Piqueras, abierto todo el año
El túnel más esperado cumple su primer aniversario con pocas incidencias y más de una anécdota
Todo por la Patria
Roma bajo el agua
El túnel de Piqueras, la infraestructura de la provincia por excelencia, cumple el 3 de octubre su primer año en funcionamiento. En este tiempo, pocas incidencias pero más de alguna curiosidad o anécdota.
Trescientos cincuenta y seis días, con sus días y sus noches, dan -o pueden dar- para mucho. Y en el caso del túnel de Piqueras, la caseta de vigilancia ha registrado en sus cámaras más de una anécdota o curiosidad, en un año que ha sido tranquilo, resalta la jefa de Explotación del túnel de Piqueras, Isabel Elvira.
Entre las incidencias registradas ha habido desde dos coches averiados -uno en un apartadero y otro en la boca del túnel- hasta un peatón que decidió cruzar los 2.444 metros del túnel. O cicloturistas que se arriesgan a una multa por ahorrarse pedaladas en el puerto.
Una de las incidencias más curiosas fue protagonizado en el invienro por un hombre que apareció andando dentro del túnel y aseugró que su hijo le había dejado olvidado... tras empujar el vehículo en la vertiente riojanada en un día de nevada. El hijo finalmente consiguió dar la vuelta en La Póveda y recuperar a su padre. Cosas graves no hemos tenido afortunadamente y tocaremos madera, resalta Elvira.
Cadenas y nieve
En las primeras nevadas, se registró con cierta reiteración una incidencia. Más de un automovilista detenía su vehículo en las bocas del túnel para retirar la nieve del cristal... o para retirar las cadenas.
En el túnel, en su primer año de vida, no se han registrado accidentes. Aunque sí fuera, en el descenso en dirección a Logroño, por salir con excesiva velocidad para las condiciones de la calzada.
En los protocolos del túnel hay soluciones para casí todo. Desde que se cuele -que no ha sucedido- un ciervo o un zorro, hasta vehículos lentos. Ha sido un año tranquilo y queremos seguir así, dice.
Quienes sí han agradecido el túnel han sido los usuarios del transporte por carretera, desde camioneros hasta autobuses. No sólo se han ahorrado tiempo y dinero, sino más de un mareo.
En este Gran Hermano que es la caseta de vigilancia no se han grabado escenas de edredoning, pero sí como dos personas decidieron un buen día hacer aguas menores en pleno túnel, rodeado como está de naturaleza.
EL OTRO GRAN HERMANO
TREINTA CÁMARAS vigilan todo lo que ocurre en el interior del túnel, desde la boca soriana a la riojana. El sistema de incidencias detecta personas, coches y objetos. Si hay alguna, el ordenador avisa con un pitido de alarma y refleja el tipo de incidencia.
NO SE ESCAPA nada, porque en el ordenador queda grabada la incidencia en fotografía y video. Y por si fuera poco, está la grabación continua de todas las cámaras.
EL TÚNEL tiene cobertura para radio, 98,7 FM. En este canal insertan mensajes de viva voz o pregrabrados. También hay megafonía. El túnel también tiene una cámara en cada uno de los once refugios. Y otras nueve en la galería de evacuación.
