ASDEN rechaza la amplición de tratamiento de Distiller
La asociación ecologista ASDEN se ha posicionado en contra de la ampliación del tratamiento de residuos tóxicos y peligrosos de Distiller S.A. en Ólvega.
Hasta el 3 de agosto, el proyecto está en periodo de alegaciones.
La ampliación consiste en el incremento del 25 por ciento de su capacidad de procesar residuos, pasando de 60.000 toneladas/año a 75.000 toneladas/año, además de implantar un nuevo tratamiento consistente en la combustión o incineración de disolventes y colas "residuales y tóxicas", para al asociación Asden
ASDEN ha apunatado enun comunicado que "este es un procedimiento peligroso cuando se tratan este tipo de residuos formados por compuestos orgánicos volátiles que darán lugar a hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP o PAH, por sus siglas en inglés); e incluso a dioxinas si hay presencia de cloro, algo que es posible por cuanto esta empresa trata compuestos organoclorados".
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"Las dioxinas y HAP son carcinógenos y bioacumulativos, por lo cual la emisión en pequeñas concentraciones durante largos periodos supone un riesgo para la salud pública y medioambiental del entorno de los focos emisores" ha advertido
Con este nuevo tratamiento industrial "aumenta la peligrosidad" de esta empresa porque, según ASDEN, "almacenará mas sustancias tóxicas e inflamables, y también emitirá sustancias más contaminantes". Todo ello, denuncian, "en el contexto de antecedentes de irregularidades y de falta de control de todas las administraciones implicadas: Local, autonómica y hidrológico".
En Ólvega, ASDEN ha señalado que "esta industria tóxica está generando una gran preocupación entre los vecinos, ya que son frecuentes los olores molestos e irritantes que son comunicados a las autoridades sin que estás adopten medidas, ni siquiera para conocer la naturaleza de las sustancias presuntamente tóxicas que se están emitiendo, como así lo demostró la estación móvil de medición de calidad del aire de la Junta de Castilla y León a finales del año 2016".
"La experiencia demuestra que las empresas de productos y residuos tóxicos y peligrosos curiosamente no se ubican en la cercanía de los centros industriales en los que se producen, si no que buscan ubicaciones estratégicas por ser zonas despobladas, con escasa movilización social y con administraciones que aceptan el chantaje del empleo frente a la salud y el medio ambiente. Ólvega es un ejemplo claro; su alcalde , y ahora senador, se enteró de un vertido tóxico al colector de aguas residuales de su competencia a través de la prensa en 2012, y de vertidos de varias empresas en 2017 gracias a las investigaciones de ASDEN-Ecologistas en Acción de Soria", ha argumentado.
"Esta ampliación debería haber llamado la atención de las administraciones locales de la comarca en razón a la defensa de la salud de sus habitantes, a los que deberían haber informado. Aquellos vecinos que saben de la naturaleza del proyecto han mostrado su preocupación a esta organización ecologista", ha sentenciado.