Ya repican las campanas
La Romería de la Virgen del Olmacedo expresa la devoción de Olvega Mayo es el mes de la Virgen. Y por la geografía provincial se multiplican las romerías marianas. La de la Virgen de Olmacedo, en la industrial Ólvega, es una de las más concurridas de la provincia. La historia cuenta, entre tradición y leyenda, que la Virgen no se quiso ir a Fitero con la caravana de frailes cistercienses en el siglo XII. Ólvega no es sólo trabajo y desarrollo industrial. La villa del Moncayo tiene un sinfín de tradiciones, que se afana en conservar. Entre ellas destaca la de la romería de la Virgen de Olmacedo, que se celebrará el próximo martes 26 de mayo. 
Adiós a los malos humos
Dos joyas con luz propia
Somos un pueblo rico en tradiciones, resalta el alcalde olvegueño Gerardo Martínez, quien considera que la clave del seguimiento masivo a esta tradición está, no sólo en la propia devoción, sino en el dinamismo de la villa del Moncayo y la participación de la juventud. Llama la atención la cantidad de gente joven que se ponen de fiesta y cogen a su Virgen y la suben a su ermita, apunta.
La historia de las romerías se remonta a los albores de la humanidad, según ha dejado escrito Ana Abajo en su libro Romerías de Soria. Siglos después siguen ligadas a la tierra, a sus ciclos y a sus cosechas y sirven también, apunta, para reencontrarse con la religiosidad. Una encuesta realizada por Senén Andrés en la romería de Inodejo llega a la conclusión que, por encima de motivaciones culturales y costumbristas, casi siempre subyace un trasfondo religioso.
El seguimiento a la Virgen en la provincia está muy extendido, confirma Juan Carlos Atienza, delegado de Patrimonio de la Diócesis de Osma-Soria. El párroco Manuel Peña recogía hasta 140 advocaciones marianas en la provincia.
En Ólvega, hay mucha devoción a la Virgen de Olmacedo, confirma Pablo Miguel, uno de los veintiséis mayordomos de la ermita este año.Incluso gente joven, que han estado de marcha la noche anterior y luego los tienes por la mañana en la procesión; hay un respeto importante, dice. En Ólvega son los quintos de la Vera Cruz que cumplen cincuenta años los que se hacen cargo de la organización de las procesiones de Semana Santa y del mantenimiento de la virgen de Olmacedo.
Los actos se iniciaron el sábado 16 de mayo con un acto muy popular: el reparto del chorizo en la ermita. El domingo se realizó la ofrenda de flores y la procesión desde la ermita hasta el pueblo, con el Niño Curro abriendo el paso. Durante nueve días, se celebra la novena de la Virgen de Olmacedo. Y el 26 de mayo es el día grande. Se oficia la misa y se conduce a su imagen de regreso a su ermita, a dos kilómetros de la villa del Moncayo. Cuando la procesión llega a la ermita, los mayordomos realizan subastas y acto seguido comparten una comida de fraternidad. 
historia y tradición
LA ERMITA DE LA VIRGEN de Olmacedo fue construida en la década de 1240, según escribe Manuel Peña, recibiendo el monasterio de Fitero este lugar como donación de algún particular. Hasta hace un siglo, Ólvega pertenecía al obispado de Tarazona.
LA CRUZ DE CALATRAVA luce en el enrejado de las ventanas de la antigua vivienda del santero. Esta orden militar fue instituida por San Raimundo, abab de Fitero. La ermita de la Virgen de Olmacedo y un amplio coto redondo pertenecieron, hasta la desamortización de 1835, al monasterio cisterciense de Fitero.
LA LEYENDA DE LA VIRGEN está relacionada con el regreso en estos tiempos de los monjes al monasterio navarro. Entre sus pertenencias se llevaban la imagen de la Virgen. Cuando ya habían iniciado el camino hacia Fitero, dos pastorcillos fueron a rezar a la ermita y al salir del templo vieron la imagen de la Virgen que se habían llevado sobre las ramas de un olmo.
