Las zonas húmedas son uno de los ecosistemas más amenazados del Planeta. En la provincia, hay una treintena de ellas catalogadas y protegidas por la Junta. Constituyen el hábitat de una fauna desconocida para el público: las aves acuáticas.
El Convenio Internacional para la Conservación de Humedales, conocido como Convenio RAMSAR y que fue ratificado por España en 1982, reconoce la importancia de las zonas húmedas y compromete a las administraciones públicas en su conservación. La Junta de Castilla y León recoge 179 zonas húmedas en la Comunidad en el catálogo que establece su régimen de protección. De ellas, treinta y una están localizadas en la provincia de Soria, desde el embalse de Monteaguado hasta la laguna de Judes.
censos de aves acuáticas
DENTRO DEL PROGRAMA de censos de aves acuáticas en humedales, promovido por la organización Wetlands Internacional, la Junta de Castilla y León ha censado en enero un total de 1.178 ejemplares de aves acuáticas en la provincia, registrando un total de 19 especies, entre las que se encuentran, por ser las más abundantes, el ánade azulón (761 ejemplares) y la cerceta común (77). EN INVIERNO, LA ELEVADA ALTITUD media de la provincia, trae consigo muchos días de heladas, lo que dificulta, según Salvador, que las aves acuáticas se asienten. El embalse de la Cuerda del Pozo, con 354 ejemplares, es el lugar con mayor abundancia, seguido del embalse de Monteagudo, con 132, de un total de 38 puntos de muestreo de diferentes tipologías. LO IDEAL SERÍA RECUPERAR los humedales de más extensión de la provincia -campo de Gómara o la laguna de Conquezuela- que fueron desecados hace medio siglo para su aprovechamiento agrícola, tras realizarse la concentración parcelaria. Su recuperación, comprometida por el PAES, sigue pendiente del acuerdo o indemnización con los propietarios de los terrenos.