Tras las huellas de Bécquer en el Moncayo
La obra del escritor romántico Gustavo Adolfo Bécquer no puede entenderse sin la influencia del paisaje y de las gentes del Moncayo, la Rinconada y buena parte de la provincia de Soria. Le proponemos seguir sus pasos en la comarca del Moncayo.
El quebrantahuesos se afianza en el Moncayo
Video de las XX Jornadas Becquerianas
El sensible y tormentoso poeta descubrió en estas tierras las gentes, el costumbrismo y los escenarios adecuados para contar sus historias y relatos.
Bécquer nos lleva al Moncayo para hacernos soñar con sus rimas y leyendas.
La Corza Blanca, se desarrolla en Beratón, pueblo soriano en las faldas del Moncayo. Tan bella era la joven como enigmática: se le conocía con “La Azucena del Moncayo”. En Beratón el poeta localiza el castillo de Don Dionis y Constanza en "La Corza Blanca".
Pasa por ser, y así es, el pueblo situado a mayor altitud en la provincia de Soria (1.395 m). Montes de encina dominan sus paisajes. Desde el bautizado como agujero del Viento se domina el Valle del Isuela.
Muy cerca de Beratón está La Cueva de Ágreda, el camino más corto para subir a la cima del Moncayo y de paso visitar el Centro de Interpretación del Moncayo y de los Murciélagos.
En Borobia cuentan que en casa del boticario, tío de Casta, Bécquer jugó partidas de cartas e hizo buen uso de la biblioteca de Saturio Navarro. Ahora le tocaría, en alguna de sus escapadas por el Moncayo, contemplar el firmamento desde el observatorio astronómico.
En Noviercas se ambienta otra de sus leyendas, "Los Ojos Verdes", en el paraje del Pozo Román, remanso de agua que unas rocas permiten en el cauce del río Araviana.
La leyenda narra la historia del primogénito de los marqueses de Almenar, Fernando, que en la fuente de los álamos descubre unos ojos luminosos y transparentes que le hechizan, no deja de pensar en ellos y decide pasar sus días en el fondo de este surgimiento de agua.
En Noviercas se puede visitar el Torreón del siglo X que aparece representado en la obra de Valeriano: “Procesión en Noviercas”. Y como no, el Museo de Gustavo Adolfo Bécquer y la casa en la que vivió Bécquer y su esposa Casta Esteban, y en la cual nacieron dos de sus tres hijos.
Casta nació en Torrubia -ya en la comarca de Gómara-, hija del médico Francisco Esteban y Antonio Navarro, y allí se puede visitar la casa museo. Casta conocería a Gustavo Adolfo la consulta de su padre, a la que hubo de acudir el poeta. Se casarían en 1861 en Madrid, teniendo tres hijos. Con el nacimiento del último de ellos se desencadenó una profunda crisis en la pareja y su separación. Se reconciliaron poco antes de la muerte de Gustavo Adolfo en 1870.
En Almenar de Soria y su Castillo, Bécquer ambientó dos de sus relatos románticos; la fortaleza presenta doble recinto amurallado; en el recinto interior se encontraban la torre del homenaje y el patio de armas, en el exterior, el sistema defensivo basado en un foso artificial con puente levadizo, evocando el más puro estilo romántico.
En Almenar nació Leonor Izquierdo, esposa de Antonio Machado, otro de los poetas que han cantado a Soria.
“La Promesa” nos lleva hasta Gómara, donde Margarita espera que el conde cumpla su palabra de volver junto a ella tras la guerra. Ante la demora en la vuelta del noble el hermano de la joven entiende que es una deshonra para la familia y la castiga con la muerte. Su mano siempre sobresale de la tierra, junto a un camino a la entrada de Gómara y no se esconderá hasta que el conde cumpla su promesa, desde entonces en este campo crecen las margaritas.