¿Te apetece una aventura?
El parque de aventuras de El Amogable cumple su segundo aniversario
Pisadas de fuego
El grano y la paja
Divertirse en plena naturaleza es una realidad en la comarca de Pinares, desde que la Junta de Castilla y León, a través de la Fundación del Patrimonio Natural, impulsase la construcción de un parque de aventuras en árboles en El Amogable. Doce mil usuarios se han subido a la aventura en dos años.
La oferta de ocio de aventura asociada al monte tiene en la comarca soriana de Pinares un punto privilegiado en Navaleno, siguiendo durante cinco kilómetros una pista forestal que conduce al Amogable y a Duruelo de la Sierra. En abril de 2009 fue inaugurado por la Junta de Castilla y León, con la particularidad de ser un parque de aventuras accesible para todos, al tener las instalaciones preparadas para acoger a discapacitados visuales así como un circuito diseñado íntegramente para personas con movilidad reducida y que puede ser realizado en silla de ruedas.
El Gobierno regional invirtió 260.000 euros a través de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León quien concesionó la gestión a través de la empresa de ocio y tiempo libre Soriaventura. En dos años, ha atendido a 12.000 usuarios. Madrid, Zaragoza y Logroño son los lugares de donde llegan más usuarios dispuestos a disfrutar de la aventura en plena naturaleza, pero también llegan grupos desde Valencia, Aragón o Andalucía. Las cifras demuestran que el parque de aventuras se ha convertido en una nueva oportunidad de desarrollo socieconómico en la comarca de Pinares, además de un nuevo recurso de ocio en el privilegiado entorno natural de la zona.
Pinar Grande
El equipamiento, localizado en el monte Pinar Grande, supone una divertida y original manera de visitar un entorno natural a través de un conjunto de recorridos deportivos y lúdicos que se desarrollan en íntimo contacto con el medio natural, que discurren entre un grupo de árboles a una determinada altura del suelo, dando una nueva perspectiva del bosque.
El parque ofrece recorridos de dificultad variable, cada uno compuesto de diferentes atracciones o retos, suspendidos en altura (puentes tibetanos, tirolinas, troncos de equilibrio, lianas de Tarzán, redes de abordaje, etc.) y que utilizan como soporte los elementos naturales del entorno.
Los retos o atracciones están construidas sobre plataformas unidas entre sí con cuerdas, cables y maderas, perfectamente integradas en el paisaje, que permiten caminar de árbol en árbol, atravesando el bosque, los acantilados o las gargantas con total seguridad gracias a la utilización de equipamientos específicos (casco, arnés, cabos de anclaje, líneas de vida) y a las indicaciones y vigilancia del personal que controla el parque.
Antecedentes
Los ecoparques de aventuras nacieron en Francia a mediados de los noventa y, tras su notable éxito -hoy tienen más de 400 en funcionamiento; en 2001 recibieron más de dos millones de visitantes-, su fórmula sigue expandiéndose por países como Alemania, Reino Unido, Suiza, Italia, Bélgica y Holanda.
En España, la oferta también está calando entre el público y se están consolidando como una de las mejores apuestas para acercar a los ciudadanos, sin distinción de edad y condición física, al medio natural y, sobre todo, está permitiendo que los más pequeños aprendan y disfruten en la Naturaleza, y que crezcan amándola, la mejor aventura posible.
En el valle del revinuesa
EN EL VALLE DEL RÍO REVINUESA, en Vinuesa, funciona desde hace dos años el parque acrobático forestal VinuesaAventura, el más grande de la provincia -cuatro hectáreas- y que ha sido impulsado por la iniciativa privada, de la mano de Óscar Rodríguez-Arcocha, en terrenos cedidos por la corporación visontina.
SON 65 JUEGOS los que están al alcance de los usuarios, que pueden disfrutar de cuatro circuitos diseñados entre pinos de veinte metros de altura (blanco, verde, azul y rojo), con diferentes niveles de dificultades, para soltar adrenalina sin peligro.
EN TRES HORAS SE PUEDE disfrutar de todos los recorridos, tras escuchar las explicaciones básicas de los monitores sobre el manejo de los arneses, poleas y mosquetones, que garantizan la seguridad. El precio de las entradas está en función del tiempo en el parque acrobático, no de los circuitos utilizados.
