Escucha, formación, diálogo y corresponsabilidad, ejes de la Diócesis para 2024-2025
La Diócesis de Osma-Soria ha presentado esta tarde en la iglesia de los Padres Franciscanos de la Ciudad de Soria la programación pastoral para el curso 2024-2025.
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Un nutrido grupo de fieles y representantes de los diferentes estamentos diocesanos asistían al acto presidido por el obispo de Osma-Soria, Abilio Martínez Varea.
El primero en intervenir ha sido el Vicario de Pastoral, Julián Ortega Peregrina, que realizaba una breve oración antes de dar paso al saludo del obispo.
Don Abilio ha recordado que la programación está “hecha por todos, aunque ha habido estructuras para poder participar, canales de comunicación por los que ha llegado a todos”. También ha remarcado que debe tomarse como una brújula que nos dice dónde queremos ir no como una losa que cae sobre nosotros.
Monseñor Martínez Varea ha destacado que la programación no es una lista de iniciativas para ser agotadas en un año, sino que se trata de algo de mucho más calado ya que “está llamada a configurar el estilo de nuestra Iglesia diocesana para ayudarnos a todos a dar razón de la esperanza que se nos ha dado”.
El prelado recuerda que “en continuidad con lo que ya hemos sembrado en los últimos años, conviene reiterar el interés prioritario por aspectos como la escucha, la formación, el diálogo y la corresponsabilidad, de nuevo señalados como ejes transversales”.
El documento presentado esta tarde marca tres objetivos fundamentales a trabajar durante los próximos meses, así como los medios y los equipos diocesanos encargados de llevarlos a cabo. Como telón de fondo el Jubileo 2025 y su lema Peregrinos de Esperanza.
ulián Ortega ha desgranado ante los presentes los dos primeros retos de la programación.
El primer objetivo específico diocesano para los próximos meses será establecer claves de lectura que tengan como meta la puesta en marcha de procesos realistas de iniciación y acompañamiento en la fe, adaptados a la realidad de nuestra Iglesia soriana, sin olvidar la dimensión socio-caritativa de la evangelización.
El segundo pasa por concretar propuestas sobre la formación y el acompañamiento de los laicos para que, de manera corresponsable, asuman compromisos en la sociedad y en la Iglesia.
El Vicario General, Gabriel Ángel Rodríguez Millán, se ha ocupado de desgranar el último objetivo.
Este tercer bloque debe continuar el proceso de reforma de algunas estructuras pastorales, particularmente de las parroquias con la implantación progresiva de las Comunidades parroquiales, e iniciar otros que tengan en cuenta, entre otras, las necesidades concretas de las parroquias más pequeñas y la promoción de las vocaciones sacerdotales y consagradas.