayos nocivos ultravioletas.
Igualmente, después de la aplicación de muestras de un filtro a mayores, se ha considerado, que además de estimarlo ‘reiterativo’ por la protección ya existente, alteraba la percepción visual de las pinturas por ensombrecerlas demasiado.
Actualmente se están realizando análisis específicos de las pinturas y se elaborará, junto al preceptivo informe final, una propuesta de mantenimiento para el futuro.